Hoja de ruta

El PSC reforzará el federalismo en su congreso de marzo para gobernar la Catalunya 'post-procés'

La ponencia política del partido de Salvador Illa aboga por una nueva financiación y el despliegue del Estatut vigente para "pasar página" al conflicto territorial

Aragonès llevará ante Sánchez una propuesta de financiación "singular" para Catalunya

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El líder del PSC, Salvador Illa, con los principales dirigentes de la cúpula del partido

El líder del PSC, Salvador Illa, con los principales dirigentes de la cúpula del partido / Andreu Dalmau / EFE

Sara González

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"Nos vemos capaces de volver a ser el primer partido de Catalunya". La frase la pronunció Salvador llla el 13 de diciembre de 2019. Era entonces secretario de organización de un PSC que había quedado por detrás de ERC en las generales y ejercía -aún ajeno al destino como ministro que Pedro Sánchez tenía previsto para él- de anfitrión del conclave que los socialistas catalanes celebraban en el Palau de Congressos. Cuatro años y tres meses después, los días 15, 16 y 17 de marzo, Illa se subirá a ese mismo escenario como el líder del PSC que, después de relevar a Miquel Iceta a finales de 2020, ha cumplido con el reto de llevar al partido a la 'pole position' y aspira ahora a conquistar la Generalitat tras romper los bloques con la apuesta de la Moncloa a base de un diálogo y una desjudicialización que ha actuado como analgésico y factor divisivo del independentismo.

Con ese objetivo entre ceja y ceja, la formación ha diseñado un congreso cuya hoja de ruta volverá a dar alas al concepto de federalismo con una nueva financiación y el despliegue del Estatut por bandera para gobernar la Catalunya del post 'procés', que fuentes del partido reivindican que tiene que estar centrada en "las cosas del comer" y no en el conflicto territorial y el referéndum que reclaman los independentistas. Más hablar del combate contra la sequía, mejores infraestructuras, industria o mejora de la sanidad y al educación y menos de votaciones de "ruptura" que no van a aceptar, vienen a decir. Consideran que hay que recuperar el prestigio institucional y no "dejarse arrastrar por el fatalismo de una Generalitat sin rumbo ni timonel" con Pere Aragonès al frente. De ahí que el lema del congreso, que será convocado formalmente este sábado ante el consejo nacional, sea 'Ahora toca Catalunya' para "pasar página" una década que dan por "perdida" por la "crispación" y la "tensión paralizantes" heredadas en 2018 del PP y del Govern.

La receta contra la "desafección"

La ponencia política, a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, aboga por "reencontrar paulatinamente las prioridades" y toma impulso una vez resuelta una investidura de Sánchez en la que el resultado del PSC ha ejercido de locomotora, pero en la que los pactos con el independentismo son la clave de la legislatura pese a que ERC y Junts han perdido fuelle en las urnas. La ley de amnistía da fe de ello, a la espera del impacto que pueda tener a nivel electoral una vez quede en manos de los tribunales.

Convencido de que tiene las de ganar, Illa renovará la ejecutiva en un momento plácido sin nadie que le tosa a la interna, pero también el rumbo del partido en una época de plena simbiosis con la estrategia y el liderazgo del PSOE con la vista puesta en las elecciones catalanas que se celebrarán, como muy tarde, en febrero de 2025. "La respuesta es federal", sostiene el documento como vía para revertir el "proceso de desafección" del que advirtió el expresident José Montilla en 2007 con José Luis Rodríguez Zapatero en la Moncloa. "El federalismo es el mejor método institucional para organizar la gobernanza multinivel en un Estado descentralizado y compuesto como es España que reconoce Catalunya como nacionalidad y la Generalitat como sistema institucional de autogobierno que, a la vez, es Estado", afirman en el texto.

Nueva financiación y más Estatut

La receta para llenar de contenido ese federalismo, apuntan, es un nuevo modelo de financiación "más justo para Catalunya", aunque "huyendo de privilegios" y siendo "solidario con el resto de España", y el despliegue del autogobierno recogido en el Estatut. Tratando de no pisar ningún callo en el socialismo a nivel estatal, menos aún en un contexto de alta exaltación de la derecha e inquietud en el PSOE, el PSC esquiva conceptos como el de ordinalidad en el reparto de los recursos para no perder posiciones en función de lo que aporta, y recoge el reconocimiento de Catalunya como "nacionalidad" y no como nación ciñéndose a lo establecido en el Estatut, pese a que en hojas de ruta anteriores sí lo hacía y definía España como "nación de naciones". No se van a volver a abrir, explican fuentes de la dirección, cuestiones ya "consensuadas" en materia identitaria para no restar foco a la agenda social y económica.

Tampoco hace referencia la ponencia política a una reforma del Estatut o a "corregir la anomalía" que provocó la sentencia del Tribunal Constitucional que lo recortó, como defendió Illa a principios de 2021. Esta es una carta que los socialistas se reservan, en todo caso, para la negociación entre gobiernos en función de qué pase en las elecciones catalanas. En materia lingüística, sacan pecho de la oficialidad del catalán en el Congreso y en el Senado y del trabajo para que también lo sea en la Unión Europea pese a la complejidad para ello; y en el ámbito educativo se limitan a defender que se garantice el dominio oral y escrito del catalán, el castellano y el inglés. La revisión del modelo de inmersión fue uno de los debates peliagudos del congreso de hace cuatro años.

La Generalitat como reto

En todo caso, lo que hace el PSC en su nueva hoja de ruta es reivindicar su apuesta por la "normalización" frente a la vía unilateral "conflictiva" y "no democrática" del independentismo que llegó a su cenit en otoño de 2017 y que desembocó en una telaraña judicial que los socialistas tratan de deshacer para garantizarse la estabilidad. "Se ha acabado la retórica vacía y orientada a inflamar y polarizar identidades", sentencian.

A la vez, reivindican que es el turno del PSC al frente de la Generalitat para pasar de la "lógica de la exclusión unilateral" a la de la "inclusión de los diferentes" por la vía del diálogo y el reconocimiento de la pluralidad que ha acabado siendo un imperativo para que Sánchez se mantenga en la Moncloa. "Somos la alternativa sólida para gobernar Catalunya", afirman desde la cúpula de Pallars. Recuerdan que Illa prometió hacer crecer y consolidar el partido y ha cumplido, pero que entre sus retos en el congreso extraordinario en el que asumió las riendas del partido hace tres años estaba también situarlo en los dos balcones de la plaza de Sant Jaume. Tras ganar las últimas tres elecciones, al PSC solo le queda lograr el de la Generalitat.

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