Ronda de contactos en marcha

El Govern abre sin éxito con el PSC las reuniones para negociar los presupuestos de 2024

Aragonès anuncia un plan para que Catalunya recaude todos los impuestos

Frente común de Aragonès e Illa ante las amenazas de la extrema derecha de Vox

La Generalitat gastará el año que viene un máximo de 36.684 millones, el 9,6% más

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el líder del PSC, Salvador Illa, en el Parlament

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el líder del PSC, Salvador Illa, en el Parlament / ACN

Sara González

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El Govern de Pere Aragonès mueve ficha para tratar de comenzar el 2024 con unos nuevos presupuestos para Catalunya, un hito clave para que el president logre agotar la legislatura hasta febrero de 2025. Después de que el Consell Executiu fijara el martes el techo de gasto del próximo año en 36.684 millones de euros, el 9,6% más que en 2023, Aragonès se ha puesto en contacto con sus potenciales socios -PSC, Comuns, Junts y la CUP- para agendar los encuentros para debatir las nuevas cuentas, que han empezado ya este mismo miércoles, aunque sin éxito, con el partido de Salvador Illa, según ha podido saber EL PERIÓDICO.

Las conselleres de Presidència y Economia, Laura Vilagrà y Natàlia Mas, llevan la batuta en nombre del Govern, mientras que en representación de los socialistas ha acudido la portavoz en el Parlament, Alícia Romero. Una reunión breve, de menos de media hora, con la que los socialistas no dan por "abierta la negociación" y en la que el ejecutivo asegura haber expuesto el marco presupuestario.

Y es que PSC y Comuns quieren analizar primero junto al Govern el cumplimiento de los de 2023 y así lo ha comunicado en público y en privado el partido de Illa. El camino para desbrozar un pacto no se prevé precisamente corto si se tiene en cuenta que hay unas elecciones catalanas en poco más de un año y que el objetivo de Aragonès es lograr llegar hasta el final a pesar de su minoría parlamentaria. La mejor baza que tiene el president es que los votos de ERC serán también necesarios en el Congreso para aprobar los Presupuestos Generales del Estado si se desencalla la investidura.

Los dos partidos que apuntalaron los actuales presupuestos han dejado claro que la base para el acuerdo de unos nuevos es que se hayan materializado los compromisos aún pendientes. De hecho, el grupo de Jéssica Albiach ha declinado abrir el debate sobre los presupuestos del año que viene y aseguran que en la reunión con el ejecutivo que han agendado para la semana que viene se ceñirán únicamente a hacer balance de los vigentes. Sin embargo, la Generalitat, que agendará reuniones también con Junts y la CUP, apuesta por usar esas citas para custodiar el avance y empezar a dibujar los futuros presupuestos.

El balance de los de 2023

Habrá que ver hasta qué punto los tres actores son capaces de hacer un diagnóstico común de lo cumplido hasta ahora. Mientras los socialistas ponen el acento en que no se ha creado aún la comisión técnica del aeropuerto ni firmado el convenio de la Ronda Nord, así como aprobado el plan director del Hard Rock, los Comuns reniegan de esos proyectos y subrayan que el impuesto a los cruceros no estará vigente en 2024 ni se ha puesto en marcha el de los ultraprocesados, entre otras materias pendientes en materia de transporte, vivienda y energía.

"Este Govern cumple los acuerdos. Hay gobiernos que también tienen muchas dificultades para cumplir los acuerdos presupuestarios. De hecho, hemos visto muchos incumplimientos de acuerdos a los que yo he llegado con el Gobierno del Estado", ha espetado Aragonès durante la sesión de control este miércoles en el Parlament en respuesta al líder del PSC, Salvador Illa, que precisamente ha urgido al president a apretar el acelerador en materia presupuestaria. Eso sí, el jefe de la oposición ha advertido de que primero tocará hacer balance de qué se ha cumplido y qué no. "No haremos pasar el carro por delante del caballo", ha dicho el dirigente socialista.

Propuesta para recaudar los impuestos

El president ha sacado pecho en el Parlament de haber arrancado al PSOE avances en materia económica en el marco del acuerdo de ERC para votar a favor de la reelección de Pedro Sánchez como presidente. Además de la condonación de los 15.000 millones de la deuda del FLA, los republicanos acordaron negociar una "financiación singular", paraguas en el que ha situado la intención de impulsar durante el año 2024 una propuesta para que la Generalitat recaude los impuestos en Catalunya.

Se trata de un plan que bebe de la propuesta registrada por ERC el pasado mes de septiembre para promover una ley de financiación "singular" que blinde que la administración catalana sea la que recauda todos los tributos. El president ha emplazado a los grupos a ponerse de acuerdo para ello en una réplica al presidente del grupo de Junts, Albert Batet, que le ha reprochado que el acuerdo con el PSOE para condonar una parte de la deuda no haya logrado acabar con el déficit fiscal, que la Generalitat cifra en 22.000 millones de euros. El president le ha dado la razón, a la vez que ha destacado que lo acordado supone un punto de partida significativo sobre el que continuar avanzando hacia ese objetivo para el que les ha tendido la mano.

Pese a la distancia que existe entre ambas formaciones, el Govern no renuncia a intentar atraer a sus exsocios a un pacto presupuestario, de la misma manera que se busca incluir a la CUP en la ronda de contactos. Sin embargo, PSC y Comuns vuelven a proyectarse como los socios más probables en materia presupuestaria. Sobre todo porque el acuerdo que ERC ha sellado con el PSOE para la investidura incluye el compromiso de garantizar el apoyo más allá de la investidura, y se entiende que eso pasa por el aval a las cuentas estatales, de la misma manera que el Govern intentará amarrar a cambio el apoyo de Illa y Albiach en el Parlament.

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