Cuentas públicas

La Generalitat gastará el año que viene un máximo de 36.684 millones, el 9,6% más

El alza efectiva es del 5,5% al crearse un fondo de 800 millones para normalizar los gastos en sanidad que pasan de un ejercicio a otro

La Generalitat gastará el año que viene un máximo de 33.113 millones, el 10,3% más

Los presupuesto de la Generalitat de 2023, de un vistazo

La 'consellera' de Economía y Hacienda de Catalunya, Natàlia Mas.

La 'consellera' de Economía y Hacienda de Catalunya, Natàlia Mas. / Queralt Ribé / ACN

Agustí Sala

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La Generalitat podrá gastar el año que viene un máximo de 36.684 millones, el 9,6% más que en el ejercicio actual, gracias al impulso experimentado por los ingresos procedentes de la liquidación del sistema de financiación autonómica de 2022, un ejercicio en el que la economía experimentó un gran dinamismo y aumentó la recaudación. La estimación de la cifra para 2024, denominada techo de gasto, ha contado esta vez con la dificultad de carecer de una estimación de ingresos por parte del Estado, algo que reclamó por carta la consellera de Economia, Natàlia Mas, a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. El incremento efectivo de gasto respecto a este año es del 5,5%, lo que suponen 1.811 millones más, ya que se constituirá un fondo extraordinario de 800 millones inicialmente para normalizar el gasto desplazado sanitario, el que se traslada de un ejercicio al otro; y excluyendo también los intereses por la deuda.

La fijación de esta cantidad puede luego modificarse, especialmente si hay acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez y por tanto entra en vigor el acuerdo con ERC para condonar el 20% de la deuda con el Estado a través del fondo de liquidez autonómica (FLA) -15.000 millones- y el ahorro de los intereses correspondientes, según fuentes del Ejecutivo catalán. El aumento previsto de los ingresos compensará, especialmente de los procedentes del sistema de financiación autonómica, compensará la desaparición de los fondos REACT-EU y la minoración esperada en otros fondos europeos, según ya previó la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) en su último informe sobre las cuentas públicas catalanas.

Déficit del 0,1% del PIB

En base a los cálculos propios de la Generalitat al no disponer de las estimaciones de Hacienda, la previsión de ingresos, concentrada esencialmente en los anticipos y la liquidación del modelo de financiación de 2022 asciende a 35.330 millones, un 12,5% más que en 2023. En cuanto al déficit, al no haberse convocado el Consejo de Política Fiscal y Financiera para el objetivo de 2024, el Govern utiliza el dato del 0,1% del producto interior bruto (PIB) del plan presupuestario 2024.

La previsión de ingresos, el margen de déficit y los ajustes a la contabilidad europea (SEC) llevan el techo de gasto no financiero no finalista a 36.684 millones, lo que supone un alza del 9,6%, frente a los 33.481 millones (inicialmente eran 33.113) de 2023. Pero el Ejecutivo catalán prevé dotar un fondo extraordinario de salud con un importe inicial de 800 millones para normalizar el gasto desplazado sanitario, es decir de un ejercicio que se traslada al siguiente. Es por ello que excluyendo esta cantidad y los intereses de la deuda, el aumento efectivo del gasto no financiero no finalista es del 5,5%.

Esa medida acordada por el Govern, que el año pasado se aprobó en septiembre, supone poner en marcha la maquinaria para los Presupuestos de 2024, aunque en realidad el pistoletazo de salida se dio mediante la orden del pasado 4 de julio de elaboración de las cuentas para el ejercicio próximo. Desde entonces, el marco económico en el que se mueve Catalunya ha registrado modificaciones, al alza para 2023 y a la baja, para 2024. A principios de octubre, la Conselleria de Economia actualizó la estimación de crecimiento para el ejercicio actual hasta el 2,4%, siete décimas más de lo estimado hace unos meses. En cambio, para 2024 las rebajó, apuntando a una expansión del producto interior bruto (PIB) del 1,8%, cuatro décimas menos de lo esperado.

Para el ejercicio actual, cuyas cuentas se aprobaron en marzo pasado, este límite de gasto quedó establecido en 33.113 millones de euros, lo que suponía un alza del 10,3% con respecto a 2022 gracias a un mayor margen déficit y aumentos en los ingresos del sistema de financiación y la recaudación. Posteriormente acabó en 33.481 millones.

Para 2022 fue de 29.326 millones, aunque se superaron los 30.000 millones. Para 2020, este tope fue de 26.952 millones, si bien la suma aprobada para los departamentos fue finalmente de 27.513 millones.

Para 2023, el nivel de gasto de los presupuestos superó en total un máximo histórico y por primera vez el listón de los 40.000 millones. En concreto, 41.025 millones.

Más del 80% de los recursos

En la misiva de la consellera de Economia a la ministra de Hacienda para exigir una previsión de ingresos, la primera le recordaba que "resulta fundamental disponer de los ingresos del modelo de financiación, que representan más del 80% de los recursos generales de que dispone la Generalitat". A la vez también reclamaba "un replanteamiento" de los objetivos de déficit y tener derecho a unos números rojos de al menos el 1% del producto interior bruto (PIB), un tercio del destinado a España, lo que responde al peso del gasto por parte de las autonomías.

Tras admitir que la convocatoria de elecciones generales el pasado 23 de julio podía dificultar hacer cálculos de anticipos a las comunidades, en la misma carta Natàlia Mas afirmaba que "esto no es motivo para no poder disponer de la previsión de liquidación de 2022. Este es un dato que el ministerio ya tiene y que, por tanto, no guarda ninguna relación con las previsiones del próximo año".

Para el cálculo del límite de gasto no financiero no finalista se utiliza la estimación de los anticipos a cuenta y de las liquidaciones del sistema de financiación, así como los cálculos sobre los ingresos previstos por los tributos propios.