Gobernabilidad catalana

¿Catalunya tendrá presupuestos? Estas son las pistas que deja el debate de política general

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El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el debate de política general.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el debate de política general. / FERRAN NADEU

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La ley más importante que da estabilidad a un Govern es la de los presupuestos y ahora mismo Catalunya no tiene garantizado, ni de lejos, tener cuentas para el año 2024. Así se visualizó en el debate de política general de esta semana en el Parlament. Pese a la incertidumbre, la cita parlamentaria permitió dar con algunas pistas de las futuras cuentas públicas catalanas. Por ejemplo, varias de las nuevas medidas que incluirán, pero también el calendario con el que trabaja la Generalitat o los apoyos potenciales que podrían tener. La principal conclusión es que hay partido y que el 'president' Pere Aragonès tendrà margen para negociar. Eso sí, no lo tendrá fácil ni será rápido.

Calendario: con retraso

Calendario: con retraso

Hubo un tiempo en que la ley catalana de finanzas públicas obligaba al Govern a presentar sus presupuestos antes del 10 de octubre para poder negociarlos y tramitarlos con tiempo y que entraran en vigor el 1 de enero del año entrante. Como en 40 años ningún ejecutivo lo cumplió, el año pasado se cambió la norma para evitar el sonrojo anual. Con o sin fecha obligatoria de presentación, los presupuestos no estarán listos para presentarlos en esa fecha. De hecho, nadie se atreve a poner una estimación en el horizonte. Tampoco el 'president' lo hizo durante el debate.

Fuentes de la Generalitat alegan que se está haciendo todo el trabajo previo necesario -que empezó el 5 de julio-, pero que no pueden cerrar las cuentas de forma definitiva si el Estado le niega tres cifras claves: el objetivo de déficit definitivo; los ingresos que llegaran a Catalunya a través del sistema de financiación, y la liquidación de las cuentas de hace dos años. La oposición en Catalunya piensa lo contrario. De hecho, el Parlament aprobó una resolución durante el debate que exige al Govern poder ver las cuentas de forma inminente. La única conclusión posible es que, una vez más, la presentación irá con retraso y será muy difícil que Catalunya celebre la Nochevieja con las cuentas aprobadas.

Contenido: anuncios sociales

Contenido: anuncios sociales

Aragonès dio algunas pistas del contenido de las cuentas durante su intervención en el debate de política general. La estrategia del 'president' es la de los dos ejercicios anteriores: incluir en los presupuestos nuevas medidas de carácter social para convencer a los partidos de la oposición que den sus votos. Así, ya anunció la extensión del cheque escolar para las familias catalanas a todo el ciclo de educación obligatoria, algo que supondrá un gasto de 55 millones para el erario público. También comunicó la ampliación de los descuentos en cultura para jóvenes menores de 30 años y la creación de un fondo empresarial para poder participar del capital de empresas clave para el desarrollo industrial de Catalunya. No fue más allá consciente de que, los partidos que quieran realmente negociar, también harán sus peticiones y tendrá que darles cabida. Pero el mensaje a la oposición ya está lanzado: asumir el desgaste de negociar a cambio de compartir los beneficios de pactar.

Apoyos: el PSC y comuns tienden la mano

Apoyos: el PSC y comuns tienden la mano

Durante todo el debate, el 'president' abordó el asunto presupuestario con pies de plomo. Reconoció que gobierna con una "minoría acentuada" y agradeció a los partidos que han querido colaborar en la gobernabilidad hasta ahora. La minoría es tan acusada -tiene el apoyo solo de los 33 diputados de ERC de los 135 que tiene la cámara- que necesita como mínimo a dos grupos políticos para aprobar las cuentas. Él quiere contar con cuatro socios potenciales que son Junts, la CUP, los Comuns y el PSC.

Pese a ello, se vio claramente durante las sesiones parlamentarias que solo podrá contar con el grupo de Jéssica Albiach y Salvador Illa. La más clara fue Albiach: "Estamos dispuestos a sentarnos y negociar los presupuestos. No lo hacemos por ustedes -el Govern-, lo hacemos por el país". Illa, pese a las críticas al 'president', también ofreció "colaboración". Junts y la CUP son otra historia. Los 'cupaires' solo han aprobado unas cuentas públicas en su historia -hace seis años a cambio del 1-O- y no han dado ningún síntoma que querer negociar. Junts no se descarta, pero las heridas por la ruptura del Govern con ERC siguen en carne viva y no tienen ningún incentivo para sostener al ejecutivo que abandonaron hace un año.

Condicionante: mirando al Congreso

Condicionante: mirando al Congreso

La negociación presupuestaria solo tiene una certeza: si no hay investidura de Pedro Sánchez en el Congreso, tampoco habrá cuentas catalanas en el Parlament. Ninguna de las partes implicadas lo puede verbalizar en público de forma tan cruda, pero esa es la realidad. El razonamiento es el siguiente: si ERC no sustenta la gobernabilidad en España facilitando un nuevo Ejecutivo del PSOE y Sumar, en Catalunya ni socialistas ni Comuns tendrán incentivos para dar aire al Govern de Aragonès. Así que, pese a que por ahora la amnistía y el referéndum están centrado todos los focos de la negociación de la investidura, el 'president' tiene otra poderosa razón para llegar a una acuerdo con el PSOE que es el de ganarse el apoyo del PSC para asegurarse las cuentas en Catalunya.

Además, unos presupuestos nuevos, los terceros en tres años, le darían el margen suficiente a Aragonès para agotar el mandato hasta las elecciones al Parlament del 2025. No sería un mal registro en una Catalunya que durante mucho tiempo se acostumbró a vivir de las prórrogas presupuestarias y donde un 'president' no agota un mandato desde la 'era Montilla' (2006-2010).

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