Negociaciones tras el 23-J

Aragonès exige a Sánchez una votación sobre la independencia para su apoyo a la investidura

El PSOE pone sobre la mesa de Junts y ERC la financiación y elude la amnistía o el referéndum

Así negocia Puigdemont: duro pero no inflexible

Qué une y qué separa a ERC y a Junts para negociar de forma conjunta la investidura de Sánchez

Aragonès exige a Sánchez una votación sobre la independencia si quiere su apoyo a la investidura

Aragonès exige a Sánchez una votación sobre la independencia si quiere su apoyo a la investidura / Video Pi Studio/ fotografia ARNAU CARBONELL / GOVERN

Sara González

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El 'sí' a la investidura de los partidos independentistas pasa por atender la "agenda catalana", y en esta está incluida la concesión de un referéndum sobre la independencia de Catalunya para deshacer el gran nudo gordiano del conflicto político. Esta es la reclamación que ha hecho el 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, al líder del PSOE, Pedro Sánchez, a quien ha emplazado a "moverse" y a poner una propuesta sobre la mesa que apunte en esta dirección más allá de negociar de forma bilateral el modelo de financiación.

"Catalunya debe votar su futuro y se tiene que poner fin a la represión. Este es nuestro punto de partida", ha dejado claro en la rueda de prensa de valoración de la mitad de su mandato. Una comparecencia con la que pone el broche al curso político antes de un parón estival que no existirá como tal entre bambalinas porque las negociaciones están ya activas en todas direcciones, y en la que también ha invitado a Junts a "aprovechar al máximo" la oportunidad que las urnas le han brindado al independentismo.

El 'president' ha venido a decir que señuelos como la reforma del modelo de financiación, como ha apuntado el PSOE, no van a ser esta vez suficientes para contar con el apoyo de los 14 diputados independentistas -siete de ERC y siete de Junts- que tienen la llave de la Moncloa. Pese a haber perdido fuelle en las urnas, los escaños de ambos partidos cotizan al alza, por lo que Aragonès ha advertido de que el precio de la investidura va a ser más alto y también a dos velocidades. Porque los republicanos son conscientes de que el referéndum no se logrará de la noche al día, pero hay competencias, como el traspaso de Rodalies, que sí buscarán cobrar con carácter inmediato.

Consciente de que Junts negociará con una propuesta de máximos, el 'president' ha redoblado también el coste de los votos de su partido, que no quiere que se den por descontados pese a haber avanzado que no permitirán un Gobierno de PP y Vox. Ha concretado que resolver el conflicto va más allá de la votación de un acuerdo que se derive de la mesa de diálogo, como pactó ERC con el PSOE en la anterior legislatura a cambio de la investidura. La opción del Estado propio, ha especificado, debe ser sometida al escrutinio de la ciudadanía.

"Los que quieren seguir gobernando deben cumplir con la ciudadanía, resolver el déficit fiscal, cumplir con los compromisos pendientes y atender a la resolución del conflicto", ha dicho Aragonès. Se trata, ha avisado al líder del PSOE, de ir más allá de lo que ha ido hasta ahora empujado por ERC, que ha definido como un "avance" por parte de Sánchez, pero "insuficiente". Si en estos cuatro años se ha centrado el foco en la desjudicialización, con los indultos como principal logro, lo que defienden los republicanos es que ahora toca abrir el melón de la autodeterminación.

Acuerdo de claridad como "instrumento"

El argumento esgrimido hasta ahora por los socialistas de que un referéndum no cabe dentro de la Constitución no convence al 'president', que ha respondido que hay "informes" que apuntan en la dirección contraria y que lo que hace falta es voluntad. "Hay caminos para lograrlo e instrumentos", ha defendido haciendo mención al acuerdo de claridad, la apuesta cuyo calendario quedó en 'stand by' con la precipitada convocatoria de las elecciones generales pero que tiene intención de reactivar. Por ahora, los socialistas se han desentendido de esta propuesta.

Para ERC, la revisión del modelo de financiación es "urgente" y una de las cuestiones que deben estar en la interlocución, pero no como condición suficiente para la investidura, puesto que se trata de una asignatura pendiente que viene de lejos. "Hace 10 años que está caducado y cinco que Montero es ministra", ha replicado cargado de ironía ante la oferta lanzada por la ministra de Hacienda, que si bien ha vuelto a insistir que ni la amnistía ni la autodeterminación entran en el marco constitucional, sí que ha abierto la puerta a fijar nuevas reglas de reparto de recursos y a renegociar la deuda y el esfuerzo fiscal de cada comunidad. Sobre esta cuestión ha anticipado que tampoco piensan negociar en el mismo plano que otras autonomías, sino que se buscará una bilateralidad. "No iremos de la mano de Ayuso o de Page a negociar la reducción de nuestro déficit fiscal", ha zanjado sin pelos en la lengua.

"No desaprovechar la oportunidad"

Aragonès ha recetado discreción para unas negociaciones que ha admitido que están en marcha pese a ser aún incipientes. De hecho, los contactos echan humo a todas bandas. Y, si bien ha exhibido firmeza en sus reclamaciones al PSOE si quiere continuar al frente de la Moncloa, también ha puesto deberes al independentismo: "No desaprovechar la oportunidad". Se trata, ha argumentado, de hacer valer su representación para frenar la derecha y la extrema derecha, pero también de no renunciar a resolver otras conquistas más allá de la autodeterminación y la amnistía. Como ejemplo ha puesto la protección de la lengua, que ya ha avanzado que será uno de sus caballos de batalla en lo que queda de legislatura.

Que la proclamada negociación conjunta de la investidura por parte de los independentistas se antoja complicada se ha hecho evidente con la respuesta de la presidenta de Junts, Laura Borràs, que ha acusado a Aragonès de estar "desconectado de la realidad del independentismo" por referirse de nuevo al acuerdo de claridad y a la mesa de diálogo. "De los votos de Junts ya hablaremos los de Junts", ha espetado la dirigente en Twitter.

La pelota, ha insistido, está en el tejado de Sánchez y no el de ERC o el de Junts. Hasta tal punto, que preguntado sobre el riesgo de que todo acabe desembocando en una repetición electoral, ha rebatido que esta cuestión "solo puede responderla Sánchez". De su "valentía" y no de Carles Puigdemont, ha venido a decir, dependerá su propio destino y el del Gobierno.

Menos preocupado se ha mostrado el 'president' ante la debilidad de su Ejecutivo en el Parlament para continuar una legislatura que mantiene que va a "agotar" hasta el 2025. Su plan, ha precisado, continuará pivotando en "acuerdos transversales" como el de los presupuestos -de la mano de PSC y de Comuns- o el de la ley de defensa del catalán en la escuela -que incluyó tanto al PSC como a Junts-. No se ha mojado sobre si se arremangará para afianzar una estabilidad o si en su agenda está incorporar algún socio más a su Govern. Mientras los votos independentistas sean determinantes para Sánchez, sabe que Salvador Illa como jefe de la oposición puede apretar, pero no ahogar.