La extrema derecha gobernará en Ripoll tras frustrar Junts el cordón sanitario

La candidata de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, ha sido elegida nueva alcaldesa de Ripoll, después de que no haya prosperado un cordón sanitario de Junts, PSC, ERC y la CUP para impedir la investidura de la dirigente de la formación de extrema derecha e independentista, ganadora en las elecciones del pasado 28 de mayo. Las negociaciones para conformar un pacto que desbancara a Orriols se rompieron este viernes, después de que PSC, ERC y la CUP -que sellaron un acuerdo al margen de los posconvergentes- acusaran a Junts de exigir la Alcaldía vetar a los cuperos.

El suspense se ha alargado hasta la misma votación de investidura, a la que las fuerzas detractoras de Aliança Catalana han llegado sin un acuerdo sellado. La candidata de Junts, Manoli Vega, y de ERC, Chantal Pérez, han mantenido sus respectivas candidaturas. Así pues, el descuerdo entre Junts, PSC, ERC y la CUP para acumular sus sufragios en una misma aspirante ha propiciado que Orriols tome la vara de mando.

Moción de censura

Tras el pleno, la ejecutiva de Junts ha acusado a socialistas, republicanos y anticapitalisas de anteponer "intereses de partido" y moverse por "sectarismo" y con "miopía política". Los posconvergentes han asegurado que habían acordado que su 'número uno', Manoli Vega, encabezará un ejecutivo municipal que integrase a Junts, PSC y ERC, sin la CUP.

"Esta propuesta fue acordada ayer por la mañana y rota la misma tarde, por razones que no conocemos y que han conducido a los hechos que se han producido hoy", han aducido los nacionalistas. Reproches a banda, Junts ha emplazado a republicanos y socialistas a "retomar las negociaciones" para derrocar a Orriols, mediante una moción de censura, y "hacer un gobierno que permita a Ripoll a tener una alcaldesa y un gobierno estable, que vele por la convivencia", ha esgrimido.

Discurso xenófobo

La nueva alcaldesa, investida solo con los seis votos de Aliança Catalana, gobernará en minoría. Tras jurar el cargo por imperativo legal, Orriols ha repetido los postulados xenófobos que pregona, al afirmar que hay inmigrantes que viven a costa de los impuestos de los vecinos de Ripoll. También ha aludido a la inseguridad. A su vez, ha acusado a los demás partidos y los medios de comunicación de haberla difamado.