Las grandes esperanzas del PSOE y PP en Barcelona para el 28-M

El PSOE y el PP esperan ser decisivos en las elecciones municipales de Barcelona, aunque cada uno a su manera. El primero, porque quiere que su candidato Jaume Collboni (PSC) reconquiste, después de 12 años, una ciudad clave que gobernaron durante décadas. Y, el segundo, con Dani Sirera de cabeza de cartel, porque aspira a ser bisagra y que sus concejales (la mayoría de las encuestas le dan 3) sean imprescindibles para los probables pactos post-electorales entre los bloques que se puedan formar.

Las encuestas, como la publicada por este diario hace tres semanas, reflejan un muy igualado pulso a cuatro entre Xavier Trias (Junts), Ada Colau (Barcelona en Comú), Maragall (ERC) y Collboni (PSC), pero en el PSOE anticipan que será su candidato quien gane el próximo 28 de mayo. A partir de ahí, continúan, tendrá que explorar posibles pactos con el resto de fuerzas. Si no consigue fraguar un acuerdo que sume los 21 concejales que marcan la mayoría absoluta, será el aspirante del partido con más apoyos en las urnas quien acabe como primer edil.

“No tenemos dudas de que Collboni será el más votado. Por lo tanto, debe ser el alcalde. El día después de las elecciones ya veremos los pactos. Pero tendrá que liderar él ese proceso”, señalan Alfonso Gómez de Celis, secretario de Política Municipal del PSOE y vicepresidente del Congreso de los Diputados.

"Hito estatal, incluso europeo"

En la madrileña calle de Ferraz, donde se encuentra la sede central del partido que dirige Pedro Sánchez, otorgan una enorme importancia a lo que ocurra en la capital catalana. Los sondeos reflejan que los socialistas tienen pocas opciones de gobernar en Madrid, pero en Barcelona, ciudad que estuvo en manos del PSC de forma ininterrumpida entre 1979 y 2011, es distinto esta vez.

"Menos mal que [Collboni] ha estado todo este tiempo con Colau, frenando dinámicas desagradables para Barcelona", dice Gómez de Celis (PSOE)

“Recuperar Barcelona sería un hito estatal, incluso europeo”, continúa Gómez de Celis. La disyuntiva que plantearán durante la campaña los socialistas será muy sencilla: “Pasado o futuro”.

Marcar distancia con Colau

“Ese va a ser el eje –explica el dirigente del PSOE-. Desde hace más de una década, Barcelona ha estado lastrada por el independentismo en la Generalitat y el populismo de Ada Colau. La ciudad ha dejado de ser una referencia en el exterior. El único candidato que encarna la modernidad de Barcelona es Collboni. Recuperar la ciudad supondría volver a mirar hacia el futuro”. 

Ocurre, sin embargo, que Collboni tampoco tiene un amplio margen para despegarse de Colau. Al fin y al cabo, ha gobernado con ella el ayuntamiento durante sus dos mandatos, hasta que el socialista decidió en enero dejar su cargo como teniente de alcalde para centrarse en la candidatura. “Y menos mal que ha estado con Colau, frenando dinámicas desagradables para Barcelona –contesta Gómez de Celis--. Si Collboni no hubiese estado, el Mobile no seguiría en la capital catalana”.

"Votar a Trias es votar a Puigdemont y, además, dice que no va a tocar nada de lo que ha hecho Colau", señala Sirera (PP)

Recuperar espacio

No coincide con Gómez de Celis el candidato del PP, que ve imposible que Collboni se venda ahora como la alternativa cuando es "cómplice" de todo lo que ha hecho Colau en la alcaldía. En la sede de Génova, los de Alberto Núñez Feijóo no quieren tomar la palabra para comentar su visión de las elecciones municipales en Barcelona y dejan a Sirera ese papel, porque nadie mejor que él, consideran, puede explicar qué espera el partido en la segunda ciudad de España. "Queremos representar el voto del centro y del centro-derecha de los barceloneses. Votar a Trias es votar a Puigdemont y, además, dice que no va a tocar nada de lo que ha hecho Colau. Y Collboni ahora quiere marcar distancias, pero forma parte de los problemas que tiene la ciudad", afirma por teléfono.

En el equipo de Génova, esperan "volver a Catalunya". Tras sacar solo dos concejales en las municipales de 2019 (frente a los seis de Ciudadanos) y caer hasta los tres escaños en las autonómicas de 2021 (frente a los 11 de Vox), los populares tienen objetivos modestos pero "asumibles" y quieren aprovecharse del "efecto Feijóo". Según algunos sondeos municipales --entre otros el de EL PERIÓDICO--, Ciudadanos y Valents, que ahora tienen tres y dos concejales, respectivamente, se quedarán fuera del consistorio, una circunstancia que tendría que aumentar las posibilidades del PP. Por ahora, las encuestas, que tampoco otorgan representación a Vox, no reflejan que Sirera esté sumando a esos votantes pero quedan dos meses y medio por delante.

Los planes de Sirera son centrarse en los "problemas que afectan de verdad a Barcelona", entre los que no señala el independentismo sino "la movilidad, la seguridad ciudadana y la limpieza". Tiene el ofrecimiento de Feijóo para visitarle cuantas veces necesite y a lo que él le pida. La próxima vez que el líder del PP viajará a la capital catalana será el martes 28, para el Mobile World Congress.

Sirera no quiere hablar de pactos post-electorales ni desvelar a quién apoyaría como alcalde si realmente hay un empate entre independentistas y el resto de partidos y puede decantar la alianza. "Pondré encima de la mesa mi programa electoral y prometo sensatez", remacha.