De 2015 a 2023

Del paro a la inseguridad, los problemas de Barcelona de la llegada de Colau hasta hoy

Una Barcelona más enfadada: las encuestas de Colau cuando llegó al poder y hoy

Los barómetros de opinión y las encuestas de servicios municipales registran cómo la limpieza y la falta de seguridad han subido en la lista hasta encabezarla

Mossos despliegan un macrooperativo contra los narcopisos de Ciutat Vella, esta mañana

Mossos despliegan un macrooperativo contra los narcopisos de Ciutat Vella, esta mañana / DANNY CAMINAL

Toni Sust

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¿Qué problemas tenía Barcelona cuando Ada Colau llegó a la alcaldía y cuáles tiene ahora que completa su segundo mandato? Ocho años han pasado entre ambos puntos y dos herramientas permiten responde a la pregunta: los barómetros de opinión y las encuestas de servicios municipales. En pocas palabras, la alcaldesa llegó a una capital catalana preocupada por el paro y las condiciones de trabajo, una ciudad que ahora está especialmente desvelada por la inseguridad y la limpieza.

Cierto es que la inseguridad y la limpieza ya estaban en posiciones altas en algunos casos, pero no con la rotundidad con la que ahora ocupan el primer y segundo lugar de los sondeos. La ciudad que se encontró Colau tenía como problema principal, según declararon en 2015 los barceloneses encuestados por el propio ayuntamiento, el paro y las condiciones de trabajo.

El principio

En junio de ese año, el mes en el que Colau fue investida por primera vez, un 31,9% de los barceloneses lo señaló como principal inquietud. Encabezó la lista con una gran diferencia, ya que el segundo problema de la lista, la pobreza y la desigualdad, lo esgrimieron el 6,3% de los consultados. Un 5,5% citó la circulación. En quinta posición, por cierto, aparecía el turismo: un 5,3% lo veía como un problema principal. La inseguridad figuraba en octavo lugar: un 3,4% de los ciudadanos lo citaba al frente de la lista negra.

En ese mismo 2015, la Encuesta de Servicios Municipales ofrecía resultados similares en cuanto primer puesto: el paro y las condiciones de trabajo encabezaban la lista de problemas, con menos clamor: un 16% lo elegía. La inseguridad aparecía en segundo lugar, con un 8,2%, y la limpieza en tercero, con un 7,4%. El turismo era el cuarto (el 6,4% lo citaba como mayor problema), seguido por muy poco por la circulación (6.3%).

Ocho años después

Y si de repente se hace un salto de casi ocho años para ver cómo están las cosas según los últimos sondeos. En el Barómetro de noviembre pasado, la inseguridad fue vista como el principal problema de la ciudad de una forma rotunda y creciente: un 24,1% lo eligió como tal, cuando seis meses lo hacía un 22%.

La limpieza fue señalada como segundo problema: un 15,8% de los encuestados lo citó. El acceso a la vivienda se llevó la tercera posición (7,6%), lo que no es un gran dato para el gobierno de Colau, que hace ocho años hizo de su promesa de facilitar ese acceso uno de los ejes de sus promesas electorales.

La circulación y el método

En cuanto a la Encuesta de Servicios Municipales de 2022, los resultados situaron también como principal problema de Barcelona la inseguridad: un 19,1% lo declaró. La limpieza quedó segunda, como en el Barómetro, pero en este caso un 12,4% de los encuestados lo indicó. Y también el tercer problema denunciado fue el mismo: el acceso a la vivienda.

De todos los aspectos citados se puede estudiar la evolución en los diferentes sondeos, pero hay un caso en el que es necesario sumar conceptos. El gobierno de Ada Colau consideró en un momento dado que la circulación comprendía diferentes conceptos, que había quien podía señalarlo como un problema porque no podía circular por Barcelona de forma fluida pero que también podían hacerlo los que consideraban que había demasiados coches, por poner un ejemplo. Y así fue como la circulación se disgregó en congestión de tráfico, circulación de bicis y patinetes, gestión y organización del tráfico y otros aspectos sobre la circulación. Eso dificulta, en definitiva, que la circulación aparezca arriba en la lista.

La evolución

La inseguridad es el problema que más persigue a Colau en el debate público. Y lo es desde hace años. Tanto es así, que el primer rasgo del gobierno que formó con en el PSC en 2019 fue la designación de Albert Batlle como teniente de alcalde de Seguridad. Se quiso enviar un mensaje a la población de que se tomaba en serio la protesta ciudadana. Se ha llegado a decir que la ciudad está peor que en los 80, algo que los especialistas no avalan.

En el caso de los barómetros, la inseguridad fue escalando posiciones de forma moderada hasta que se disparó en el de diciembre de 2018: un 21% de los encuestados citaba la inseguridad como primer problema -lo que no sucedía desde 2009- cuando solo medio año antes lo hacía un 6,2% y era el sexto problema de la lista. Pero desde entonces ahí sigue, en cabeza. Llegó a un 27,4% en junio de 2019 y a un 29,1% en noviembre de ese año.

La pandemia

La pandemia frenó ese ascenso. Como es lógico, cuando se confinó a todo el mundo en su domicilio los delitos bajaron. En noviembre de 2020 el porcentaje de barceloneses que señalaban la inseguridad como problema principal bajó a un 12,4%. Pese a todo, no dejó de encabezar la lista. Pero en seguida volvió a subir: 14% en junio de 2021; 20,8% en diciembre de ese año; 22% en junio pasado y el 24,8% de noviembre pasado.

El caso de la limpieza es algo distinto: hasta diciembre de 2021 ocupa puestos secundarios en la lista de problemas. Pero en el barómetro de ese mes se aupó a la segunda plaza y ahí sigue. Y entre una y la otra cuestión se ha conformado una opinión que resume la crítica que recibe el gobierno de Ada Colau por su gestión. Una crítica que se verbaliza con una frase ya muy repetida que, por ejemplo, citó literalmente el recién nombrado candidato del PP a la alcaldía, Daniel Sirera: “Barcelona es una ciudad insegura y sucia”.

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