Barómetro semestral

Por primera vez, más del 50% de los barceloneses creen que la gestión de Colau es mala

ESPECIAL MULTIMEDIA | Las grandes batallas electorales de 2023

La inseguridad sigue siendo vista como el principal problema para los barceloneses y gana enteros al frente de la lista

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en una imagen de archivo.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en una imagen de archivo. / David Zorrakino - Europa Press

Toni Sust

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El porcentaje de los barceloneses que consideran que la gestión del Ayuntamiento de Barcelona es mala o muy mala es de un 50,4%, y ha superado así el 50% por primera vez en el Barómetro semestral del consistorio. No es que el incremento de los que consideran que la gestión es mala o muy mala sea muy elevado: en el Barómetro de julio pasado lo defendía un 47,1%, y en el de diciembre de 2021, un 49,21%. Pero el incremento supera esta vez la barrera del 50%. En general, los citados son porcentajes que están muy por encima de los del primer mandato de Colau: en mayo de 2016 solo un 25,8% veía mal o muy mal su gestión. En diciembre de ese año, un 29,1%.

Los que ven el asunto al revés, los que afirman que la gestión del ayuntamiento es buena o muy buena, suman un 35% de los encuestados. Es un grupo que se reduce desde el barómetro de julio, cuando un 38,9% aplaudía al gobierno local. Volviendo al pasado, en mayo de 2016 hasta un 52% veían buena o muy buena. En junio de 2018, un 55,1%.

Y luego hay un tercer grupo algo gaseoso que es el de que los que califican la gestión de la ciudad como normal: un 11,5% en el Barómetro de este diciembre, un 11,7% en junio. Por comparar, esa opción estaba en mayo de 2016 en un 16%.  Ese normal casi permite que cada cual lo incluya dónde quiera: entre los barceloneses que no ven bien la gestión de Colau o en los que no la ven mal.

Percepción y realidad

Son datos que el consistorio ha dado a conocer este martes y que ha explicado el primer teniente de alcalde de Cultura y concejal de Presidencia y Presupuestos, Jordi Martí. No es un barómetro excesivamente optimista para la labor del gobierno de Colau, porque también refuerza la idea de que la ciudad es insegura y sucia, o que por lo menos así la ve una parte relevante de la ciudadanía.

El consistorio considera que la situación real no casa con la percepción ciudadana y está mejor de lo que refleja el sondeo

La inseguridad no solo sigue siendo vista como el principal problema de la ciudad, sino que el grupo que lo denuncia crece de un 22% en julio pasado a un 24,8%. El segundo problema de la lista es la limpieza: un 15,8% lo señala: 4,3 puntos más que hace seis meses, cuando lo afirmaba un 11,5%. Son dos de las principales cuestiones que esgrimen los contrarios a la alcaldesa: una ciudad sucia e insegura.

Y en todo ello Martí aprecia una cierta distancia entre la percepción y los problemas reales, porque considera que Barcelona no vive una situación que case con estas denuncias. La distancia entre lo que pasa y lo que refleja el barómetro, ha argumentado el concejal, que es grande y que es de esperar que remita: “No quiero caer en la autocomplacencia”, ha afirmado al de esbozar esa explicación de los datos de la encuesta. ´

Contexto negativo

En su opinión, el contexto negativo de la situación económica, la inflación, la guerra de Ucrania, entre otros elementos, ha conformado una visión negativa que lleva a los ciudadanos a mirar con malos ojos a las administraciones.

Bien es cierto que según el propio barómetro municipal esta visión negativa de la gestión se da en el caso del ayuntamiento y de la Generalitat: un 48,4% ven mala o muy mala la gestión del Ejecutivo de Pere Aragonès, por el 44% de julio pasado, en tanto que un 31,3% la ven buena, por debajo del 36% de hace medio año. En el del Gobierno central la visión mejora, pero venía de una imagen más negativa: un 31% ve buena o muy buena su gestión (25,1% en julio) y un 50,1% la ve mala o muy mala (54,9%).  

Presupuestos

Martí ha aludido a la reciente aprobación de los presupuestos de la ciudad para 2023 como una muestra de estabilidad, y de capacidad de pacto por parte del gobierno, que ha logrado que las cuentas prosperasen cada año de este mandato con distintos aliados, con ERC como socio externo principal. Algo que contrasta con la visión negativa del barómetro, ha resumido.

En cuanto a seguridad, ha subrayado que los datos tampoco justifican que la preocupación ciudadana aumente: “Estamos significativamente y en cambio la percepción es significativamente peor. Estamos mejor que en 2019”, ha dicho citando el último año previo a la pandemia, ya que los dos posteriores, marcados por el covid, no son considerados susceptibles de poderse comparar con un ejercicio ordinario.

Los datos reales indican que los hurtos y robos violentos en las calle bajaron el pasado verano un 22,4% y un 12,5% respectivamente respecto del mismo periodo de 2019, según cifras que ha facilitado el ayuntamiento.

Sin datos electorales

Como es habitual, el barómetro no ha incluido información de intención de voto ni de calificación de los presidentes de los grupos por la proximidad de las elecciones municipales de mayo. Una peculiaridad que fue acordada en 1998 y que no deja de resultar paradójica, porque es cuando más interesantes resultan esos datos.