Las cuentas catalanas

La cesión de ERC en la B-40 facilita pero no cierra el pacto de presupuestos

Illa anuncia que la negociación se retomará el lunes y cita el aeropuerto como uno de los temas a resolver

El 'president' Pere Aragonès y el líder del PSC, Salvador Illa, este jueves en el Parlament

El 'president' Pere Aragonès y el líder del PSC, Salvador Illa, este jueves en el Parlament / MARTA SIERRA / ACN

Sara González
Xabi Barrena
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Pere Aragonès se desplazó desde su despacho en el Parlament a los del grupo parlamentario de ERC. La decisión, entre partido y Govern, era dura: renunciar a uno de los preceptos ideológicos de la fuerza, la oposición a la construcción de la autovía orbital B-40, en favor de la aprobación de los presupuestos. Una especie de gambito de dama, por usar la jerga ajedrecística. Pero, en el fondo, todos los republicanos temían que ni tan solo esa cesión garantizase de manera inmediata el apoyo del PSC a las tan ansiadas cuentas. Y lo confirmó el propio Salvador Illa, que si bien reconoció que el gesto de ERC suponía “un paso adelante”, acto seguido subrayó que no era suficiente. Los equipos de negociación volverán al ruedo el lunes, por lo que se alarga, una vez más, la resolución definitiva al serial por las cuentas.

La decisión de ERC deriva, en parte, del acuerdo sellado por parte del PSC y de Junts para cortocircuitar la puerta de atrás a través de la cual Aragonès confiaba capear la falta de cuentas nuevas en un contexto de prórroga de las del 2022. Es decir, la de ir aprobando el aumento de ingresos de una a una en forma de ratificación de los decretos ley que se derivaran. Socialistas y posconvergentes consiguieron que la prórroga de los presupuestos de 2022 se tramitara como proyecto de ley y así se garantizaron una vía para aprobar, a través de enmiendas, nuevas partidas, puenteando, si conviene, a Aragonès.

La moción que defendía la ejecución de la B-40, pues, suponía una especie de ‘match-ball' para el Govern: o se pactaba o se acababa el recorrido de la mejora de las cuentas, fuera por la puerta principal o la de servicio. 

Después vino el intento de rentabilizar la cesión por parte del ‘president’, al tiempo que se forzaban las costuras del PSC. Así, Aragonès traspasó toda la responsabilidad de que, ahora, ya sin el gran obstáculo del cuarto cinturón, no haya visos de que se vayan a aprobar los presupuestos. Un exhibir su concesión para que la respuesta socialista, a ojos de los republicanos, no pudiera ser otra que poner día y hora a la firma del acuerdo. "La disyuntiva no es entre presupuesto y prórroga, la decisión a tomar es entre atender a las necesidades del país o frenar el país por electoralismo", espetó Aragonès en una comparecencia concebida para poner el foco sobre el PSC. 

El 'president' dijo asumir "la contradicción, el coste y el desgaste político y personal" de haber cedido con un proyecto que no forma parte de su "modelo de país" -y es una obra, además, del Estado, que ya la podría haber hecho"-, porque "en el siglo XXI la movilidad pasa por el transporte público", pero ha defendido la maniobra ante la "necesidad y la urgencia" de que haya presupuestos este año. Así que ya no hay "ningún escollo ni excusa" para que no haya cuentas en Catalunya, ha rematado, no sin recordar el espaldarazo que recibió de los sindicatos y las patronales.

Pero para el líder de los socialistas, que es consciente de que ese voto es la garantía para alargar la vida del Govern en minoría, la renuncia republicana supone un empujón al acuerdo. Pero no el definitivo. 

Para Illa, con la votación matinal en la que ERC ha aceptado la moción en favor de la B-40 de los socialistas, "se respeta la voluntad mayoritaria del Parlament y del territorio" porque se trata de una infraestructura "necesaria para la prosperidad". Con todo, y tras alabar el "coraje" de Pere Aragonès por ceder en la cuestión de la autovía orbital, Illa no pudo evitar cierta crítica a los republicanos. "Se cumplen cinco semanas desde que lanzamos la propuesta para tener unos presupuestos. Queda trabajo por hacer, hay aspectos sobre el aeropuerto a trabajar. Habría que reflexionar sobre por qué se tarda tanto en avanzar", aseveró.

En las filas republicanas se daba por descontado que Illa no daría por finalizada la negociación. En la sede de la calle de Calàbria barruntan que tras la atribuida voluntad de hacer encallar los presupuestos se esconden motivos demoscópicos, en concreto el fin de cierto 'momentum' socialista alcanzado tras la ruptura del Govern, en octubre. Y entre las filas socialistas se hace hincapié que su voto afirmativo supone alargar la legislatura de Aragonès, cosa que es difícil de digerir para algunos de sus cuadros, y que si se produce debe tener un alto coste político para ERC. Insisten en que aún quedan carpetas abiertas, entre ellas, la ampliación del aeropuerto.

Cambio de actitud

Aún así, causó cierta sorpresa el tono conciliador de Illa reconociendo "el coraje" de Aragonès por comerse sapos, culebras y principios programáticos. Antes de la comparecencia del 'president', los socialistas aseguraban que querían ver "el tono" para poder modular su respuesta. Tras el gesto de ERC y la reacción de Illa, apuntaron fuentes republicanas, ven "difícil que puedan echarse ahora atrás". También dijeron tener asumido que el ‘sí’ definitivo, si se da, no se producirá antes del congreso de ERC, que se celebra este sábado en Lleida. Que las reuniones se retomen ya el lunes es, según el jefe de la oposición, por un tema de encaje de agendas.

Los republicanos contaron con la plena comprensión de los Comuns, que fueron informados previamente de la cesión que harían los republicanos. Beneficiados ambos partidos de que la gran demanda del PSC depende, presupuestariamente, del Estado, los Comuns trasladaron a ERC este jueves que mientras no hubiera asignación de dinero a la B-40, el pacto seguía en pie. La líder de los Comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, aseguró que tiene el "compromiso intacto" del presidente de la Generalitat para que no se destine ninguna partida presupuestaria a la autovía, al Hard Rock y a la ampliación del Aeropuerto de Barcelona, ya que de lo contrario romperían en acuerdo de presupuestos que firmaron con el Govern.

Sobre el PSC, Albiach reiteró las críticas empleadas ya en la sesión de control al ‘president’ del miércoles y señaló que "más que escollos lo que hay son excusas", Preguntada por hasta qué punto está dispuesta a mantener el apoyo al Govern si ERC se compromete con estos proyectos, Albiach ha respondido: "Quien tiene la contradicción no es el PSC si consigue que ERC pacte esos proyectos a parte del Presupuesto, quien tiene la contradicción es ERC".