En el Parlament

ERC cede ante el PSC y acepta las obras de la B-40 para desencallar los presupuestos

Los republicanos anuncian su voto afirmativo a la moción de los socialistas que recoge la ejecución de esta carretera

El líder del PSC, Salvador Illa, y el 'president' Pere Aragonès, en el hemiciclo del Parlament durante la sesión de control.

El líder del PSC, Salvador Illa, y el 'president' Pere Aragonès, en el hemiciclo del Parlament durante la sesión de control. / Mariona Puig / ACN

Sara González
Xabi Barrena
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Movimiento de Esquerra para lograr que Catalunya tenga presupuestos este 2023. La negociación entre ERC y el PSC continúa, pero los republicanos han dado un paso adelante aceptando el planteamiento sobre la B-40 que los socialistas plasmaron en una moción que se debate y se vota este jueves en el Parlament. El gesto de los republicanos persigue desencallar las complejas conversaciones que quedaron enrocadas, precisamente, en la ejecución de las obras del cuarto cinturón, en esencia, en el tramo entre Terrassa y Sabadell. Está por ver, en las próximas horas, si esta maniobra permite el 'sí' a las cuentas del partido de Salvador Illa y, con ello -y los ocho votos de los Comuns asegurados- dar luz verde a las cuentas catalanas.

Después de que el PSC y Junts se aliaran el miércoles para cortocircuitar el plan b del 'president' Pere Aragonès, que consistía en ir decreto a decreto inyectando recursos en escenario de prórroga de no lograr unos nuevos presupuestos, los republicanos han cedido al ver que el Govern podía quedar debilitado, atado de pies y manos a los designios de los dos partidos, con fuerza suficiente para que el Parlament fuerce al Govern con proyectos y nuevas partidas que no agradan a ERC. Y es que socialistas y posconvergentes consiguieron que la prórroga de los presupuestos de 2022 se tramitara como proyecto de ley y, así se garantizaron una vía para aprobar, a través de enmiendas, nuevas partidas, puenteando, si conviene, a Aragonès.

Ante ese escenario, los republicanos han hecho el último intento para desbloquear la situación. Desde el atril han manifestado su "decepción" ante las "excusas" del PSC para "dejar Catalunya sin presupuestos" y han anunciado, a regañadientes, que votarían a favor de la ejecución de la B-40 con el propósito de que esta no sea un escollo para impedir unas nuevas cuentas. Al resto del texto, que incluye la ampliación del aeropuerto, los republicanos se abstienen. "En sus manos queda", ha resumido el diputado republicano Ferran Estruch mirando directamente a la bancada socialista.

"El paquete es mucho más amplio", ha replicado el diputado del PSC Jordi Terrades, que pese asegurar que "valora el gesto" de ERC le ha recordado que hay otros aspectos presupuestarios que no están cerrados. Un síntoma de que para Illa ni tan solo esta cesión de Aragonès -no exenta de polémica interna en su partido- es suficiente.

El PSC ha buscado con esta moción acorralar a ERC hasta tal punto que se viera en la tesitura de decidir, con su votación, si daba por finiquitada o no la negociación de presupuestos. No en vano la portavoz socialista en el Parlament, Alícia Romero, ha dejado claro a primera hora en una entrevista en Ràdio 4 que si los republicanos votaban en contra de las infraestructuras que defienden, se podía dar por descontado que no habrá pacto para las cuentas. 

Que la disyuntiva ha calado en las filas republicanas se ha hecho evidente cuando el ‘conseller’ de Territori, Juli Fernàndez, exalcalde de Sabadell y una de las caras más visibles de ERC a la hora de oponerse a la B-40, no ha hecho ni una sola referencia a esta carretera durante la moción sobre infraestructuras planteada por Ciutadans.

El turno de Illa

Ahora, ante la cesión de ERC, la pelota vuelve a estar en el tejado de Salvador Illa. Aún así, los socialistas ya han labrado el discurso durante esta semana de que ni tan solo un acuerdo en esta moción que defiende también la ampliación del aeropuerto del Prat significa necesariamente que vaya a dar su ‘sí’ a las cuentas. Mientras el Govern insiste en que todas las partidas están cerradas y que por eso hace dos semanas que la ‘consellera’ de Economia, Natàlia Mas, no acude a las reuniones, el PSC replica que aún hay algunas discrepancias no resueltas.

Los 'comuns', por ahora, han disipado el riesgo de deshacer el acuerdo de presupuestos sellado con el Govern tras el voto afirmativo de ERC a la B-40, que la ubican fuera del estricto pacto económico. El diputado Marc Parés ha acusado al PSC de construir una "mayoría de bloqueo" de la mano de Junts ante la incapacidad de construir una "mayoría de gobierno" alternativa. "Si quieren gobernar, presenten una moción de censura", ha espetado.

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