Memoria histórica

Interior no ve discutible ceder la comisaría de Vía Laietana: "No está sobre la mesa"

ESPECIAL MULTIMEDIA | ¿Qué hacemos con la jefatura de policía de Via Laietana?

Fuentes del ministerio aseguran que "se volverá a retocar" el edificio de Barcelona siguiendo el plan de modernización, lo cual implica una nula previsión de traspasarlo

Edificio de la Jefatura de la Policía Nacional en Vía Laietana.

Edificio de la Jefatura de la Policía Nacional en Vía Laietana. / Joan Cortadellas

Juan José Fernández

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La dirección General de la Policia no dará “de ninguna manera” un visto bueno a una hipotética cesión de la sede de la Jefatura de la Policía Nacional en Barcelona para convertirla en centro didáctico de memoria histórica, aseguran fuentes de la alta cúpula policial consultadas por EL PERIÓDICO. Estas fuentes descartan incluso haber barajado respuesta alguna a la exigencia del gobierno municipal de Ada Colau, reformulada nuevamente por ERC el 16 de diciembre con una moción dirigida a la mesa del Parlament que se trató seis días después.

Es igual de rotunda en Interior la negativa a entregar el edificio de Vía Laietana a la Generalitat o al Ayuntamiento para convertirlo en "centro de memoria, dignidad, democracia, información, divulgación y reparación de las personas víctimas de la dictadura franquista", como rezaba la moción de ERC, suscrita el 22 de diciembre por los 'comuns', Esquerra y Junts. De hecho, en el ministerio que dirige Fernando Grande-Marlaska despachan el asunto respondiendo a la pregunta de este diario: “Ese tema no está ni ha estado sobre la mesa”.

Las mismas fuentes gubernamentales restan importancia a la reavivada reclamación, esta vez en el Parlament: "Esta petición se lleva haciendo veinte años y se usa cuando conviene", dicen. Hace algo más de un año, en octubre de 2021, en un discurso pronunciado en el Auditori de Barcelona por el día de los Ángeles Custodios, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, defendió la comisaria de Vía Laietana como espacio "en el que varias generaciones de policías contribuyen a fortalecer la democracia".

Las fuentes de Interior verbalizan su portazo sin perjuicio de que otros brazos del Gobierno pudieran mantener otros contactos. El equipo del ministro Grande-Marlaska no prevé que le pida la cesión otro miembro del gabinete. Hecha la consulta sobre si el titular de Interior ha tenido que responder a preguntas sobre este asunto de un colega del Consejo de Ministros, en Interior responden: “Esta vez no”.

Bombillas nuevas

El mapa del Catastro dice que en el número 43 de la Vía Laietana se levanta un edificio clasificado como "singular", que se construyó en 1929 y que tiene su bajo, su entresuelo y sus cinco plantas y 4.528 metros cuadrados construidos dedicados al uso público.

En 1989 abordó el Estado la última gran reforma del edificio, y treinta años después, en octubre de 2019, la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado (la firma pública SIEPSE, que hace todas las obras en cárceles, comisarías y casas cuarteles del Estado) diseñó un "proyecto de acondicionamiento" de la climatización, electricidad y ventilación de esa sede de la Policía.

Los trabajos, bajo dirección del ingeniero catalán Carlos Zapater Carreras, se inscribieron en un plan de Interior para modernizar instalaciones policiales, con un coste previsto de 2.188.825,51 euros, de los que más de 600.000 se destinaban a aparatos de aire acondicionado y más de 300.000 a bombillas modernas para los techos e interruptores nuevos en las paredes. El plan de modernización abarca hasta 2025. Busca, entre otros objetivos, reducir en lo posible el consumo energético del enorme parque de edificios de la Seguridad de Estado. Fuentes de Interior aseguran que "se volverá a retocar" el edificio de Barcelona, lo cual implica una nula previsión de cederlo en un futuro a corto o a medio plazo.

Oposición de los policías

Ni a corto, ni a medio ni a largo: causa un frontal rechazo entre los sindicatos policiales la posibilidad de que la actual dotación de la Jefatura salga del casi centenario edificio de Vía Laietana y de que sus instalaciones pasen a ser recordadas permanentemente como "espacio de tortura durante el franquismo", como ha propuesto Esquerra. 

Preparando una respuesta a una pregunta similar a la formulada por este diario a Interior, Toni Granados, coordinador en Catalunya del Sindicato Unificado de la Policía (SUP), se tomó su tiempo para indagar en las historias de la Guerra Civil de la ciudad, para enumerar en un informe cuántas checas u otros lugares de tortura funcionaron en la capital catalana durante la contienda. Tiene contadas once. “Sí vamos a hacer memoria histórica de torturas, hagámosla de todo el siglo XX y no solo de una parte -dice-. Para hacer ese centro de memoria, ¿por qué no piden uno de esos edificios donde hubo checas?".

Hay una coincidencia en la argumentación de las fuentes consultadas en Madrid y la de Granados: "Ningún agente de la Policía que presta su servicio hoy en Barcelona estaba en activo cuando murió Franco. Y, a la mayoría de la plantilla, cuando se aprobó la Constitución, aún le faltaban años para entrar en la academia".

Uno de los uniformados de Barcelona, sin adscripción sindical, se revuelve cuando se le cita el asunto: "Quieren unir nuestra imagen a la del franquismo como sea", y se lamenta: "Quieren señalar esta casa como centro de represión, pero quienes trabajamos ahí tenemos que ver con el franquismo lo que cualquiera de nuestra generación: nada. Nosotros lo que recordamos, más bien, son las encerronas, las amenazas, los incendios y los gritos de odio a la puerta de este edificio en las noches de octubre de 2019".

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