Expreso político

Carles Vallejo: "La comisaría de la Via Laietana es el agujero negro de la represión del franquismo"

ESPECIAL MULTIMEDIA | ¿Qué hacemos con la jefatura de policía de Via Laietana?

Víctima de torturas en 1970, el sindicalista reclama "valentía" al Gobierno del PSOE para "estar al lado de las víctimas" y transformar la prefectura en un espacio de memoria

Carles Vallejo, delante de la comisaría de la Via Laietana, donde fue torturado durante 20 días

Carles Vallejo, delante de la comisaría de la Via Laietana, donde fue torturado durante 20 días / ZOWY VOETEN

Sara González

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Cuando fue detenido el 17 de diciembre en la puerta de su casa en el Poblenou, Carles Vallejo (Barcelona, 1950) llevaba en su macuto un poema de Rafael Alberti. “Ellos serán los seis clavos, los últimos, de esa España que solo sabe de muerte”, rezaban los versos del poeta por los seis jóvenes vascos condenados a muerte por Franco en el ‘Proceso de Burgos’. Por ellos y por formar parte de la organización de las comisiones obreras de la Seat´, fue detenido, torturado en la comisaría de Via Laietana y condenado por “propaganda ilegal”. 52 años después, y a tenor de la aprobación de la nueva ley de memoria histórica, Vallejo, que preside la Associació Catalana d'Expresos Polítics del Franquisme, ha presentado una querella por crímenes de lesa humanidad, una acción que forma parte de la ofensiva para poner fin a la impunidad y lograr que la prefectura de la Policía Nacional en Barcelona se transforme en un espacio de memoria.

¿Qué significa para usted la comisaría de la Vía Laietana 52 años después de haber sufrido torturas?

Es el agujero negro de la represión del franquismo. Dentro de la topografía del terror de Barcelona, es el punto más transcendental donde se ejercía la tortura sistemática a los antifranquistas. Yo era un trabajador de la Seat con conciencia social y democrática e intenté organizar el sindicalismo, que estaba prohibido. La consecuencia fue la detención, las torturas y las condenas. 

¿Cómo fue su detención?

Me vinieron a buscar a mi casa cuando iba a trabajar. Se me tiraron encima tres personas e imaginé de forma inmediata de qué se trataba. Intenté correr, pero me atraparon y empezó la pesadilla, los malos tratos con patadas y golpes durante todo el trayecto hasta Via Laietana. Cuando me detuvieron llevaba el macuto con el bocadillo, las llaves, los documentos y lo que ellos llamaban propaganda clandestina, que era un poema de Rafael Alberti.

Cuando vio que entraba en la comisaría de Via Laietana, ¿era consciente de que duraría 20 días?

Lo veía a venir porque se había decretado el estado de excepción por el Proceso de Burgos. No era inocente, sabía el riesgo que asumía. En la normalidad de la dictadura las detenciones eran de 72 horas, pero no estábamos preparados para detenciones indefinidas. Estás en penumbra, no sabes si es de día o de noche, no tienes reloj ni contacto con nadie del exterior. Pierdes la noción del tiempo. De los golpes, tenía toda la zona de la barriga negra y les daba igual porque tenían la complicidad de los médicos forenses.

¿Qué impacto tuvo este episodio en su vida?

Me ha marcado el destino. Me despidieron de la Seat por incomparecencia, porque fui a la cárcel. Tras los 20 días en la comisaría, estuve seis meses en La Model. Me volvieron a detener en noviembre del mismo año y estuve en prisión un mes más. Ante la petición del fiscal, más de 20 años por propaganda y asociación ilegal, en enero de 1972 me fui al exilio, primero en Francia y luego en Italia, hasta 1976. Volví con el indulto de ese año. Los que pasamos por Via Laietana sufrimos consecuencias de todo tipo. Nadie se ha preocupado de atender las secuelas psicológicas de la tortura, cosa que en otros países democráticas se ha hecho.

"Nadie se ha preocupado de atender las secuelas psicológicas de la tortura, cosa que en otros países democráticas se ha hecho"

¿Por qué cree que, si ya se transformó la Model en espacio de memoria, cuesta tanto que pase lo mismo en el caso de la prefectura?

No entiendo que un gobierno de izquierdas, un Gobierno del PSOE, se mantenga sordo ante la reivindicación de lo que es un espacio de dolor. No puede ser un espacio policial un edificio de memoria del dolor de los demócratas que luchaban contra la dictadura. No se puede comparar la policía franquista con la actual, pero si quieren que esta comparación no sea fácil, la mejor manera es marcharse de ahí. Los primeros en estar incómodos allí deberían ser los propios profesionales.

¿Qué espera de la denuncia presentada por crímenes de lesa humanidad?

Hasta ahora no ha prosperado ninguna. Pero en la nueva ley de memoria hay grietas para intentar que salga adelante. La ley declara ilegales e ilegítimas las condenas sufridas y esto debería ser un elemento más para que la querella prospere. Lo sabremos a mediados de febrero.

¿Qué le pide al Gobierno de Pedro Sánchez?

Yo sé que están incómodos y que en el fondo querrían acabar con esta patata caliente. Lo que no entiendo es ese miedo a ciertos estamentos policiales y de la derecha política y mediática. Se tiene que tener la valentía de demostrar que se está de parte de las víctimas y la mejor manera de demostrarlo es traspasar la comisaría de Via Laietana de uso policial a uso memorial. Sería un gesto de valentía y no de debilidad. 

¿Ha hablado con los socialistas de esta cuestión?

Sí, están en una situación muy incómoda. Formaban parte de la cultura antifranquista y provienen de una cultura democrática. La mejor manera es dar el salto ya y acabar con estas reticencias y miedos. Será una manera de hacer cultura democrática en un momento de auténtica involución en Europa y en el mundo. Las nuevas generaciones tienen que conocer el pasado y el sacrificio que fue luchar por las libertades, porque nadie nos las ha regalado.

"Hay gente que sigue sin poder pasar por delante o que es una angustia hacerlo"

El despacho de la asociación que preside está a escasos metros de la prefectura. ¿Qué piensa cada vez que pasa por delante?

No he vuelto a entrar porque no nos dejan. En la querella pedimos visitarla como elemento pericial y testifical. Necesito ir a ver para recordar lo que me pasó. Para mí pasar por delante fue un tabú durante muchos años y hay gente que sigue sin poder pasar por delante o que es una angustia hacerlo. Yo ese grado lo he superado, pero cada vez que paso por allí me viene a la cabeza lo vivido. Hay gente que no ha hablado y que aún lleva el sufrimiento en silencio. Los pocos que nos atrevemos a explicar esa experiencia nos vemos con el deber y la obligación de hacerlo en nombre de los que no pueden o no han podido hacerlo porque ya no están aquí.

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