Crisis institucional

Sánchez pide al PP que cumpla la ley y obvia su "estrategia de ensuciar el debate del CGPJ"

El Gobierno no rebate a los populares su acusación sobre la supuesta reunión con Puigdemont para negociar la sedición

"No podemos naturalizar que Feijóo incumpla la Constitución", señalan en la Moncloa

Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez. / EP

Pilar Santos
Miguel Ángel Rodríguez
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"No vamos a caer en la trampa. Nuestro tono va a ser sosegado. La agresividad se la dejamos a ellos", decía un asesor de Pedro Sánchez este miércoles después de ver la estrategia que el PP ha empezado a aplicar para justificar su ruptura de las negociaciones para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). La dirección del partido conservador incluyó en su argumentario de este miércoles una página entera dedicada a "la alfombra roja a Puigdemont", en referencia al supuesto ofrecimiento que el Gobierno habría hecho al 'expresident' para reducir el delito de sedición y que él se beneficiara de ello si algún día vuelve a España. La presunta propuesta la dio a conocer el dirigente independentista en una carta que publicó el domingo en las redes sociales.

Todos los políticos del PP están repitiendo estas últimas horas con distintas palabras la idea que se plasma en el argumentario de Génova: "El mismo Sánchez que prometía que traería a Puigdemont de vuelta a España para ponerlo a disposición de la justicia, ahora va a Bruselas a ofrecerle indultos y cambiar la ley para reducir la pena". Fuentes de la Moncloa consideran que el PP ha optado por la "estrategia de ensuciar el debate del CGPJ" para "tratar de confundir a los ciudadanos" y esconder lo "obvio": "Alberto Núñez Feijóo, el supuesto líder moderado, incumple la Constitución. Como sociedad, no podemos naturalizar que está vulnerando nada menos que la Carta Magna".

"¿Quién es ese nuevo señor X del PSOE que fue a ver a Puigdemont?", lanzó Gamarra (PP) en el primer minuto de la sesión parlamentaria

Falta de equipo

En el Gobierno creen que este nuevo choque con el líder popular ha puesto de manifiesto que Feijóo está "solo", "sin equipo". "Desde que él habla el viernes, nadie más sale a justificar la decisión de romper las negociaciones hasta el lunes", subrayan fuentes del Ejecutivo. Además, este episodio, añaden, llega después del "fracaso con su plan de bajar impuestos", en referencia a la dimisión de la ultraliberal primera ministra británica Liz Truss, y del "error de burlarse del tope ibérico" del gas, al que el PP calificó durante semanas como "timo ibérico". Pese a esa ácida crítica, Bruselas ha llegado a estudiar la posibilidad de extender a toda la Unión Europea la excepción permitida a Portugal y España para poner un límite al precio del gas utilizado para generar electricidad, y así contener la inflación.  

En el Ejecutivo no quieren adelantar acontecimientos sobre cómo se puede retomar la negociación con el PP para desbloquear el CGPJ y están tratando de mantener el foco en denunciar los problemas de "liderazgo" que este asunto ha acarreado al presidente de los populares, que tomó la decisión de romper las negociaciones del CGPJ entre presiones de Isabel Díaz Ayuso y algunos medios conservadores.

Ni siquiera quieren aclarar si Sánchez se atreverá finalmente a nombrar a los dos magistrados del Tribunal Constitucional que le toca escoger al Gobierno si los vocales del CGPJ no hacen lo propio con los dos que le corresponden designar a ese órgano. El Constitucional se renueva por tercios y en junio caducó el mandato de cuatro de sus miembros. "Vamos a esperar a ver qué hacen los jueces conservadores [del CGPJ], que se reúnen esta noche de miércoles", afirmaron fuentes de la Moncloa sobre la posibilidad de que el poder judicial acabe nombrando al par que le toca.

"El señor X"

La estrategia del Gobierno quedó patente en la tradicional sesión de control al Gobierno. Desde el primer minuto de la jornada parlamentaria, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, trató de llevar la discusión hacia la supuesta negociación del Ejecutivo con el 'expresident' Puigdemont sobre su futuro judicial: "¿Quién es ese nuevo señor X del PSOE que fue a ver a Puigdemont?", lanzó a Sánchez. El presidente del Gobierno obvió la pregunta y no modificó su tono. El mismo silencio y actitud que replicarían minutos más tarde las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera y los ministros Fernando Grande-Marlaska (Interior) y Pilar Alegría (Justicia) ante los interrogatorios similares que les hicieron los diputados del PP en sus respectivas preguntas parlamentarias. 

Sánchez sí pidió a Gamarra que el PP "cumpla con la Constitución", pero en ningún momento echó en cara a los conservadores haberse levantado de la mesa de negociación para renovar este órgano. Ni él ni ninguno de los ocho ministros que le siguieron, hasta que le llegó el turno a Bolaños, principal negociador en este asunto con el PP. El ministro de la Presidencia recordó que el PSOE renovó el CGPJ en 2013, pese a que gobernaba Mariano Rajoy (PP) y estaban en contra de muchas de las medidas que impulsó. A renglón seguido, subrayó que la decisión de Feijóo deja su liderazgo "tocado, probablemente hundido" y le acusó de agravar "una crisis institucional". Curiosamente, fue en una réplica a una pregunta de Vox. No al PP.

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