Relevo en la posconvergencia

Pulso en Junts: Similitudes y diferencias entre Jordi Turull y Laura Borràs

La presidenta del Parlament y el 'exconseller' confirmarán el martes si pactan o se disputan el liderazgo del partido

La candidata de JxCat a la presidencia de la Generalitat  Laura Borras (c)  y los exconsellers Josep Rull (i) y Jordi Turull (d)

La candidata de JxCat a la presidencia de la Generalitat Laura Borras (c) y los exconsellers Josep Rull (i) y Jordi Turull (d) / Susanna Sáez / EFE

Fidel Masreal

Fidel Masreal

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Pase lo que pase en el congreso que Junts per Catalunya celebrará el 4 de junio, Jordi Turull y Laura Borràs serán, en un cargo u otro, las figuras clave de la formación de cara al futuro, en un contexto de renovación de equipos en el partido de Carles Puigdemont. El 'expresident' ha decidido ceder el testigo en la presidencia, siguiendo los pasos del todavía secretario general, Jordi Sànchez.

Estas son las similitudes y diferencias entre un 'exconseller' de origen convergente y larga trayectoria política, y una presidenta del Parlament con un currículum político más corto pero intenso.

El discurso

Jordi Turull (Parets, 1966) ha pasado, en paralelo a la evolución del 'procés', de defender las tesis oficiales de Convergència a proclamar la necesidad de volver a pasar a la acción, como se hizo en el 1-O, para lograr la independencia de Catalunya. Su espacio ideológico siempre ha sido el que marcaba oficialmente CiU en su momento, después el PDECat y, finalmente, Junts. Es decir, defendió la reforma laboral del Gobierno del PP que apoyó CiU, tal como ahora defiende la posición de Junts basada en el rechazo casi frontal a las políticas del Ejecutivo central. En cuanto al 'procés', tras pasar por la cárcel al ser condenado a 12 años y posteriomente indultado por el Gobierno de Pedro Sánchez, ha mantenido un discurso contundente: "No he pedido perdón". Proclama la necesidad de la unidad independentista para retomar la iniciativa y lograr la independencia mediante la "acción", que comportará sacrificios, y sin descartar la unilateralidad más pronto que tarde.

Laura Borràs (Barcelona, 1970) se ha proclamado siempre "hija del 1-O" al margen de los partidos y ha basado su discurso en la necesidad de ejercer la autodeterminación. En campaña prometió "activar" la declaración de independencia si vencía en las elecciones. Discurso similar al de Turull, que promete "culminar" ese "mandato". Borràs ha mostrado su rechazo al pacto de Junts con el PSC en la Diputación de Barcelona y ha firmado sin dudarlo a favor de bloquear cualquier acuerdo con los socialistas. Como presidenta del Parlament prometió, en su intervención inaugural, que ninguna institución española, política o judicial, cometería "injerencias" sobre la soberanía de la Cámara catalana, pero meses después, en el 'caso Juvillà', acató la retirada del escaño al diputado por orden judicial. Ideológicamente, no se ha mojado en exceso y en campaña evitó concretar su posición en asuntos como la fiscalidad o la política laboral.

Su discurso independentista es similar pese a trayectorias políticas muy dispares

El origen

Turull procede de la política de partido y es conocido por ser un hombre de aparato. Comenzó en las juventudes de CDC, fue concejal en su ciudad (Parets del Vallès), fue diputado en la Diputación de Barcelona, ocupó un cargo institucional (en el Institut Català del Voluntariat) ya en 1996, y en el partido pasó de la dirección comarcal a mandar en el grupo del Parlament. Tras el paso por el PDECat, se unió a Junts. No se ha apartado del guion oficial, pese a que ha vivido momentos de gran zozobra: cuando no fue el elegido para dirigir el PDECat o cuando no logró ser investido presidente de la Generalitat porque la CUP no le apoyó la víspera de ingresar en la cárcel. Siempre ha mantenido la fidelidad interna pese a que tuvo claro en cierto momento la necesidad de un cambio a fondo de la formación. Y en el 'procés', formó parte del núcleo duro que sucedió a los 'consellers' que, como Neus Munté en Presidència, dejaron el Govern poco antes del 1-O en desacuerdo con lo que se iba a llevar a cabo.

Borràs no procede de la política de partido y hace gala de ello. Su trayectoria se movía en el mundo académico. Dirigió la Institució de les Lletres Catalanes y su carrera ha sido meteórica en pocos años: de 'consellera' de Cultura pasó a candidata de Junts per Catalunya en las elecciones generales. No consiguió un resultado muy favorable y, tras ello, regresó a la política catalana como candidata a la presidencia de la Generalitat. Tras lograr la tercera posición, decidió no optar a formar parte del Govern de Pere Aragonès, de ERC, y fue elegida presidenta del Parlament con el apoyo de los republicanos. Es experta en teoría de la literatura y literatura comparada. A nivel político, ha defendido la unidad independentista y se ha decantado siempre por las posiciones de Puigdemont y del 'expresident' Quim Torra.

Los apoyos

Turull cuenta con un apoyo rotundo de buena parte de los cargos del partido y en el Govern, tal como lo demuestra el manifiesto a su favor hecho público el 3 de mayo, coincidiendo con el paso atrás de Puigdemont. El exdirigente de CDC ya contaba con un núcleo de cargos en la Generalitat y el partido que lo apoyaban como futuro líder en detrimento del actual secretario general, Jordi Sànchez. Se trata de cargos procedentes de CDC, como Josep Rull, Damià Calvet o Meritxell Budó, entre otros, así como figuras del partido descontentas con Sànchez que lo consideran la persona ideal para poner orden en el partido.

Borràs se ha rodeado de un grupo de fieles en el Parlament y cuenta con el apoyo incondicional del 'expresident' Quim Torra. Todos ellos ensalzan a la presidenta por estar al margen de los partidos para ir hasta el final en sus postulados independentistas. Entre las bases del partido, en todos los actos en los que participa -que son muchos- logra gestos de entusiasmo y fervor, lo que la lleva a ella y a su entorno a confiar ciegamente en ganar todas las partidas contra los aparatos de los partidos. Frente a los apoyos, Borràs tiene a detractores de peso, que admiten el tirón que tiene como cartel electoral pero le reprochan personalismo, falta de coherencia y de grosor político.

El 'exconseller' ha sido siempre un hombre de partido y la presidenta del Parlament reivindica su personalismo

Los hándicaps

El punto débil de Turull, según algunos cargos de Junts, es su pasado netamente convergente -en un partido que hoy reivindica precisamente superar las anteriores siglas politicas- y el hecho, por ejemplo, de que acompañó a Oriol Pujol a declarar ante el juez por un 'caso ITV', que acabó en condena por comisiones ilegales.

El talón de Aquiles de Borràs es que tiene pendiente un juicio por malversación, relacionado con su etapa al frente de la Institució de les Lletres Catalanes. Ella vincula el caso a la "represión" del Estado, pero internamente se tiene en cuenta que una posible condena puede truncar su carrera o, de entrada, limitarla.

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