XXVI Conferencia de Presidentes en La Palma

Gobierno y autonomías pactan rebajas fiscales para mitigar el impacto de la guerra

Sánchez y los presidentes acuerdan una declaración unánime de respaldo a la posición del Ejecutivo en la UE y de bajadas de impuestos, aunque sin perfilar

Aragonès aprecia compromisos de mínimos aunque echa en falta concreciones y Ayuso desborda la templanza de Feijóo y sube el listón de las exigencias

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en la XXVI Conferencia de Presidentes, celebrada este 13 de marzo de 2022 en el Museo Arqueológico Benahoarita de Los Llanos de Aridane, en la isla canaria de La Palma.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en la XXVI Conferencia de Presidentes, celebrada este 13 de marzo de 2022 en el Museo Arqueológico Benahoarita de Los Llanos de Aridane, en la isla canaria de La Palma. / EFE / JUAN CARLOS HIDALGO

Xabi Barrena
Juanma Romero
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La monstruosa guerra en Ucrania, las devastadoras consecuencias que ya asoman de un conflicto bélico que con seguridad cambiará el mundo, han forzado el primer pacto político de alcance en mucho tiempo. Un cambio de clima en el que también ha influido el giro de timón en el PP y el relevo de Pablo Casado por un dirigente con un perfil más componedor, Alberto Núñez Feijóo. Gobierno y autonomías, reunidos este domingo en la XXVI Conferencia de Presidentes en la isla canaria de La Palma, alumbran un acuerdo unánime que supone la defensa cerrada a la posición sostenida por Pedro Sánchez ante la Unión Europea para que revise el mercado energético y que implicará también una rebaja de impuestos que atenúe el impacto de la contienda en Ucrania y cuyo recorrido ha de concretarse aún. "Vamos a ayudar a arrimar el hombro", resumió el jefe de la Xunta, reconociendo los "avances" de la cumbre. "Hoy España sale más fuerte porque estamos más unidos", glosó satisfecha la ministra portavoz, Isabel Rodríguez. Un ambiente de concordia al que contribuyó la presencia del 'president', Pere Aragonès, y del que se desmarcó con rotundidad —nada raro en ella— la jefa del Ejecutivo madrileño, Isabel Díaz Ayuso, al desbordar las demandas de sus compañeros de partido y de su nuevo líder.

La plasmación del acuerdo de esta XXVI Conferencia fue la declaración conjunta [aquí en PDF], firmada por todos tras seis horas de debate en el Museo Arqueológico Benahoarita de Los Llanos de Aridane, en La Palma. El texto fue elaborándose durante el día y se compone de cuatro puntos. Uno, la expresión del apoyo al Gobierno en su posición ante el próximo Consejo Europeo, el 24 y 25 de marzo, para lograr una "rebaja de los precios de la energía". Dos, "impulsar la ejecución de los fondos europeos por parte de todas las administraciones públicas". El documento incorpora, como quería Sánchez, el compromiso de "dejar al margen las discrepancias partidistas". Es decir, que no se utilicen los fondos contra el Ejecutivo, como sí hizo Casado.

Tercer punto, gestionar de forma "coordinada" la acogida de refugiados ucranianos. El presidente adelantó al comienzo de la cita que habrá disponibles 5.400 plazas del Estado y otras 12.800 proporcionadas por comunidades y ayuntamientos. Los líderes autonómicos pidieron recursos para hacer frente a la recepción de desplazados y Sánchez les trasladó la "tranquilidad", dijo Rodríguez, de que habrá los "fondos necesarios". Se dispondrán tres centros de acogida (Madrid, Barcelona y Alicante) y un cuarto posible en Málaga.

Se pacta asimismo impulsar la ejecución de los fondos europeos y dejarlos al margen de las luchas partidistas y coordinar la llegada de refugiados

Cuarto elemento: el plan nacional de respuesta, para amortiguar los efectos de una guerra que, como les advirtió Sánchez, será "larga" y con el riesgo de que se "cronifique". Ahí se incluye la "intensificación" de las medidas ya anunciadas hasta ahora, como "las rebajas fiscales" para atenuar el impacto de los precios de la energía "en los recibos que pagan familias y empresas". Ese punto fue, el que según Feijóo, más costó arrancar a Sánchez, y el que dejaba a los barones del PP (también a Aragonès) más insatisfechos. Sánchez subrayó que el Ejecutivo hará "todo lo que esté en su mano" para ayudar a industrias y familias, y recordó que los recortes impositivos aprobados hasta ahora supondrían una merma de entre 10.000 y 12.000 millones de euros si se prolongasen durante todo el año. En otras palabras, que el Ejecutivo está dispuesto a poner toda la potencia del Estado al servicio de los más vulnerables, para que no sean "rehenes del chantaje energético" de Vladímir Putin.

Sánchez avanzó que España ya está comenzando la labor de documentación para "impulsar los trámites ante la Corte Penal Internacional" para iniciar los procedimientos por crímenes de guerra y lesa humanidad" contra el autócrata ruso, y demandó ayuda a las comunidades para poder aplicar las sanciones a los oligarcas con la "máxima eficacia".

Gira por Europa

El jefe de la Xunta y el andaluz Juanma Moreno habían liderado la demanda de una bajada de impuestos de la electricidad y de los hidrocarburos, llegar hasta el tipo superreducido, el 4%. El texto final, sin embargo, no entra al detalle. Rodríguez alegó que la virtud del plan es que es "abierto y dinámico", y ahora el Gobierno quiere hablar con los grupos políticos, con los agentes sociales, con los sectores implicados y, de nuevo, con las comunidades a través de una conferencia sectorial que pilotarán esta semana las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera y los ministros económicos. En paralelo, Sánchez emprenderá una intensa gira por Europa en los próximos días para ganar apoyos de cara al Consejo Europeo de finales de mes.

Es decir, que el presidente logra ganar tiempo hasta ver cómo respira la UE y qué consigue arañar, pero entretanto puede lucir el apoyo institucional unánime en España, lo que no quita para que, si los Veintisiete no emiten señales positivas, el Gobierno actúe de manera unilateral. Lo dijo a puerta cerrada la presidenta balear, Francina Armengol: si Bruselas no escucha, si no atiende la necesidad de remodelar el sistema mayorista de fijación de precios de la electricidad, "hay que parar la subida a particulares y empresas sí o sí". "Lo posible y lo imposible" hay que hacer para bajar los precios, verbalizó el valenciano Ximo Puig.

Feijóo reconoce la "utilidad" de la cumbre en La Palma, aunque esperaba más. No desautoriza a Ayuso, pero se le ve incómodo con su posición

La de este domingo era la primera conferencia presencial que contaba con la asistencia de un 'president' de la Generalitat desde 2012. Aragonès no participó de la foto de familia con Felipe VI y llegó al Museo Arqueológico cerca de las once de la mañana, una vez acabado el desayuno informal con el Rey. No paró de subrayar la "excepcionalidad" de su presencia, motivada por la situación en Ucrania. El dirigente republicano se marchó con una sensación agridulce. Insatisfecho por la inconcreción de las medidas y aliviado por el logro de mínimos de haber salvado el respeto al marco competencial catalán en la gestión de la crisis y el compromiso de que los fondos para la acogida serán transferidos. La cumbre, para Aragonès, concluyó mejor que la anterior, en diciembre (y telemática), centrada en el covid. No hubo un aparte con Sánchez, pero sí con el aragonés Javier Lambán para rebajar la tensión por la candidatura de los Juegos Olímpicos de invierno de 2030.

Los 20.000 millones en políticas de igualdad

"En este momento es imprescindible cerrar filas en torno a la posición española en la UE y en la OTAN", destacó por su parte Feijóo, quien reseñó que la cumbre había sido "útil" y mandaba un "mensaje de esperanza" a las industrias y las familias. Pero de ese tono conciliador se salió abruptamente Ayuso: ella reclamó suspender temporalmente (que no bajar) los impuestos que gravan la energía y destinar los 20.000 millones de euros que el Gobierno ha reservado a políticas de igualdad de aquí a 2025 para "ayudar a las familias a afrontar la subida de precios". Rodríguez demandó no "frivolizar" y recordó que el presupuesto del ministerio que dirige Irene Montero no llega a 500 millones de euros, y que lo que aprobó el pasado martes el Consejo de Ministros fue un plan transversal para la igualdad efectiva que incluye medidas como el permiso de maternidad y paternidad, la percepción por hijo a cargo o la lucha contra la brecha de género en pensiones.

Aragonès se marcha insatisfecho por la inconcreción de las medidas pero aliviado por el logro de mínimos de haber salvado el respeto al marco competencial catalán

La presidenta madrileña buscó perfil propio, confrontar directamente con Sánchez y, de paso, acercarse a uno de los caballos de batalla preferidos por Vox, las políticas de género. Feijóo no la quiso desautorizar ante los medios —"no es acertado" dedicar esos recursos a planes de igualdad porque la "prioridad" deben ser los trabajadores y los hogares—, pero se le vio incómodo, consciente de que en esos 20.000 millones señalados por la madrileña hay partidas que no se pueden llevar a cero. Para él también empieza otra etapa, la de lidiar con la baronesa de su partido que quiere seguir atrayendo el foco, mimando su agenda y su imagen. La oposición total no es lo que habían previsto los mandatarios del PP: Moreno, antes del inicio de la cita, había advertido de que no buscaban un frente común contra Sánchez.

Así que Ayuso, señalaban varios dirigentes socialistas, buscó "reventar" la posición de Feijóo. Ella había afirmado durante la reunión, de hecho, que "pactar la incertidumbre puede quedar bien, pero es solo incertidumbre", desacreditando el consenso. "Hay quienes juegan como delantero centro y otros en medio del campo", excusaban la posición de la madrileña fuentes muy próximas al nuevo líder popular. Ella, no obstante, "tiene todo el derecho a marcar perfil", abundaron.

Pero para el jefe de la Xunta lo importante era la declaración (no lo quiso llamar "acuerdo" por la falta de plazos y destinatarios de las bajadas de impuestos), por mucho que esperase "más" de la cumbre autonómica. A fin de cuentas, como apuntaban en su entorno, "estamos en una situación de vértigo". Ucrania es lo urgente, lo prioritario y lo grave.

Interconexiones energéticas

El lendakari, Iñigo Urkullu, mantuvo una actitud muy proactiva durante una conferencia que calificó de positiva, y fue de los que insistió en la necesidad de implicación de la UE para la aprobación de un fondo de cooperación para la acogida de refugiados y el impulso de las interconexiones energéticas (aspecto en el que coincide con Sánchez). También defendió declarar las instalaciones de renovables como bienes de interés público para ser desarrolladas "más rápidamente".

Todos los presidentes, salvo Urkullu y Aragonès, cenaron con el Rey en el parador de La Palma el sábado por la noche

Frente a un Aragonès al que incluso barones habitualmente críticos con él, como el castellanomanchego Emiliano García-Page —apreció como una "falta de respeto" que llegara tras la salida del Rey—, vieron como "práctico", y hasta con un discurso "autonomista", el comportamiento de Ayuso volvió a eclipsar un clima de cierto sosiego. Y es que Sánchez se había cuidado de desactivar las críticas desde el arranque al ofrecer, en su primera intervención en el plenario (y sin adelantarlo previamente en los medios) la rebaja impositiva. Es más, Feijóo apuntó que la de este domingo había sido una Conferencia de Presidentes real —las anteriores con Sánchez, señaló, habían sido meras "reuniones"— porque hubo orden del día, trabajo previo de los equipos, intercambio de documentación y debate.

El buen clima ya se venía respirando desde la tarde anterior. Todos los presidentes —algunos volaron hasta La Palma y luego regresaron a Madrid en el Airbus ofrecido por la Moncloa—, salvo Aragonès, participaron del homenaje a los habitantes de la isla en la capital, y luego cenaron todos juntos, hasta las 23 horas, en el parador, encuentro al que no se sumó Urkullu. La Palma, el pequeño territorio azotado durante 85 días por el volcán de Cumbre Vieja, vio nacer una tregua política propiciada por el desastre de Ucrania. Un conflicto que sumerge el debate público en España en otra dimensión y que coloca un nuevo hito que nadie esperaba en la legislatura. El debate de este domingo, de seis horas, había sido “una balsa de aceite”, decía Page, “el cielo”, comparado con las ásperas confrontaciones en otras Cámaras “y en el seno de los partidos”.

Sánchez y Feijóo se emplazan a verse próximamente

El presidente, durante el acto de tributo a los palmeros, el sábado, aseguró a los periodistas que había saludado brevemente a Alberto Núñez Feijóo, pero que habría tiempo para departir con él al día siguiente, en la misma XXVI Conferencia. "Ha cumplido", indicaban en el entorno del jefe de la Xunta, evidenciando que ambos habían podido conversar más durante la cumbre, a la que por cierto acudieron nueve ministros (las vicepresidentas primera y tercera y los responsables de Exteriores, Interior, Hacienda, Presidencia, Política Territorial, Sanidad e Inclusión), ninguno de Unidas Podemos.

Los dos líderes se emplazaron a verse próximamente, casi con seguridad tras el congreso extraordinario que el PP celebrará en Sevilla el 1 y 2 de abril, momento en el que Feijóo será entronizado. El barón gallego sí quedó ya con Pedro Sánchez en que a partir de ahora él es su interlocutor, y no Pablo Casado, para aquellos asuntos que quiera abordar con el PP. El relevo ya es un hecho.