Los presupuestos de Barcelona, también sobre la mesa en las reuniones entre el Govern y los 'comuns'

La negociación de los presupuestos de la Generalitat se han convertido en una partida a cuatro, y cada actor tiene sus objetivos y sus prioridades. Eso provoca que, a pocos días de que suene la campana y las cuentas sigan su curso o decaigan en el Parlament, todas las posibilidades sigan abiertas. Este jueves continuaron las reuniones a múltiples bandas. En las que se hicieron públicas se vieron el Govern y los 'comuns', por un lado, y JxCat y la CUP por otro. 

Los dos encuentros fueron largos y, según sus protagonistas, productivos. La principal novedad después de que, el miércoles, Pere Aragonès abriera la negociación también a los 'comuns' es que eso ha provocado que en las conversaciones se hable también de los presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona. Sucedió ya en la primera reunión que mantuvieron los dos equipos negociadores, aunque, por parte del Govern, solo había miembros de ERC.

Casi al mismo tiempo que eso pasaba en el Parlament, el líder de ERC en Barcelona, Ernest Maragall, consagraba su 'no' inicial al presupuesto de Ada Colau. La aprobación definitiva de las cuentas de la capital catalana, después de que esquivaran el veto republicano y pasaran el primer trámite gracias a los tres votos de Barcelona pel Canvi, está prevista para diciembre.

Los 'comuns' nunca han escondido su predilección por "tener presupuestos en todos los lugares": Barcelona, la Generalitat y el Gobierno central. En los tres ámbitos tienen un papel reservado, sobre todo ahora que el presidente de la Generalitat se ha abierto a negociar con ellos después de que la CUP presentara una enmienda a la totalidad a las cuentas del Govern.

El peso del reloj

Si la reunión del miércoles fue casi de tanteo, la de este jueves ya duró dos horas y cuarto y abordó aspectos técnicos. Con el reloj como espada de Damocles -deberían alcanzar un pacto antes del lunes-, los 'comuns' han puesto sus propuestas sobre la mesa.

Se trata de actuaciones en cinco ámbitos del presupuesto: las infraestructuras -para potenciar los trenes frente al transporte en carretera-, el impulso a la salud mental pública, el desarrollo de la figura del dentista público, la elaboración de una ley de Barrios Verdes y una apuesta por la reindustrialización frente al modelo de crecimiento basado en el turismo.

Aragonès busca un encaje de bolillos que también podría dejarle sin aprobar las cuentas

Los 'comuns' -representados en el encuentro por los diputados Joan Carles Gallego y Susanna Segovia, y por el coordinador de grupo, Ximo Balaguer-, se mostraron satisfechos tras la reunión con el y las dos partes se emplazaron a seguir hablando. Se vieron con el secretario general de Economia, Jordi Cabrafiga; la secretaria general de Presidència, Núria Cuenca, y el director general de Coordinación Interdepartamental, Marc Ramentol. 

En cambio, las alineaciones de la reunión entre Junts y la CUP fueron mucho más políticas que económicas. Los posconvergentes están molestos por la inclusión de los 'comuns' en la ecuación. A la reunión con los anticapitalistas -representados por Dolors Sabater, Carles Riera, Eulàlia Reguant y Montserrat Vinyets- fueron pesos pesados de JxCat como Jordi Sànchez, Elsa Artadi, Jordi Turull y Albert Batet.

Precisamente Artadi se quejó de que el 'president' ha "cambiado las reglas del juego" tendiendo la mano a los 'comuns'. "No lo investimos para ir por este camino, sino para dar recorrido a una legislatura independentista", advirtió.

Mientras, Aragonès busca el encaje de bolillos de contar a la vez con el apoyo de la CUP y de los 'comuns'. Ninguno de esos dos partidos establece vetos sobre el otro, y les acerca, por ejemplo, el rechazo frontal al proyecto lúdico del Hard Rock. "La prioridad es el interés de la gente", dijo el portavoz de En Comú Podem, David Cid.

El PSC advierte a Aragonès de que "no espere al último momento" para buscar su apoyo

Pero el 'president' corre también el riesgo de quedar en minoría el lunes si acaba por no convencer a nadie. El PSC le advirtió de que el veto que ERC ha establecido sobre Salvador Illa "no es razonable". "Si tiene problemas, no espere al último momento", dijo ofreciéndose una vez más para negociar la número dos de los socialistas catalanes, Alícia Romero.

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