Tras la convención nacional

El PP catalán vuelve a sintonizar con la estrategia de Casado

Los populares catalanes se conjuran para reforzar el constitucionalismo y defienden el Estado de las autonomías ante Vox

Alejandro Fernández

Alejandro Fernández / ACN / MARTA SIERRA

Júlia Regué

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La convención nacional del PP ha sido el escenario de una reconciliación. La dirección del partido en Catalunya y la cúpula liderada por Pablo Casado se han sincronizado y han logrado pasar página al malestar que generó el "desembarco de Génova" en una complicada campaña electoral para las catalanas que terminó con una cosecha de tan sólo tres escaños. "Volvemos a estar acompasados", se felicitan en la cúspide popular catalana.

La tesis es que el despliegue popular debe darse en dos ámbitos. De un lado, en el Gobierno de España, construyendo una "alternativa" que capte "todo lo que queda a la derecha del PSOE" para "fortalecer el Estado en Catalunya"; y, de otro, el PP catalán como aglutinador del centroderecha a través de una recomposición del constitucionalismo sacando tajada de la hecatombe de Cs y de los postulados radicales de Vox. "El discurso de Casado refleja lo que siempre hemos defendido, que nuestra gente nos pide que el PP, desde el Gobierno, sea capaz de garantizar el orden", resumen fuentes de la formación, "dicho de otro modo, remediar los errores del 2017 y recuperar a los que se fueron a Vox porque Cs ya ha dejado de ser un actor político, se entregaron a Pedro Sánchez y fracasaron", abundan.

Para noquear a la extrema derecha, argumentan, hay que hurgar en que sus propuestas son "absurdas" y en su falta de poder en las instituciones. "Ellos piden la ilegalización de los partidos independentistas por su ideología y la supresión del Estado autonómico, nosotros no pedimos que se cambie la ley, pedimos que se cumpla, que haya un refuerzo constitucional y que no se vuelvan a cometer los errores del pasado", remachan estas fuentes.

Cambio de ciclo

El análisis de la dirección catalana es que la convención fue “extraordinariamente exitosa” porque Casado pudo darse un baño de masas pese a los tropiezos y las salidas de tono, una imagen que el dirigente catalán Alejandro Fernández comparó en rueda de prensa con “el ambiente optimista antes de las victorias electorales de [José María] Aznar y [Mariano] Rajoy”.

Fuentes del partido aseguran que están atravesando un cambio de ciclo hacia la remontada, tras dos puntos de inflexión: las municipales del 2019 y las catalanas de este año, que dejaron al partido en horas bajas. La movilización popular de la convención y el 'ayusismo', junto al derrumbe de Cs, les ha vuelto a poner en el centro de los focos dispuestos a absorber a los naranjas. La primera exhibición serán las municipales del 2023, para las que descartan cualquier coalición confiando en el valor de sus siglas. "Nuestra marca, ahora, tiene peso y eso no lo vamos a echar a perder", aseveran desde el partido.

"Mantenemos nuestra personalidad. La aproximación a Cs ya la empezamos nosotros el 14-F y ha seguido por toda España. Las circunstancias en Madrid y en Catalunya no son las mismas, hay cosas que aquí no funcionan, pero nos movilizan e internamente [la dirección nacional] respeta todos los cambios que ha liderado Fernández tras las catalanas", defienden desde el partido, y celebran haber recuperado la "sintonía" con Casado.

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