Diferencia con Casado

Ayuso se enreda con el Rey y los indultos mientras Zarzuela calla

La presidenta asegura que Casado piensa también que es una "humillación" que Felipe VI tenga que firmar las medidas de gracia

Gamarra evita desautorizar de nuevo a la dirigente madrileña y admite la "diferencia" con la posición oficial del partido

Ayuso: es una vergüenza que el rey tenga que firmar "semejante documento"

Ayuso: es una vergüenza que el rey tenga que firmar "semejante documento". /

Pilar Santos

Pilar Santos

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Isabel Díaz Ayuso ha entrado en un bucle de declaraciones sobre los indultos en el que el protagonista es el rey Felipe VI, que esta semana celebrará su séptimo año de reinado con una característica principal: la discreción. La Zarzuela, de hecho, no ha querido hacer ningún comentario por ahora sobre las palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid. En cuanto a las posibles medidas de gracia a los dirigentes del 1-O, fuentes de la Casa del Rey aseguraron hace tres semanas a este diario que el jefe del Estado cumplirá con la función que le otorga la Constitución y las firmará si así las aprueba el Gobierno.

Todo empezó el domingo, el día de la manifestación de Colón contra los indultos. Ayuso, ante un micrófono, lanzó varias preguntas que incluían una reflexión que otros altos cargos del partido solo se habían atrevido a hacer en privado: "¿Cuál será el papel del Rey? ¿Firmará los indultos? ¿Le harán cómplice?". Esas palabras fueron corregidas por Pablo Casado el lunes por la mañana y matizadas por ella misma, por la tarde. La presidenta rectificó y afirmó que "el Rey no es cómplice de nada" y que "toda la culpa recae en el presidente del Gobierno".  

Sin embargo, este martes por la mañana Ayuso volvió a la carga, negó la mayor e involucró a su jefe de filas. "No hice ninguna rectificación. He hablado con el presidente del PP [Casado] y piensa lo mismo, que la humillación permanente a la que están sometiendo a las instituciones españolas tiene a un responsable. No ha habido imposiciones, ni rectificaciones", declaró. "Es una humillación y una vergüenza que tiene como responsable a un presidente del Gobierno que manosea las instituciones (...). Insisto, lo que está pasando es una humillación para todos, una trampa para todas las instituciones, empezando por su majestad el Rey", continuó.

Casado, la víspera, había desautorizado ante los medios a Ayuso en unas declaraciones muy medidas y que llevaba escritas. El dirigente conservador subrayó que el único "responsable" de esa medida de gracia es Pedro Sánchez, asumiendo que el jefe del Estado, al que alabó, firmará los indultos porque esa es su función constitucional.

El líder del partido no tuvo acto público este martes y dejó la defensa de la posición oficial en la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra. Preguntada por el embrollo de Ayuso, Gamarra respondió que el papel de Felipe VI es el "que marca la Constitución y el que cumple de una manera excelente y con la altura que siempre ha demostrado de servicio a la sociedad española". Ante la insistencia de la prensa, que quiso saber si coincidía en que es una "vergüenza" que el jefe del Estado tenga que firmar esos decretos, contestó: "Yo creo que eso es lo que ha dicho ella y yo he dicho lo que he dicho. Creo que hay una diferencia entre lo que yo he dicho y lo que planteo".

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mostró el lunes su “extrañeza” por las palabras de Ayuso, pero el Ejecutivo, a la vista de que ella se ratificó en lo dicho, sí que sacó este martes toda la artillería: condenó las declaraciones y las tachó de “auténtico despropósito”, informa Juanma Romero.

"Por desconocimiento o por osadía"

Para intentar “corregir un error”, dijo la portavoz, María Jesús Montero, se hizo “una bola”. Según resumió, solo caben tres opciones para explicar el comportamiento de Ayuso: o bien “intentaba interpelar” al Rey respecto a sus obligaciones constitucionales, sea “por desconocimiento o por osadía”, o bien lo hizo por “intereses electorales”, o bien quiso "involucrar a la Corona”, algo “absolutamente descartable” por el papel que la Carta Magna reserva al jefe del Estado. Y es que no tiene lógica, para el Ejecutivo, que se exija en una concentración el cumplimiento de la ley y luego se le reclame a Felipe VI que se salte la Carta Magna y no firme los indultos. “Es un mundo de locos”, arremetió la ministra. 

Montero exigió que se deje la Corona “al margen de consideraciones políticas” y demandó a Casado que diga “si Ayuso se equivocó o acertó”, en lugar de “culpabilizar al Gobierno” de todo.