encuentro este miércoles

La delegación de Torra en la mesa de diálogo irrita al PSOE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta Carmen Calvo y el vicepresidente Pablo Iglesias, en el Congreso.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta Carmen Calvo y el vicepresidente Pablo Iglesias, en el Congreso. / periodico

Juan Ruiz Sierra

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La mesa de diálogo sobre el conflicto catalán acumula motivos de tensión antes de ponerse en marcha. Primero fue la intención de la Moncloa de posponerla; después la batalla entre independentistas sobre la figura del relator; posteriormente,  el día de inicio, y ahora, la decisión del ‘president’, Quim Torra, de que entre los miembros de la Generalitat se incluya a dirigentes de JxCat y ERC, una decisión que ha irritado al Gobierno.

Tras el enésimo tira y afloja interno entre los soberanistas, Torra anunció la presencia en la mesa de cargos de partido, entre ellos fieles al ‘expresident’ Carles Puigdemont. La molestia en el PSOE fue explícita, dado que se supone que la mesa debe reunir al Gobierno central y al autonómico, un formato en el que ERC insistió durante las negociaciones de la investidura de Pedro Sánchez, logrando mover a su terreno a los socialistas, que en principio eran partidarios de una mesa de partidos.

"De Gobierno a Gobierno"

Es más, en noviembre pasado, Torra pedía en el Parlament un diálogo "de Gobierno a Gobierno".  Ahora, sin embargo, republicanos y posconvergentes han pactado unos miembros del ente donde no solo hay integrantes del Govern, sino también dirigentes de partido. En el caso de ERC, los que negociaron con el PSOE la investidura de Sánchez.

Explicitado el enojo, la Moncloa respondió ampliando su delegación con un nuevo integrante: el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, mano derecha de Sánchez en el PSOE. Así, los representantes del Ejecutivo central en la primera reunión de la mesa, convocada para este miércoles a las 16.30 horas en el Palacio de la Moncloa, son todos miembros del propio Ejecutivo. Allí estarán el presidente, Pedro Sánchez; los vicepresidentes Carmen Calvo y Pablo Iglesias, y los ministros María Jesús MonteroSalvador IllaCarolina Darias y Manuel Castells, además de Ábalos.

En la parte catalana, el ‘president’ Torra y el ‘vicepresident’, Pere Aragonès, solo estarán en la sesión inaugural y en aquellas con acuerdos "concretos". Por lo tanto, la mayoría de integrantes de la mesa serán políticos de partidos. No todos dentro de JxCat comparten esta decisión y recuerdan cómo Torra reclamaba que la negociación se situase al máximo nivel.

La reacción de Calviño

Los socialistas no ven con buenos ojos este movimiento del ‘president’, que atribuyen a las complejas relaciones entre posconvergentes y republicanos,  en plena guerra abierta, con las próximas elecciones catalanas en el horizonte. La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, evitó ayer valorar la composición propuesta por la Generalitat, pero al mismo tiempo dejó claro que todo está sujeto a cambios. La vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño afirmó, en una visita a Barcelona, que "lo más correcto" sería que la mesa la integraran ministros y ‘consellers’. Ambas partes estuvieron en contacto a lo largo del día de ayer, pero la parte catalana sostuvo que no cambiaría a su delegación.

Las expectativas

Es más, en esta ocasión el grueso de JxCat y ERC defendieron la presencia de dirigentes de partido en la mesa. Fuentes de Esquerra argumentaron que se trata de "aplicar los mejores criterios para los procesos negociadores" con una delegación "inclusiva, representativa y que pueda generar confianza y consenso". Los portavoces soberanistas respondieron al Gobierno que el acuerdo deja claro que cada parte decide sus integrantes. E insistieron en exigir una negociación sobre autodeterminación y amnistía, al mismo tiempo que el PSOE rebajaba las expectativas de la reunión. 

La solución territorial no llegará a corto plazo, ni mucho menos, e incluso el acuerdo podría demorarse hasta la próxima legislatura, avisó Narbona.  En la reunión,  Sánchez pondrá encima de la mesa la llamada "agenda para el reencuentro",  de propuestas en el ámbito sectorial. 

Los representantes del Ejecutivo central en la primera reunión de la mesa, convocada para este miércoles en el Palacio de la Moncloa, son todos miembros del propio Ejecutivo. Allí estarán el presidente, Pedro Sánchez; los vicepresidentes Carmen Calvo y Pablo Iglesias, y los ministros Salvador Illa, María Jesús Montero, Carolina Darias y Manuel Castells. En la parte catalana, en cambio, no solo tendrán asiento el ‘president’, Quim Torra; el ‘vicepresident’, Pere Aragonès, y los ‘consellers’ Alfred Bosch y Jordi Puigneró. La Generalitat también quiere que cargos de JxCat, como Josep Pius y Elsa Artadi, y de ERC, como Marta Vilalta y Josep Maria Jové, estén representados.

Los socialistas no ven con buenos ojos este movimiento, que atribuyen a las complejas relaciones entre posconvergentes y republicanos, que pese a que gobiernan de la mano en Catalunya se encuentran en plena guerra abierta, con las próximas elecciones catalanas en el horizonte. La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, ha evitado este lunes valorar los miembros propuestos por la Generalitat, pero al mismo tiempo ha dejado claro que todo está sujeto a cambios. La exministra ni siquiera ha dado por hecho que la reunión vaya a celebrarse en los términos propuestos por la Generalitat. "Eso lo decidirá el presidente, Pedro Sánchez", ha señalado tras la reunión de la dirección de su partido.

La mesa de diálogo, pactada por el PSOE con ERC sin el concurso de JxCat, no ha echado a rodar y ya se ha encontrado con múltiples polémicas. Primero, por si debía empezar a reunirse o no antes de las próximos comicios catalanes, que siguen sin estar convocados pero se esperan a corto plazo, con otoño como periodo límite. Después, por la fecha para el primer encuentro, con Sánchez y Torra siendo partidarios de días distintos. Y ahora, por la composición de este primera cita.

"Más allá de la legislatura"

Narbona se ha esforzado en rebajar las expectativas de la reunión. La solución territorial, ha insistido varias veces la presidenta del PSOE, no llegará a corto plazo, ni mucho menos, e incluso el acuerdo podría demorarse hasta la próxima legislatura. "El empeño es de una enorme envergadura y somos conscientes de ello. Son cuestiones que no se resuelven en una reunión o en dos. Quizá tampoco en 20 o en 30. El empeño puede ir más allá de los límites de una legislatura, aunque ojalá no sea así. La voluntad del Gobierno es avanzar cuanto más rápido mejor, pero siendo muy conscientes de la complejidad de lo que ahora se pone en marcha", ha señalado la exministra.

En la reunión de este miércoles, en cualquier caso, Sánchez pondrá encima de la mesa la llamada "agenda para el reencuentro", presentada tras la reunión que mantuvo con Torra a principios de febrero en Barcelona. El documento incluye, entre otras medidas, promesas de mejora de la financiación y más inversiones en infraestructuras. "Este proceso de diálogo será dilatado en el tiempo. Debe comenzar por cuestiones donde la respuesta es factible, como las inversiones en infraestructuras. Son temas en donde se puede ir generando un clima para un diálogo que más adelante podrá abarcar temas más complejos. De entrada, no se van a poner sobre la mesa temas más allá de la agenda para el reencuentro", ha dicho Narbona.