Puigdemont reúne al PDECat en busca de unidad sobre los Presupuestos

Unidad de criterio. Esto es lo que busca el PDECat respecto a una decisión clave: tramitar o no de entrada en el Congreso de los Diputados el proyecto de presupuestos del Estado que acaba de aprobar el consejo de ministros del Gobierno de Pedro Sánchez. Tras una semana absolutamente cacofónica, con mensajes contradictorios entre el presidente del PDECat, la portavoz del Govern, el portavoz económico del partido en el Congreso, el 'president' Quim Torra y el 'expresident' Carles Puigdemont -pasando por lo dicho por ERC y por impulsores de la Crida- este lunes la cúpula posconvergente se cita en Waterloo con este último, con Puigdemont para buscar, según admiten fuentes de la dirección, un solo mensaje en este embrollo. Torra, desde Estados Unidos, ha insistido en las últimas horas en el 'no' a las cuentas.

No será fácil porque según se reconoce en el partido, la actual dirección está fracturada en esta y otras cuestiones entre los seguidores de Puigdemont y de una linea más abiertamente combativa contra el Estado y por tanto partidarios de la integración total en la Crida que impulsa el 'expresident' y los partidarios de una estrategia más gradualista y negociadora con el Gobierno. El conflicto interno hace que alguno de los críticos con la presidenta del partido, Míriam Nogueras, decida ni desplazarse este lunes a Waterloo. Otros ironizan con la idea de que la reunión servirá para ir a "obedecer órdenes" y siguen acusando a Nogueras de no respetar la mayoría expresada internamente.

Y esta es la clave: el convulso congreso del PDECat del pasado julio se saldó en el último minuto con un pacto entre sectores. Venció Puigdemont apartando a Marta Pascal, pero mantuvo en la ejecutiva a una parte de los dirigentes de la etapa Pascal. Ahora Nogueras convive, pues, como vicepresidenta y fiel a Puigdemont, con una mayoría de dirigentes críticos con ella.

Una semana caótica

La reunión de Waterloo llega tras una semana caótica. El lunes el presidente del PDECat, David Bonvehí, abría la puerta a tramitar inicialmente los presupuestos y aseguraba que la decisión se acordaría con el Govern. El martes, la portavoz del Govern, Elsa Artadi, decía que todo dependía del presidente del Gobierno. El miércoles, el 'president' no sólo aseguraba que se votaría en contra de la tramitación -salvo propuesta española sober la autodeterminación- sino que amenazaba con una crisis en el Govern si ERC o PDECat iban por libre en el Congreso. El republicano Joan Tardà replicaba avisando de que su partido actuará por libre. El viernes, Puigdemont comparecía junto a Torra y enmendaba al 'president' asegurando que en este tema no decide el Govern sino los partidos, con lo cual evitaba vetar de entrada los presupuestos. Y finalmente este sábado, en TV-3, Nogueras sostenía que sólo hay  "matices" internos y defendía el "no a los presupuestos y no a la tramitación mientras nos haya una respuesta política" del Gobierno del PSOE a la cuestión soberanista. Nogueras calificaba de "migajas" las inversiones previstas en Catalunya en los presupuestos y sus avances sociales.

Torra y el 'no'

En paralelo, en una entrevista a Associated Press, Torra ha reiterado su negativa a apoyar los presupuestos generales del Estado a no ser que el Gobierno de Pedro Sánchez acepte un referéndum de autodeterminación. El 'president' ha explicado que los partidos independentistas "ya han dejado claro que votarán contra los presupuestos porque no ha habido ningún movimiento por parte del Gobierno español en relación a lo que pedimos".

El jefe del gobierno catalán ha recordado que el "cheque en blanco" a Sánchez era solo para aprobar la moción de censura y formar Gobierno, pero descarta seguir apoyándolo porque "no ha avanzado ni un milímetro" en lo que se refiere a la autodeterminación de Catalunya. La entrevista a Torra se produjo el pasado jueves, un día antes de su reunión con Carles Puigdemont en Waterloo.

Los argumentos del 'sí' inicial

Los partidarios en el PDECat de la tramitación inicialalegan que esto daría margen a la Generalitat y al independentismo para negociar sus demandas con el Gobierno central en lugar de precipitar posiblemente unas elecciones generales que podrían llevar al Gobierno al PP, Ciudadanos y Vox, mientras que los detractores rechazan cualquier acercamiento si no hay un gesto inmediato de Pedro Sánchez en autodeterminación y presos.