El aeródromo de La Seu quiere volar mucho más alto

el aeródromo de La Seu d'Urgell, en terrenos de Montferrer i Castelbó y Ribera d'Urgellet, se está transformando en aeropuerto para acoger vuelos comerciales a paertir del el próximo verano. La Conselleria de Territori i Sostenibilitat está implantando un Servicio de Información en Vuelo (AFIS), trabaja con la Agencia Estatal de Meteorología y perfila el equipo de bomberos mientras negocia con las compañías de aerotaxis, de vuelos chárter y de aviación regular que están interesadas en operar, con la vista puesta en turistas de poder adquisitivo alto.

La hoja de ruta pactada en septiembre por Generalitat, Fomento, Andorra y el Ayuntamiento de La Seu d'Urgell se está cumpliendo. «Hemos puesto en marcha esta operación porque existían operadores interesados, que es la primera condición para tirar adelante. La segunda era la implicación del Gobierno de Andorra y eso se está produciendo», asegura el secretario de Infraestructures i Mobilitat, Ricard Font, cuya conselleria ha destinado ahora un millón de euros a la transformación que se suma a los 12 millones invertidos en los últimos años.

VUELOS A BCN / Conocedor del terreno porque nació en La Seu, Font insiste en que Andorra, a 10 kilómetros del aeródromo, ha dado el paso porque ha visto un proyecto serio de la Generalitat en el que hay operadores que ven expectativas. «Hay contactos con compañías andorranas y británicas interesadas en operar con vuelos de 20 a 40 plazas», asegura. Air Andorra, por ejemplo, se propone unir cada día La Seu y Barcelona.

La Generalitat negocia con Andorra su participación en la gestión y en la promoción del aeropuerto. En septiembre, cuando pactaron la hoja de ruta, el ministro de Economía y Territorio de Andorra, Jordi Alcobé, remarcó que su Gobierno estaba muy interesado en la apertura a vuelos comerciales para «mejorar la conectividad de Andorra».

El alcalde de La Seu, Albert Batalla (CiU), asegura que el sector turístico del Alt Urgell es consciente de la oportunidad que tiene para aprovechar el turismo que llega a Andorra por lo que ya trabaja en ofrecer productos singulares que no tienen el país pirenaico, como pistas de esquí nórdico y actividades acuáticas, gastronómicas y culturales. «Es una nueva puerta de entrada al territorio, y además creará empleo», dice.

Piloto en excedencia y asesor de la Diputació de Lleida, el alcalde de Ribera d'Urgellet, Antoni Capdevila, ya empieza a notar efectos los efectos del proyecto en su municipio. Con 1.000 habitantes, su localidad obtendrá 240.000 euros en licencias e impuestos. Cuenta que a las solicitudes de licencia de taxi se ha sumado el interés por los hangares de una compañía suiza que quiere volar con aerotaxis a destinos de corto y medio alcance. Capdevila insiste en que la infraestructura ha de ser un revulsivo para el territorio, una oportunidad para crear marca y revisar estrellas y tenedores de hoteles y restaurantes.

ABRIRSE AL MUNDO / El presidente de la Associació d'Hostaleria de l'Alt Urgell, Miquel Àngel Sánchez, está convencido de que es una gran oportunidad para vender un destino turístico: «Abre las puertas de Europa y de parte del mundo».

El aeródromo de la Seu d'Urgell, adquirido por la Generalitat en 2007 a la familia Betriu por 8 millones, reabrió en el 2010 después de renovar las instalaciones, cerradas desde 1984. Desde entonces ha acogido unos 7.000 vuelos.