ALCALDE DE MARTORELL, PRESIDIRÁ LA DIPUTACIÓN DE BARCELONA

Salvador Esteve: «No sé ni qué cobraré, pero si debo bajarme el sueldo, lo haré»

A punto para el relevo 8 Salvador Esteve, en su despacho de la Associació Catalana de Municipis.

A punto para el relevo 8 Salvador Esteve, en su despacho de la Associació Catalana de Municipis.

RAFAEL TAPOUNET
BARCELONA

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-Mañana será usted elegido presidente de la Diputación de Barcelona después de que CiU haya cerrado un pacto de gobierno con el PP. ¿Por qué no se ha extendido ese acuerdo al PSC, que sigue siendo la primera fuerza en número de votos en la provincia?

-Yo no participé en las reuniones previas a la consecución del acuerdo, me he incorporado después. Lo que me han dicho es que no hubo modo de articular un acuerdo con el grupo socialista, aunque la primera intención de la dirección de CiU era pactar con unos y otros.

-¿Se siente cómodo compartiendo el gobierno con el PP?

-Este es un encargo que me hace mi partido y yo lo administraré de la mejor manera posible. Soy una persona de amplios consensos. Ya he tenido reuniones con los responsables del PP y creo que el acuerdo funcionará perfectamente. También tenderé la mano a todos los otros grupos, y, de forma prioritaria, al PSC.

-En las últimas semanas, destacadas personalidades del PSOE como el expresidente Felipe González y el ya exvicepresidente y ahora candidato Alfredo Pérez Rubalcaba han puesto sobre la mesa el debate sobre la conveniencia de mantener las diputaciones...

-Déjeme decir sobre eso que el momento es inadecuado. Eso lo dicen cuando los socialistas se han quedado sin diputaciones. ¿Por qué valían hace años y ahora no?

-CiU, en cambio, ha recelado tradicionalmente de las diputaciones.

-Mire, yo estoy dispuesto a hablar de lo que sea. Tanto la federación que me respalda como yo mismo, por convicción catalanista, siempre hemos sido partidarios de las veguerías. Siempre hemos defendido ese modelo y lo continuamos defendiendo. Lo que ocurre es que para llevar a cabo ese debate antes hay que garantizar un amplio consenso político y, sobre todo, territorial. Lo que no se puede hacer es decir que desaparezcan las diputaciones sin proponer alguna entidad que haga la labor que realizan las diputaciones.

-¿No tienen las diputaciones, y particularmente la de Barcelona, un grave problema de imagen? La mayoría de los ciudadanos no tienen una idea clara de lo que hacen y las ven a menudo como grandes agencias de colocación.

-Eso puede deberse a una falta de explicación. Pero es que ni yo mismo sé todo lo que hace la Diputación de Barcelona. Ahora me voy enterando. Aparte de la ayuda que presta a los municipios, que es importantísima especialmente para los ayuntamientos medianos y pequeños, participa en muchos organismos y entidades de gran relevancia para el país. Y esa participación debe continuar, pero hay que abrir un diálogo con el resto de las administraciones para racionalizar nuestra presencia y evitar las duplicidades. Hay que actuar con rigor, eficacia y austeridad.

-La Diputación de Barcelona tiene unos 5.000 funcionarios, cuyos sueldos suponen el 35% del presupuesto de la institución. ¿La austeridad pasará por reducir esa estructura?

-Bueno, ya veremos qué nos encontramos. Evidentemente, impresiona la cantidad de gente que trabaja en la diputación. Nuestra intención es hacer un plan para que en el plazo de unos meses, tal vez un año, podamos adelgazar bastante la estructura, que a nuestro juicio es actualmente muy generosa, y liberar fondos para los ayuntamientos.

-¿Incluirá ese plan la reducción del número de asesores de confianza de los partidos?

-De entrada, hemos decidido reducir las áreas ejecutivas, de 13 a 5, lo que ya supondrá una reducción importante de los altos cargos. Después, en cada área y en cada organismo habrá que ir estudiando el modo de adelgazar la estructura. Esa es una prioridad. Pero adelgazarse es muy difícil, ¿eh? Se lo digo por experiencia propia.

-El sueldo del presidente de la Diputación de Barcelona[128.581,88 euros anuales brutos] es uno de los más altos de la Administración catalana. ¿Se lo bajará?

-Yo no sé ni lo que cobraré, le digo la verdad. Este es un trabajo que me gusta mucho y si lo tuviera que hacer sin cobrar, también lo haría. Ahora bien, durante estos últimos 32 años no he oído hablar mucho del sueldo del presidente de la diputación. A ver si resulta que solo se considera que el sueldo es demasiado alto cuando el presidente es convergente. Insisto, no sé lo que cobraré, pero si conviene rebajarse el sueldo, también lo sabré hacer.

-¿Ha hablado de eso con el PP?

-No, pero estoy abierto a hablar. Creo que últimamente ya hubo una rebaja considerable de los sueldos. Pero no será un problema.