ESTRATEGIA DE LOS CONSERVADORES

Las penas más duras de Europa

Los principales países europeos tienen cadena perpetua, pero eso no significa que su régimen penal sea más duro. Al contrario. En esa versión se basa el Gobierno para rebatir la ofensiva del PP.

el periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

EL SISTEMA LEGAL

La pena límite es de 40 años y se cumple íntegramente

La Constitución de 1978 abolió la pena de muerte y las condenas de una duración comparable a la cadena perpetua, aunque esta figura concreta está fuera del sistema judicial español desde hace más de 150 años. El artículo 25.2 de la Carta Magna señala que todas las penas estarán «orientadas hacia la reeducación y la reinserción social», lo que según el Ejecutivo convierte en «inconstitucional» la reclamación del PP. El Código Penal pone como límite de prisión los 40 años para delitos de terrorismo y de asesinatos graves, sin opción de rebaja de condena.

LA COMPARACIÓN

En Francia y Alemania no se pasa de 25 años de cárcel

En los países europeos con cadena perpetua, como Alemania, el Reino Unido y Francia, esta es solo nominal, ya que las penas se revisan y, según aseguró el martes pasado el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, «nadie está 40 años en la cárcel». «A los 15, los 20 y, como máximo, los 25, se les revisa la pena y salen fuera al considerar los jueces que se han reinsertado», añadió. Una afirmación que corroboran estudios de asociaciones de juristas. Estos recuerdan también que la cadena perpetua se reserva para los delitos más atroces, no los más mediáticos.

LAS ESTADÍSTICAS

España tiene menos delitos pero más población reclusa

La percepción de la inseguridad ciudadana, al alza, no se corresponde con los datos, a la baja, de los delitos conocidos por la policía. Todavía es más contradictoria la comparación con el aumento acentuado de la población reclusa. Esta se ha multiplicado por cuatro en los últimos 30 años (de 18.000 a 76.000), un porcentaje que tampoco se corresponde con el incremento demográfico. España es uno de los países con más presos de Europa (166 por cada 100.000 habitantes), lo que evidencia el endurecimiento progresivo de su sistema penal.