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La UE se hunde en el doble rasero

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El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, conversa con el canciller alemán, Olaf Scholz, en presencia de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, conversa con el canciller alemán, Olaf Scholz, en presencia de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. / OLIVIER HOSLET / EFE

Eliseo Oliveras

Eliseo Oliveras

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La Unión Europea (UE) tranquiliza su conciencia ante el masivo bombardeo israelí de la población en Gaza con una declaración en la que pide la protección de los civiles y el respeto al derecho internacional y humanitario. Pero evita condenar ese bombardeo de la población civil, que se califica de crimen de guerra cuando no es Israel, un país occidental o un gobierno amigo de Occidente quien lo realiza. Los Veintisiete, debido a sus divergencias, han tenido que negociar cada palabra y hasta han tenido que recurrir al plural en las "pausas por necesidades humanitarias" para no dar la impresión de que se pedía a Israel "una pausa" o un alto el fuego encubierto para detener la matanza de palestinos, niños y personal humanitario de Naciones Unidas. Varios gobiernos, encabezados por Alemania, vetaron la mención de un alto el fuego o "una pausa" humanitaria para no restringir el derecho de Israel a defenderse, aunque suponga equiparar de facto a todos los palestinos como militantes de Hamás.

Las conclusiones del Consejo Europeo de Bruselas apoyan una conferencia de paz internacional y la creación de un Estado palestino, aunque el territorio de ese eventual estado palestino se está evaporando con la multiplicación de las colonias israelíes en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este (ilegales, según el derecho internacional y las resoluciones de la ONU). Los equilibrios semánticos de los Veintisiete para no molestar a Israel conducen a que la UE se hunda en el doble rasero, que la desacredita como actor geopolítico equitativo e independiente a nivel internacional, en especial ante el denominado sur global.

Las imágenes vía satélite revelan el nivel de devastación de los bombardeos israelíes en Gaza. La Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU indicó el 26 de octubre que estaban destruidas o dañadas el 45% de las viviendas de Gaza. El bloqueo total impuesto por Israel, con la privación de agua y electricidad y la entrada en cuentagotas de ayuda humanitaria, ha creado una catástrofe humanitaria en Gaza, que ya en 2010 el primer ministro conservador británico, David Cameron, definió como "un campo de prisioneros" y una "prisión a cielo abierto".

Comparación con Ucrania

Mientras la UE califica de crímenes de guerra los bombardeos rusos de viviendas e infraestructuras en Ucrania y las muertes de periodistas y de miembros de las organizaciones humanitarias, los mismos hechos en Gaza no merecen ese calificativo y no se pide la intervención del Tribunal Penal Internacional. Los 39 trabajadores humanitarios de Naciones Unidas muertos a causa de los bombardeos israelíes no han merecido ninguna mención en el Consejo Europeo, ni los 23 periodistas muertos en las últimas tres semanas, según el último recuento de la Federación Internacional de Periodistas. A diferencia de los Veintisiete, el prim2er jefe de la diplomacia de la UE, Javier Solana, reconoce que "Israel está cometiendo crímenes de guerra en Gaza.

En las conclusiones del Consejo Europeo también brilla por su ausencia un respaldo al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ante los ataques del Gobierno ultra israelí. La UE olvida su tradicional defensa de la ONU para no molestar a Israel. Guterres ha desatado la ira israelí por subrayar lo obvio para cualquier historiador: que el brutal ataque de Hamás no surgió de la nada, sino después de 56 años de someter a una situación "asfixiante" a la población palestina de los territorios ocupados en la Guerra de los Seis Días, 56 años en los que "han visto constantemente cómo su tierra era devorada por los asentamientos y asolada por la violencia; su economía, asfixiada; su población, desplazada; y sus hogares, demolidos". El historiador francés Marc Bloch, cofundador de la Escuela de los Anales y héroe-mártir de la Resistencia, ya señaló en su libro Apología para la Historia o el Oficio del Historiador que "la incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado".

Israel no es un caso único. La UE ha soslayado la limpieza étnica de armenios del Alto Karabaj por los militares azeríes, debido a que depende del gas del régimen autoritario de Azerbaiyán. La UE tampoco mostró especial preocupación por el bombardeo aéreo saudí a la población civil en Yemen con los miles muertos, sin olvidar los cientos de muertos civiles en Libia a causa de la campaña de bombardeos de la OTAN en 2011 y las decenas de miles de civiles muertos a causa de la invasión occidental de Irak en 2003, según el cálculo más conservador.

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