Guerra y clima

Aunque parezca mentira, para una parte de la población mundial, por ahora la más vulnerable, la combinación de estas dos crisis acaba convirtiendo su vida en un infierno

Sequía FOTO RECORTADA BIEN

Sequía FOTO RECORTADA BIEN / EPC

Rafael Vilasanjuan

Rafael Vilasanjuan

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Aunque haya quien lo niegue, el cambio climático es real. La batalla para frenar las consecuencias del calentamiento global ya no es solo un esfuerzo para dejar un mundo mejor a nuestros hijos. Más allá de la preocupación por el legado a próximas generaciones, es algo que ya está aquí y curiosamente la guerra en Ucrania puede que nos lleve a ver sus principales consecuencias ¿Qué tienen que ver uno y otro?

Aunque parezca mentira, para una parte de la población mundial, por ahora la más vulnerable, la combinación de estas dos crisis acaba convirtiendo su vida en un infierno. Mientras las luces de la actualidad internacional se fijan en el resultado de las urnas en España, en el lado oscuro de la agenda, aquel del que menos se habla, quedan millones de personas cuya vida depende de poder comer una vez al día ¡Solo una!

Es una realidad que afecta a muchos países, pero en la zona del mapa de África donde el dibujo en el Este recuerda un cuerno de rinoceronte, la gente allí está muriendo en parte como consecuencia del clima, en parte por las derivadas de la guerra. En esta región hace más de un lustro que no llueve, o llueve muy poco. Mas de cinco años sin un día de lluvia completo hacen del cuerno de África ahora mismo el peor lugar del mundo para alimentarse o tener acceso a agua. Con las cosechas destruidas y el ganado en buena parte muerto, la gente depende del grano que viene precisamente de Ucrania.

Naciones Unidas logró un acuerdo para que la guerra no impidiera la salida de barcos desde el Mar Negro. Pero tras un año donde se ha conseguido llevar casi un millón de toneladas de grano a Somalia, Kenia y Etiopia, el acuerdo se ha roto. Rusia no va a permitir que los barcos sigan saliendo, los considerará objetivos de guerra y por si hubiera dudas bombardea el puerto de Odesa y los graneros de donde sale. No tardaremos en ver imágenes apocalípticas. Las víctimas no estarán en el campo de batalla, sino en esos otros países donde el clima ha secado la tierra y ahora la guerra les priva de comer. Otra forma de matar.

Suscríbete para seguir leyendo