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Lilia murió entre el jardín y la jungla

Aparece el cadáver de un niño en la playa de Roda de Berà.

Aparece el cadáver de un niño en la playa de Roda de Berà.

Albert Sáez

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Se llamaba Lilia y salió en patera junto a sus padres desde Argelia. Ahora sabemos que acabó medio descompuesta en la playa de Roda de Berà donde fue encontrada hace una semana. Tenía ocho meses. Y sus padres pagaron 7.000 euros para alcanzar las costas de la UE. Murieron los tres. La Guardia Civil estableció este martes la conexión a través del ADN de los cadáveres, el de Roda de Berà y los de los padres hallados frente a las costas de Denia, donde naufragó la patera. Lo explican Gonzalo Sánchez, desde València, y Jesús Albalat desde Barcelona. Ningún guionista hubiera podido imaginar una historia tan dramática que resumiera un problema al que demasiado a menudo no le prestamos la atención que se merece por su gravedad. Hace unos días publicamos este informe de nuestro corresponsal en el Magreb, Marc Ferrà, en el que nos alertaba de que la ruta de pateras entre Argelia y Baleares acumulaba decenas de muertos

Hace unas semanas, Josep Borrell, vicepresidente de la UE, estableció una metáfora que algunos consideraron desproporcionada cuando dijo que Europa era un jardín rodeado de la jungla. Pues bien, el Mediterráneo es la frontera natural que separa esos dos mundos contrapuestos. Una frontera que, desafortunadamente, se rige por las reglas de la jungla y no por las del jardín. Una vergüenza. La incapacidad de la UE de reconocer lo evidente, que los Estados miembros necesitan flujos migratorios por su debacle demográfica, convierte el Mediterráneo en esta tumba para miles de personas que pagan a las mafias para alcanzar el sueño de vivir en el jardín europeo. Frente a la absurda reivindicación del populismo de ultraderecha de que hay que frenar a la inmigración, lo realista es exigir una inmigración ordenada, hecha con las reglas del jardín y que no estén en manos de los reyezuelos de la jungla, sean los dictadores de la ribera sur o sus mafias asociadas. En caso contrario, gana peso la hipótesis de que el jardín vive como vive gracias a que la jungla es jungla.