Iban a Alicante

Se llamaba Lilia e iba en patera: la bebé hallada en Roda de Berà era argelina y murió junto a sus padres

La Guardia Civil ha certificado su parentesco con el cadáver de una mujer recuperado en abril

"Creíamos que era un muñeco": el cadáver del bebé de Roda de Berà llevaba más de un día sobre la arena

La ruta de pateras entre Argelia y Baleares, "un goteo continuo de muertos"

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bera / EFE

Gonzalo Sánchez / J. G. Albalat

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Siete mil euros. Eso pagó Samira a los traficantes para montarse con su hija Lilia, de 8 meses, en una neumática precaria con destino a Alicante. Una zodiac negra con un motor de 40 caballos y capacidad para unas cinco personas, aunque a la embarcación se acabaron subiendo 16. La niña y sus padres habían partido de la playa de Cherchell, en Argelia, el pasado 21 de marzo en mitad de la más absoluta oscuridad para burlar las patrulleras. Pero nunca llegaron a su destino. Le embarcacion naufragó días después, el 6 de abril, en aguas próximas a la costa de las Islas Baleares, según ha informado este martes la Guardia Civil.

Un trabajador de la limpieza halló el martes de la semana pasada, 11 de julio, a las 8.30 horas, el cuerpo sin vida de una bebé en la playa de Roda de Berà (Tarragona). El cadáver llevaba más de un día sobre la arena junto a otros restos que la marea había arrastrado. Se trataba de un bulto que los bañistas, durante todo el día anterior, habían confundido con un muñeco. El alcalde del municipio, Pere Virgili, ya había apuntado entonces que una hipótesis plausible para explicar el triste hallazgo era que se tratara de un menor que viajaba en una patera.

La familia pagó 7.000 euros para llegar en lancha a Europa en una lancha para cinco personas en la que viajaban 16

Identificación

Esa posibilidad fue tomando cuerpo en los últimos días, hasta que ahora se ha certificado de forma oficial que así fue: que la niña viajaba en una patera con su familia y era argelina. La identificación de Lilia se ha producido tras el análisis de las muestras enviadas por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Tarragona, encargada de la investigación. El Servicio de Criminalística, una vez obtenido el perfil genético, procedió a su cotejo en bases de datos y detectó una coincidencia positiva, por relación de parentesco, con una mujer identificada y cuyo cadáver fue recuperado el día 6 de abril de 2023.

Se estima que la embarcación naufragó, cerca de las islas Baleares, el pasado 6 de abril

Lilia se había ahogado a unos kilómetros de la costa de Dénia junto a los otros 15 tripulantes de la patera. Junto a su madre Samira. Ellas eran las dos únicas mujeres de la embarcación en la que también se encontraban cuatro hombres subsaharianos y otros 10 de origen argelino. Uno de ellos era el padre de Lilia, según ha confirmado el Centro Internacional para la Identificación de Migrantes Desaparecidos (CIPIMD). 

A seis millas de Alicante

El hombre fue uno de los cuatro cuerpos que se encontraron recientemente en las redes de pesca de la embarcación Herminio y Dolores, a unas seis millas de la costa alicantina. Por su estado de descomposición, los investigadores estiman que habrían permanecido cerca de 20 días en el agua. El mar había devuelto otros dos cuerpos hace una semana. Al resto de pasajeros, como Samira y Lilia, que eran de la ciudad de Tipaza, se les había declarado desaparecidos.

"Vimos el cuerpo de un niño, estaba boca abajo, no se apreciaba su cabeza. Creímos que era un muñeco, o una bola de arena", explicaba Eva a este diario, una de las personas que el pasado 11 de julio se bañó y tomó el sol cerca de los restos mortales pero no avisó a la policía –nadie lo hizo– porque no se le pasó por la cabeza que podía tratarse de un bebé real.  "La cabeza piensa lo que quiere para quedarse tranquila", apuntaban aquel día un grupo de dueñas de perros, para tratar de explicar que nadie hubiera alertado a las autoridades hasta que el trabajador de la limpieza lo hizo aquella mañana. No, no era un muñeco: era la pequeña Lilia, tal como se ha confirmado.

Las cuatro rutas

Este es uno de los naufragios más recientes de la ruta migratoria argelina en las costas españolas, esa que conecta las playas del país africano con las de Almería, Murcia, Baleares y Alicante. La frontera sur española cuenta con cuatro grandes rutas; la de Canarias (la más mortífera y más transitada), la valla de Ceuta y Melilla, la del Estrecho y Andalucía y, por último, la de Levante o Ruta Argelina. Esta última ruta es la única que aumentó su volumen de llegadas el año pasado, frente al resto que bajaron.

Es uno de los naufragios más recientes de la ruta migratoria argelina: la que conecta las playas del país africano con Almería, Murcia, Baleares y Alicante

Este fue precisamente el trayecto que tomaron Samira, Lilia y los otras 14 migrantes que naufragaron. En total se estima que 6.356 personas han navegado por estas aguas, frente a las 5.191 del año 2021, según el último balance migratorio de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía. Pese a todo, en lo que llevamos de año, a falta del verano que es cuando se concentran las salidas, la tendencia es a la baja. La mayoría de estas embarcaciones no acaban en Alicante. Según el informe de la asociación, Murcia recibió 2.810 personas que habían viajado en 168 pateras, mientras que a Baleares llegaron 3.055 migrantes en 201 embarcaciones y a Alicante hicieron lo propio 495 personas a bordo de 45 lanchas. En un 90% de los casos, los migrantes son hombres. 

70 personas muertas y 151 desaparecidas

Aunque la ruta migratoria más letal sigue siendo la canaria, en la ruta argelina fallecieron el año pasado 70 personas y otras 151 desaparecieron, según la APDHA. El cómputo de muertes, sin embargo, sigue creciendo, con este último naufragio.

Otras fuentes como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) elevan las cifras de esta tragedia. Estas entidades apuntan a 402 personas muertas o desaparecidas en en un total de 32 naufragios en el año 2022. La mayoría de los sucesos ocurrieron en pateras que partían de Orán (140 muertos), Tipaza (70 muertos) y Mostaganem (69 muertos).

Que haya menores de edad en las pateras tampoco es algo extraño, de hecho es común, pero no de tan corta edad como en el de Lilia. “Sí que hemos visto muchas embarcaciones con chavales muy jóvenes, de 14, 15, 17 años. El perfil suele ser el de un hombre argelino de 16 a 30 años”, explican desde el CIPIMD. El coste de migrar también cambia mucho. Puede llegar a los 10.000 euros en los casos más extremos o a los 2.000, pero normalmente es de unos los 5.000 euros.

El trayecto más fácil

Los trayectos de la ruta argelina de pateras son simples; la embarcación tiene como destino la ciudad española más cercana. Los principales puntos de salida hacia Murcia son Orán y Mostaganem. Tipasa o Chlef suelen embarcarse hacia Alicante. Y las pateras que parten de la capital Argel o Boumerdès, más al norte, acostumbran intentar llegar a Baleares. Desde el CIPIMD explican que estas es una de las rutas más “fáciles” debido a la ausencia de seguridad y patrullas, que hacen más factible que puedan salir embarcaciones e incluso llegar a Alicante sin ser detectadas.

A veces, lo primero que hacen las familias, incluso antes que llamar al CIPIMD, es hablar con los traficantes. "A muchas les dicen que sus hijos están bien, pero están encarcelados y por eso no pueden hablar. Pero es mentira, lo único que quieren es sacarles más dinero", dice Francisco. Cuando una persona llega, aunque la metan en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) siempre llaman a su familia para decirles que están bien. "Nos toca dar esa explicación a las familias y decirles que lo más normal es que a su ser querido le haya pasado algo", señala.