Artículo de Rafael Vilasanjuan

Es pronto para la paz

Un alto el fuego, tal y como sugieren, podría significar el rearme para una guerra aún peor

Un año de guerra en Ucrania en cifras

Resumen en cifras de la guerra que tiene lugar en Ucrania en su primer aniversario. / Alba Miret Boquer

Rafael Vilasanjuan

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Lo más relevante tras el aniversario de la guerra en Ucrania, tal vez sean los anuncios que llegan en son de paz. Lo más interesante de la propuesta que propone China no es lo que se lee en el papel, si no la voluntad de entrar en escena del gigante asiático, que mantiene diálogo con las dos capitales, Moscú y Kiev y cuya posición puede ser determinante en algún momento del conflicto.

El problema es que llega en un momento en que un alto el fuego, tal y como sugieren, podría significar el rearme para una guerra aún peor, con el ejército rojo mejor posicionado y más fuerte cuando llegue la primavera, ahora que se ve cuánto le cuesta defender sus trincheras en pleno invierno. 

El potencial de esta guerra por contagiar la agenda global es tan intenso, que no hay cumbre donde no ocupe el debate. De ahí el interés por abrir una tregua. El problema de fondo no obstante es que las razones por las que se inició el conflicto siguen en pie. La Ucrania que soñaba Putin no existe, en su lugar hay una población resistente cada vez más alejada de la sumisión al Kremlin. Pero el líder ruso sigue pensando que ese país no tiene derecho a existir, que debe ser un satélite y que hay que frenar lo que considera un genocidio contra todo lo que suene a ruso. La razón que llevó a unos a invadir y a otros a defenderse sigue intacta.

¿Cómo afrontar un proceso de paz? Para empezar, habría que olvidarse del pacifismo maximalista, el que busca la paz a cualquier precio. En esta guerra ha habido una invasión ilegal y un ejército que ataca dentro de las fronteras de otro país. Esperaba una victoria inmediata, pero Kiev se defiende, con el apoyo de occidente. A Putin no le salen los cálculos, por eso para empezar a hablar no es suficiente con proponer un alto el fuego. Que paren las armas es relativamente sencillo: hay que empezar por reconocer el escenario donde empezaron, sino alguien sale ganando. Por eso, aunque es bueno que China entre en juego, desgraciadamente si Rusia no cambia de idea es pronto para la paz.

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