Elecciones catalanas

Puigdemont condiciona los presupuestos de Sánchez a la cesión del 100% de los impuestos

¿Quién será president de la Generalitat? Las opciones de Illa, Aragonès y Puigdemont

Catalunya abre la campaña electoral pendiente de Sánchez y con dudas sobre la gobernabilidad

Encuesta elecciones Catalunya: El PSC se afianza en cabeza y Junts toma la delantera en su pulso con ERC

El candidato de Junts, Carles Puigdemont, en una rueda de prensa en Argelers

El candidato de Junts, Carles Puigdemont, en una rueda de prensa en Argelers / Nico Tomás / ACN

Carlota Camps

Carlota Camps

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tras días escuchando cómo se les acusaba de candidatura personalista y de no tener medidas ni programa, este viernes el expresident de la Generalitat y candidato de Junts, Carles Puigdemont, ha querido contrarrestar este discurso y poner sobre la mesa sus propuestas. La revisión de los tributos propios, la gestión de las competencias en inmigración o subir las exigencias con el catalán son algunas de las propuestas más destacadas que el candidato ha prometido impulsar si recupera la presidencia de la Generalitat. Pero también se ha comprometido a "plantarse" ante el Gobierno de Pedro Sánchez y ha avanzado que exigirá que la Generalitat pueda gestionar el 100% de los impuestos que se pagan en Catalunya como condición imprescindible para la aprobación de los presupuestos del Estado, así como también una plan de cancelación de la deuda de la Generalitat a cuenta de las inversiones presupuestas y no ejecutadas. Es decir, que sean compensadas.

Esta es, de hecho, una de las principales bazas que quiere jugar Puigdemont en campaña: venderse como el único presidenciable que es capaz de votar en contra de los Presupuestos Generales del Estado si no hay contrapartidas suficientes. "Somos los únicos capaces de hacer algo que ni Salvador Illa ni Pere Aragonès están en condiciones de hacer, porque ya lo han demostrado, que es votar en contra de los PGE si no contemplan la solución a estos problemas", ha aseverado Puigdemont en la rueda de prensa de presentación del programa electoral -que cuenta con más de 230 páginas- y las promesas para los primeros 100 días.

Una idea que Puigdemont ha repetido en el mitin de la tarde y que ha focalizado especialmente en Illa, a quien ha reprochado que durante la pandemia del coronavirus decidiera centralizar las competencias en sanidad, referencia que ha usado para hablar de "incompetencia recentralizadora" y para acusarle de poca "transparencia". "¿Es esto ejemplo de gestión? ¿Es esto lo que espera, poner Catalunya al servicio del Consejo de Ministros? Nosotros decimos no", ha aseverado en un mitin que ha conseguido reunir más de 500 personas -según el partido-, mayoritariamente de la comarca del Baix Camp, y que ha acabado con el público haciendo más de una hora de cola para fotografiarse con el expresident.

Impuesto de sucesiones

Las propuestas presentadas también incluyen la revisión de la cesta de impuestos propios de Catalunya, con el compromiso de "reducir" o hasta "suprimir" los que se consideren necesarios. "Tenemos una presión fiscal asfixiante", ha argumentado Puigdemont, que, no obstante, ha evitado concretar cuáles serían los tributos afectados, ni si estaba pensando en el impuesto de sucesiones o el de patrimonio. Así, ha alegado que su candidatura va más allá de las siglas de Junts, que en su último congreso aprobó suprimir el impuesto de sucesiones, y se ha limitado a hablar de revisión exhaustiva. En un ejercicio de equilibrios, el expresident ha asegurado que los catalanes pagan impuestos "por encima de sus capacidades", pero ha dejado claro que tampoco quiere convertir Catalunya en un "paraíso fiscal".

Sin embargo, a pesar de esta ambigüedad, en el programa electoral completo que Junts ha colgado en su página web si hablan de bonificar el impuesto en un 99% para los más allegados -familiares de grado uno y dos-, lo que significa la práctica supresión del tributo.

Inmigración

También se ha comprometido, en estos primeros 100 días, a presentar en el Congreso de los Diputados la propuesta de ley para el traspaso de competencias en inmigración -que se está negociando con el PSOE-, y a hacer una "política nacional" en esta materia. En este ámbito, Puigdemont se ha comprometido a "hablar claro" y, diferenciándose tanto de los partidos de izquierdas como también de los discursos de la extrema derecha, ha alegado que "no vale ni distraerse ni criminalizar". Con una referencia velada a ERC, que en su momento se quejó del acuerdo entre PSOE y Junts en inmigración, Puigdemont ha reconocido que se trata de una "responsabilidad incómoda", pero ha reivindicado la necesidad de tener "una regulación catalana". "Nosotros queremos hablar de ello", ha aducido.

Sobre la lengua catalana, ha explicado que no será "pasivo" y ha anunciado que, si es president, la Generalitat se personará en los procesos de discriminación lingüística, así como también se compromete a "garantizar que el personal del sector público utilice el catalán y disponga de los certificados C1 y C2" y que se cumpla la inmersión lingüística en los centros educativos.