APUNTE

Mbappé, de la frustración al ridículo

Kylian Mbappé

Kylian Mbappé / AFP7 / JEAN CATUFFE

Emilio Pérez de Rozas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Algún día, en algún momento, alguien, esperemos que no sean los mismos que nos han ido telegrafiando y contando al detalle (falso) el fichaje de Kylian Mbappé por el Real Madrid durante el último año, nos contará qué ha ocurrido para que aquello que todo el mundo suponía hecho y sellado se convirtiese en la mayor frustración de la historia del Real Madrid, no tanto de Florentino Pérez, que se encargó de liderar la apuesta y, aunque jamás abrió la boca (como hace siempre) para decir que lo tenía fichado o que ya estaba aquí, sí permitió con sus filtraciones que un tropel de periodistas fieles a la causa se jugasen su prestigio, o buena parte de él, asegurando hasta la fecha (primera semana de junio) en que el muchacho iba a ser presentado e, incluso, describiendo la casa que se había comprado ya en ‘La Finca’.

Florentino, contra dos países

En la esperpéntica resolución del ‘caso Mbappé’ hay quien piensa que Florentino Pérez ha sufrido la mayor frustración de su vida personal y profesional, incluidos, tal vez, la multitud de concursos de autopistas que ha debido perder con ACS por todo el mundo. Pero hablamos de frustración porque, en el caso de la estrella francesa, el todopoderoso presidente del Real Madrid se enfrentaba, o debía saberlo (hubo instantes que no parecía consciente) a dos países, como son Francia, que no podía permitir que su jugador franquicia, el líder de su selección, el mayor representante de su deporte, jugase lejos de su país, y Qatar, que no solo ha comprado un Mundial saltándose todos los derechos (humanos) del mundo y mucho más, sino que tiene el dinero por castigo y lo emplea, aunque mal, en lo que le da la gana. La frustración, pues, se produce cuando lo intentas y fracasas.

El ridículo, sin embargo, se podría aplicar al ejercito de informadores, prensa, radio, televisión, redes, mundo moderno de la nube, que lleva meses y meses contando al detalle cómo, cuándo y de qué manera se iba a producir la llegada de Mbappé al Real Madrid para marcar una nueva década. No hay que olvidar (y eso debería de haber sido un signo que hiciese sospechar este final horrible para la Casa Blanca) que el PSG rechazó una oferta de Florentino de 200 millones de euros cuando solo le queda un año de contrato al francés. Y no hay que olvidar que, a dinero, por más que se enfade Javier Tebas, no hay quien gane a los qatarís.

El bulo permanente

Sé que muchos de ustedes pensarán (y hacen bien) que los medios de comunicación futbolísticos se pasan el día lanzando bulos sobre posibles fichajes. En la nueva ‘era Laporta’ se han producido 47 bulos (los he contado), empezando por Haaland, Lewandowski, Di Maria, Christensen, siguiendo por Gabriel Jesús, Soler, Wirtz, Isak y terminando por Adeyemi, Cavani y Marcos Alonso. ¡47! Pero, en el caso de las intoxicaciones azulgranas, todo el mundo les concede, conociendo a Joan Laporta, la credibilidad que toca. El problema es que hasta ahora, todo el mundo se creía a Florentino Pérez y, por supuesto, aquellos que recibían su llamada, washap o la llamada de José Ángel Sánchez, su mano derecha, no ponían lo que les contaban en duda. Nunca. Como me dijo un día un representante de un jugador de la élite español “al Real Madrid no se le puede decir no”.

Decir "no" al Madrid

Pues ha habido quien le ha dicho que no y, encima, sin explicación alguna. Se supone que por dinero. Sí, vale, por mucho dinero. Pero es que Florentino Pérez tampoco contempló esa posibilidad, que alguien que había rechazado así, de pronto, 200 millones por su futbolista, lo forrase de cientos de millones con un argumento tan sencillo como “tienes 23 años, te forras ahora y, a los 26, te vas donde quieras, siendo más rico y mejor jugador”.

Repito, no deja de ser curioso (y hasta tiene un punto de divertido) que alcanzado semejante desplante, empequeñecido el que, dicen, es el club más grande del mundo, quien tenga que explicar lo sucedido no sea el presidente (casi dueño) de la entidad blanca, sino todos aquellos periodistas que se pusieron al servicio del club para cantar, no solo las mil y una excelencias de la magistral y bien diseñada ‘operación Mbappé’, sino descartar también que el fichaje pudiese frustrarse, fallar, no producirse.

Al Real Madrid no se le puede decir no, ni cuando te filtra que Mbappé ya ha fichado.

PD. Igual Florentino Pérez le hizo firmar una clausula a Kylian Mbappé, como la que le hizo firmar a Luis Figo, y un día de estos nos enteraremos que el Real Madrid ha ingresado en caja 500 millones de euros por incumplimiento de contrato por parte de la estrella francesa. ¡Será por dinero! 

Suscríbete para seguir leyendo