ERC y Junts: De Judas a James Bond

Es difícil calcular todo lo que se esconde en la bomba de racimo que Gabriel Rufián dejó caer sobre Junts. “Eran unos señoritos que se paseaban por Europa, con la gente equivocada, porque durante un rato se creían James Bond”. Hasta tres veces repitió la frase. Y Judas negó…

Si algo no se le puede negar a Rufián es su habilidad para atraer los focos. Sus afrentas son ingenios o engendros, según impacten en tierras enemigas o amigas. Su última acusación contiene un buen puñado de humillaciones hacia Junts. Una de la más hirientes para el colectivo ‘procesista’ es la de ser tachados de “señoritos”. ¿Pero no éramos todos de izquierdas? ¿Pero no íbamos a hacer la revolución? El exabrupto de Rufián ha desatado los demonios entre los socios del Govern. Jordi Sànchez, secretario general de Junts, no ha dudado en tacharlo de “miserable”, “ignorante” y “portavoz oficial de las cloacas del Estado”. Buen rollito.  ¿A quién desafía Rufián? Seguro que había maneras más elegantes de desvincular a ERC de cualquier veleidad rusófila (que, evidentemente, conocían). Quizá forma parte de una estrategia para ir desencajando el Govern. Quizá es una andanada a los propios. 155 monedas de plata dan para muchas traiciones.   

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