No dejar a nadie atrás

El valor transformador de las palabras. La importancia de decir y nombrar porque lo que no se nombra, no existe. Atreverse a nombrar también lo que no gusta. Lo que genera malestar. La crisis. Y hacerlo de manera valiente, dando un paso adelante, mirándola de frente. Porque solo si sostienes la mirada a la incertidumbre puedes superarla. Enfrentarse a ella arraigada a los valores fundacionales de tus creencias, partiendo de ellos pero atreviéndote también a repensar los planteamientos socialdemócratas para que sigan siendo útiles para la mayoría social. Combatir la crisis mediante la implementación de políticas públicas para dar respuesta a las necesidades de la mayoría de la población. De la mayoría que más la sufre, que más la padece. La crisis, las crisis. La de 2008 y la actual, la derivada del covid. 

Según la Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España, las desigualdades en patrimonio casi se doblaron entre 2014 y 2017. Y ante ese dato, tener clara la prioridad: no dejar a nadie atrás. Y detenernos ahí, sí, precisamente ahí en el “no dejar a nadie atrás”, y leerlo de manera consciente, desde las entrañas, que es donde resuenan las verdades, como nos enseñó María Zambrano. 

“No dejar a nadie atrás” está cargado de sentido y sentimiento, de valores e ideología. Porque no dejar a nadie atrás pone en el centro el valor de lo colectivo, de lo público. Porque es precisamente lo público, el Estado, lo que nos ha sostenido como comunidad durante esta pandemia, y debe seguir haciéndolo en el escenario poscovid. 

No dejar a nadie atrás significa no solo gestionar si no transformar, y hacerlo en el corto plazo, construyendo el escudo social durante la pandemia (ertes, suspensión de desahucios, garantía de suministros…), pero hacerlo también, y sobre todo, en el largo plazo, a nivel estratégico, como muestran los Presupuestos Generales del Estado: garantía de ingresos para combatir la pobreza estructural mediante el ingreso mínimo vital, la reforma de las pensiones, el incremento del SMI, la protección de la infancia, el reimpulso a la atención a la dependencia, para revertir los recortes realizados por el Partido Popular. Y como muestran también los fondos de reconstrucción europea, en los que España ha apostado por la revisión del modelo de atención de dependencia, mostrando una vez más la gallardía de este Gobierno, al hacer frente al principal problema que ha sufrido nuestro país durante la pandemia: la atención residencial de nuestros mayores. Porque solo si miras la realidad de frente puedes entenderla, puedes combatirla. Con valentía y con voluntad reformadora, poniendo en el centro de la agenda política, única y exclusivamente, las necesidades de la ciudadanía, sin buscar réditos electorales, para no dejar a nadie atrás.

El Gobierno de España ha trabajado y continuará trabajando incansablemente para acompañar a la ciudadanía, especialmente a la más vulnerable, con la mirada fija en no dejar jamás a nadie atrás. Siempre, siempre, a su lado.

Suscríbete para seguir leyendo