Por 156 votos a favor de las enmiendas, 188 en contra y una abstención

El Gobierno salva el primer trámite de los Presupuestos de 2022 y se dirige al blindaje de la legislatura

ERC, PNV y Bildu advierten de que su voto en contra de las siete enmiendas de devolución no es un sí definitivo al proyecto de ley y que queda "trecho"

El proyecto de ley tendrá que pasar ahora el filtro de las enmiendas parciales en Congreso y Senado para que entren en vigor el 1 de enero

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, agradece a Gabriel Rufián, portavoz de ERC, el apoyo de su grupo a la tramitación de los Presupuestos de 2022, este 4 de noviembre de 2021 en el patio del Congreso.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, agradece a Gabriel Rufián, portavoz de ERC, el apoyo de su grupo a la tramitación de los Presupuestos de 2022, este 4 de noviembre de 2021 en el patio del Congreso. / EFE / MARISCAL

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Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022 salvan su primer y decisivo trámite. El debate de totalidad en el Congreso. La primera barrera y la que marca la suerte de un proyecto de ley que, salvo sorpresas, quedará definitivamente aprobado antes de que acabe el año. El Gobierno de coalición tenía ya amarrado desde el pasado viernes el apoyo de ERC, PNV y Bildu, y con ello se garantizaba poder tumbar las siete enmiendas de devolución que habían presentado PP, Vox, Ciudadanos, Junts per Catalunya, CUP, Foro Asturias y Coalición Canaria. La alianza del Ejecutivo con sus socios de investidura funcionó sin sorpresas: 156 votos a favor de las enmiendas, 188 en contra y una abstención. Así, PSOE y Unidas Podemos logran revalidar el respaldo que les permitió sacar adelante las cuentas públicas de 2021 (sumaron al BNG) y se encaminan al blindaje de la legislatura hasta su final.

En lo inmediato, el Ejecutivo podrá seguir adelante con la tramitación de los Presupuestos para 2022, que culminará antes del 31 de diciembre. Eso sí, sus socios ya avisaron rotundamente este jueves que este gesto no supone un sí definitivo al proyecto. Al Gobierno de coalición le queda por delante una intensa fase de negociación con los republicanos catalanes y con las dos formaciones vascas para conseguir el respaldo final a las cuentas. Pero una vez pasada la primera prueba, es difícil que las cuentas descarrilen. Y es posible que estas sean las últimas de la legislatura, ya que amarrar los apoyos de los siguientes Presupuestos, los de 2023, que Pedro Sánchez sí quiere presentar, será más costoso, por la cercanía de las urnas y porque el necesario avance en el proceso de consolidación fiscal obligará a contener las partidas de gasto. El presidente, a la salida del pleno, celebró este "primer paso" para la aprobación de unos PGE "que inician una nueva etapa" y avanzan hacia "una sociedad más igualitaria".

ERC, PNV y Bildu suelen advertir a los socialistas de que apuran demasiado los plazos, que negocian 'in extremis', que no se dan cuenta de que los necesitan. De hecho, los dos primeros despejaron la duda de si presentarían enmienda de totalidad pocos minutos antes de vencer el plazo, el pasado viernes. "Dependen de los mismos", le recordó en el pleno el portavoz republicano, Gabriel Rufián. "La soberbia en política y en la vida es mala consejera", amonestó, y aunque el PSOE viva "un momento alfa, un momento álgido" tras su 40º Congreso Federal, ha de tener en cuenta que "comienza a tener a mucha gente demasiado cabreada". Rufián aconsejó a los socialistas que "calculen bien sus fuerzas", no solo para la aprobación definitiva de los PGE, sino para que el Ejecutivo pueda aguantar toda la legislatura. "Y no sé si les queda más gasolina en los motores para tanto viaje", espetó.

Rufián defendió una línea argumental que comparten otros portavoces: que PSOE y Podemos gobiernan a lomos no de la "esperanza" sino del "miedo" que a las formaciones nacionalistas y progresistas les genera la expectativa de una alternativa de la derecha y la ultraderecha: "Ese temor no es lo que nos debería hacer a nosotros aceptar todo lo que nos plantean, ese temor debería ser lo que les hiciera a ustedes pactarlo todo con nosotros".

"No en muy buen lugar"

Para ERC era fundamental que el Gobierno garantizara una cuota a la protección del catalán, el gallego y el euskera en la próxima ley audiovisual. El Ejecutivo se resiste a concretar porcentajes, y tampoco lo hizo la titular de Hacienda en su réplica a Rufián: se reservará "una parte de las cuotas también a la protección de las lenguas cooficiales". El Ejecutivo entiende que hay que encajar esa garantía que impone la Constitución a todos los poderes públicos, sin "ahuyentar" las inversiones privadas en un momento crítico.

"La soberbia en política y en la vida es mala consejera", advierte Rufián al Gobierno: "Están cabreando a demasiada gente"

El PNV tampoco entrega un cheque en blanco al Gobierno de coalición. "Quiero ser honesta. Nos falta un buen trecho para acordar los Presupuestos", advirtió la diputada jeltzale Idoia Sagastizabal desde la tribuna del Congreso. La portavoz vasca defendió que son necesarios unos "Presupuestos expansivos e inversores" y que por ello votaban en contra de las enmiendas a la totalidad. Ahora bien, esto es, dijo, solo "el punto de partida para una negociación para discutir las discrepancias". Principalmente, en materia de inversiones. La formación nacionalista pactó con el Ejecutivo la semana pasada, casi sobre la bocina, el traspaso para la "gestión íntegra" del ingreso mínimo vital. "El PNV tiene un objetivo claro y prioritario: la agenda vasca, la defensa de los intereses de Euskadi en Madrid. Pero la verdad es que estos Presupuestos no les dejan a ustedes en muy buen lugar", advirtió Sagastizabal.

Bildu alerta de la pérdida de apoyo por la reforma laboral

"Son duros en las negociaciones, pero nos entendemos bien aunque nos cuesta tiempo llegar a acuerdos", cumplimentó por su parte Montero, quien definió al PNV como un "socio prioritario" del Ejecutivo, con "capacidad negociadora" y "talante constructivo". "A lo largo del diálogo de los próximos días tendremos capacidad de corregir algunas de las cuestiones que usted considera que el proyecto de Presupuestos no recoge", le aseguró.

La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, en la segunda jornada de debate de las siete enmiendas a la totalidad del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2022, este 4 de noviembre de 2021, en el Congreso.

La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, en la segunda jornada de debate de las siete enmiendas a la totalidad del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2022, este 4 de noviembre de 2021, en el Congreso. / DAVID CASTRO

También de guante blanco fue el debate de EH Bildu con la ministra. Su portavoz, Oskar Matute, ya avisó a los socialistas de que si no cumplen su palabra y no derogan la reforma laboral, "es muy probable" que pierdan a sus socios y también" las elecciones". El Gobierno, lanzó, será entonces el "único responsable de que gobierne la derecha". Montero, como había hecho antes con ERC y PNV, insistió en que el Ejecutivo es consciente de que no recibe un "cheque en blanco". "Este Gobierno suda la camiseta y tenemos que pelear cada artículo, cada norma. No tenemos el peligro de que nos confiemos". Eso sí, la ministra alertó de que este proyecto de ley "no agota la capacidad legislativa del Gobierno ni la legislatura". Es decir, que muchas de las "aspiraciones" de los partidos habrán de incluirse en otras normas, como la reforma laboral, la ley concursal o la del audiovisual.

Montero reconoce que el Ejecutivo es consciente de que no recibe un "cheque en blanco" de sus socios y de que tiene que "sudar la camiseta"

Las cuentas pasan ahora al trámite de ponencia y comisión, al debate de las enmiendas parciales, y de ahí el dictamen se elevará al pleno, donde cada ministro deberá defender las cuentas de su departamento. Será entre el lunes 22 y el jueves 25 de noviembre. El paso siguiente es el Senado. Si la Cámara alta introdujera cambios, estos deberían ser ratificados o tumbados por el Congreso. Antes del 31 de diciembre, para que puedan estar en vigor el 1 de enero. El Gobierno aspira a amarrar los apoyos de los partidos que este jueves facilitaron la tramitación: los mismos once que respaldaron los Presupuestos de 2021 (PSOE, UP, PNV, ERC, EH Bildu, PDECat, Más País, Compromís, Nueva Canarias, Teruel Existe y el PRC) más el BNG. Ciudadanos, que el año pasado rechazó las enmiendas de devolución, se alineó, para los PGE de 2022, con su bloque natural, el de la derecha.

El debate concluyó hacia las 12.30 de este jueves. Con Montero ovacionada por los grupos que sostienen al Ejecutivo. Prueba pasada, aunque ahora empiezan semanas de letra pequeña y negociaciones.

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