Ni a un sintecho ni a una persona

Dice la Biblia (y la Wikipedia) que Esteban, una vez muerto Jesús, es uno de los elegidos para repartir limosnas entre las viudas paleocristianas. Un perfil caritativo-administrativo. Lo combina con predicar fogosamente, pero el intercambio de impresiones con la audiencia resulta algo tenso y lo lapidan con los pedruscos sólidos y tradicionales de la antigua Jerusalén.

Diciembre es para la beneficencia lo que marzo es el feminismo: cuando se acerca el final del año, el espíritu dickensiano se puede palpar en el aire. De repente hay muchas ganas de darle un jersey viejo y un plato de sopa al pequeño Tim del Cuento de Navidad. Evidentemente, sin embargo, la desigualdad social es un problema sistémico que no se arregla con un par de mimos anuales. Hay dos películas de 1961 que atacan la caridad-gesto hipócrita y cosmético, la caridad-Kärcher quita-remordimientos: 'Viridiana' y 'Plácido', consonantes entre ellas. Si la censura no hubiera intervenido, el título de la segunda habría este: "Siente un pobre a su mesa", como el de una campaña franquista de los años 50 que invitaba a invitar en Navidad.

También era diciembre, ahora ha hecho 15 años, cuando de madrugada dos jóvenes de dieciocho años y un menor de edad rociaron con gasolina a Rosario Endrinal dentro del cajero de Sant Gervasi donde dormía y le prendieron fuego. Endrinal tenía 51 años y murió dos días después. En el juicio, uno de los acusados ​​declaró: "Yo no he agredido a nadie, ni a un sintecho ni a otra persona". Dos categorías curiosas de trazar.

La aporofobia existe. Es un término acuñado por la filósofa Adela Cortina en 1995, es el "rechazo, aversión, miedo y desprecio hacia el pobre". En su libro 'Aporofobia, el Rechazar al pobre' explica que se produce a menudo una disonancia cognitiva: nos vemos a nosotros mismos como buenas personas pero sin embargo no ayudamos ni miramos las personas en situación de vulnerabilidad. Enrique Molina, que ha vivido en la calle y ha protagonizado la película 'Sin techo', explica que lo que hace más daño que el frío o el hambre es la indiferencia. Agradece su cambio de vida a la Fundación Arrels, entidad referente por su labor de sensibilización, asistencia y lucha. Su objetivo es, en suma, # ningúdormintalcarrer. Pese a que Quimi Portet cante que ya no hace el frío de antes, sin hogar las noches ni son santas ni son apacibles.