EMERGENCIA EN MADRID

Ayuso, en el bingo

La gestión sanitaria de Madrid es tan desnortada y aciaga, y el contexto político se ha tornado tan adverso para la dirección del PP, que esta parece haber optado por apostar al azar su futuro inmediato

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. / JOSÉ LUIS ROCA

LUIS MAURI

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La dirección del PP se ha echado en brazos del juego. Lotería, ruleta, cuponazo, euromillones… El mercado de las apuestas tiende a crecer cuando se nublan las expectativas económicas de los individuos y de los grupos sociales. La distribución de las casas de juego y los despachos de lotería en las ciudades suele perfilar el mapa de la desigualdad urbana.

La gestión sanitaria de la <strong>Comunidad de Madrid</strong> (las contradicciones, los pasos en falso, las disensiones internas y con los aliados de Ciudadanos, el desnorte técnico, táctico y estratégico…) es tan aciaga, y el contexto político se ha tornado tan adverso para la dirección conservadora, que esta parece haber optado por apostar al azar su futuro inmediato.

Madrid es hoy el <strong>peor foco europeo de la pandemia</strong>. Pese a ello, Ayuso y su padrino, Casado, no cejan en un forcejeo grotesco con Sanidad. Perdida la confianza en la propia gestión, cuestionados por algunos barones del PP y enrarecida la relación con Cs, Ayuso y Casado se han ido al casino. Acatan a regañadientes y con grandes aspavientos la orden de confinamiento perimetral dictada por el Gobierno, y aguardan a que la ruleta deje de girar.

La cruz del azar

Si la confusión o el malhumor ciudadanos crecen, si algunos negocios se resienten todavía más, si el foco vírico no remite con la rapidez deseada…, a caja. La responsabilidad del ejecutivo regional, que sigue teniendo la competencia de la gestión sanitaria, será endosada al ministerio. Pero el azar tiene su cruz. Si la orden ministerial funciona, Ayuso no se llevará el bote, aunque podría salvar lo apostado: callará que repudió el mandamiento y subrayará que ella ha gestionado el confinamiento.

Casado sigue bajo el influjo de <strong>una maldición</strong>. Ayuso y <strong>Álvarez de Toledo</strong> fueron sus dos apuestas personales. Él obtuvo un pésimo resultado electoral, solo maquillado por el hundimiento de Cs. Ahora se descubre incapaz de zafarse de la llave de la <strong>extrema derecha</strong>, presta para su gran función en la moción de censura. Algunos barones del PP no disimulan su disgusto. La cloaca de la Kitchen envenena el aire y Sánchez se dispone a tumbar por ley el <strong>bloqueo judicial del PP</strong>, a la vez que allana la vía de los Presupuestos. Mala racha, la de Casado.

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