Peccata minuta

Casado se divorcia

No, la gente no somos tan tontainas como pretende el líder del PP, hay cosas que no cambian cambiando de eslogan

la valoración de Pablo Casado, presidente del Partido Popular.

la valoración de Pablo Casado, presidente del Partido Popular. / periodico

Joan Ollé

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Cayetana Álvarez de Toledo llamó a  las cosas por su nombre: "Ha sido una derrota rotunda, contundente y muy clara”Pablo Casado, flanqueado por Adolfo Suárez hijo y Teodoro García Egea -el Trío Calaveras repintado por El Greco con algunos buitres de fondo- volvió a mentir intencionadamente una vez más al afirmar, desde su  inevitable sonrisa a lo Joe Rigoli, que la culpa fue de Rajoy, la Semana Santa y el rock & roll. Luego, le faltó tiempo para rebautizar a Vox, el partido con quien gobierna Andalucía y pretendía gobernar España, como «la ultraderecha», reservándose para el PP el coqueto epíteto de «centroderecha» y  exorcizando a Rivera por su demoniaca condición de «socialdemócrata disfrazado de liberal». Puta envidia. Los liberales europeos flipan con las cambiantes amistades peligrosas de sus compadres españoles.

Casado no solo se ha divorciado de sí mismo, sino también de aquel mínimo de decencia que debe suponérsele a toda persona por el simple hecho de serlo. Como el gran Groucho: «Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros». 'Chapeau' bis para Cayetana, cráneo privilegiado que no ha dudado en  torturar a sus neuronas obligándolas a escuchar en  catalán: «No sé qué es esto de las vueltas al centro o a las moderaciones». Servidor, en caso de ser neoaznarista, y a pesar de su camomílica altivez, la desearía presidenta: piensa fuerte y habla suave, que siempre es de agradecer. ¡Y el ínclito Millo, por rebujitos, faralaes y alegrías, olé, a la Feria de Abril, que justo empieza este sábado, día 4 de mayo! ¡Incluso el curso del tiempo ha alterado Vox!

No, la gente no somos tan tontainas como pretende Casado: no vemos siempre la tele, hemos escuchado a Serrat y a Sabina e incluso leído algun que otro libro. Creo firmemente que si se mirase fijamente al espejo comprendería el porqué de su derrota. Hay cosas que no cambian cambiando de eslogan; centrarse significa pensar equilibradamente, no equilibrísticamente.

A pesar de la vociferación compartida por el Trío de Colón, el PSOE es un partido perfectamente jacobino, pero sus militantes no corearon «Con 'indepes', no», sino «Con Rivera, no». Con el PP autodiezmado, Vox lejísimos de los 80 diputados que le auguraba el Mosad y Albert rumiando qué quiere ser de mayor, nos queda aún -si unos matizan sus líneas rojas y los otros sus amarillas- un  hilo de esperanza para, juntos, cantar 'La vie en rose'.

PS: Me resulta espantoso que se haya concedido la Creu de Sant Jordi a la señora Núria de Gispert: no juega tan bien al fútbol como Messi, es especialista en tarjetas rojas y de un momento al otro puede ponerse a chillarle a Leo, histérica, que se vuelva a su tierra. Mejor la Creu del Drac.