Dos miradas

El grito del ombligo

La bandera lo aguanta todo, también las evidentes contradicciones entre la izquierda radical o los herederos de la derecha pujolista. Cuando no hay proyecto real solo queda el grito de "in-inde-independencia

Ada Colau (centro), junto a los demás alcaldes que han participado en el encuentro sobre inmigración y el director de Open Arms, Oscar Camps (derecha).

Ada Colau (centro), junto a los demás alcaldes que han participado en el encuentro sobre inmigración y el director de Open Arms, Oscar Camps (derecha). / periodico

Emma Riverola

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Algo parecido al ridículo se produjo en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona. Unos 400 alcaldes400 alcalde se citaron para reclamar un "juicio justo e imparcial" de los presos independentistas y su "liberación inmediata". Las palabras de Colau afirmando que aquel no era un encuentro independentista fueron respuestas por los asistentes al grito de "in-inde-independencia". Como el chiste del escorpión: es su naturaleza.

Torra anima a Sánchez a retomar el diálogoTorraSánchez sobre los Presupuestos. Sus condiciones son hablar de autodeterminación, el fin de la represión y el relator. Es decir, tres propuestas que conforman la esfera de pensamiento, más bien de propaganda, independentista: el fin de la represión porque España es franquista, autodeterminación porque Catalunya es una colonia y un relator que para ellos sigue siendo un mediador entre dos unidades iguales. Ideología, ideología y más ideología. ¿Esas son las prioridades reales? ¿Y el déficit fiscal, los incumplimientos en infraestructuras o el escaso reconocimiento de la lengua y la cultura catalana? Cada uno de estos puntos requeriría arremangarse y, para empezar, disponer de un plan conjunto del nacionalismo catalán. Pero en lo tangible no hay unidad. La bandera lo aguanta todo, también las evidentes contradicciones entre la izquierda radical o los herederos de la derecha pujolista. Cuando no hay proyecto real solo queda el grito del ombligo: "in-inde-independencia".