Proyecto polémico

El tranvía es otra pijada

El debate sobre el proyecto se ha convertido en una bandera partidista disfrazada de ideología progre. Si no estás a favor, te declaran enemigo del transporte público

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Joaquim Coll

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No siempre lo intuitivo, lo que parece de sentido común, es lo más razonable. Es el caso del tranvía por la Diagonal que sobre el papel es una idea sencilla y bonita. Me cuento entre los que en el 2010 fue a votar en la consulta a favor de la reforma que proponía el entonces alcalde Jordi Hereu. En su día me pareció lógico el argumento de unir los dos tranvías de entrada a Barcelona, entre las plazas de las Glòries y Francesc Macià, en línea recta por ese tramo de 3,8 km. Ha pasado casi una década y todas las tentativas para llevarlo a cabo han fracasado. Ada Colau prometió en el 2015 que si ganaba, en pocos meses licitaría las obras. No ha podido por falta de consenso político, básicamente porque ERC no ha querido regalarle esa guinda, pero también porque a nivel técnico y presupuestario el proyecto tiene muchos claroscuros.

Para que la inversión en el tranvía saliera a cuenta tendría que garantizarse una velocidad real mayor a la del autobús. Y sobre eso hay enormes dudas porque la Diagonal en ese tramo absorbe una alta densidad de tráfico, con más de 30 calles afectadas, algunas particularmente claves para la movilidad en toda la ciudad, como Balmes, Muntaner o Aragó, y complejas intersecciones, como los paseos de Sant Joan o de Gràcia. Si se da prioridad al tranvía en los semáforos para asegurar una velocidad media de 17 km/h, el resultado puede ser el colapso circulatorio y más contaminación. Nos gastaríamos 180 millones en remodelar otra vez la Diagonal para nada, teniendo a mano la alternativa del bus eléctrico, que Colau no ha querido poner en marcha.

El debate sobre el tranvía se ha convertido en una bandera partidista disfrazada de ideología progre. Si no estás a favor, te declaran enemigo del transporte público. Es otra pijada, como los 300 millones enterrados en el innecesario túnel de las Glòries. Se habla también de rescatar la concesión de los tranvías porque a largo plazo el beneficio de la Diagonal se lo llevaría una empresa privada. De acuerdo, pero ahora nos costaría otra millonada. Los recursos son limitados y las inversiones en los barrios deben ser prioritarias.