Confidencias con mantel

Los restaurantes de Barcelona que recomiendan los que saben: los reyes del boca a boca

Aún hay restaurantes que se resisten al poder de TikTok. Estos se recomiendan a regañadientes para que no se llenen. Que quede entre nosotros, ¿vale?

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A1-164433313.jpg / JORDI OTIX

Òscar Broc

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Agencias de prensa, cuentas de Instagram, concursos, foodies, nunca los restaurantes habían tenido tantas opciones para darse a conocer al mundo. No obstante, incluso en la era más loca del márketing gastronómico, hay casas que mantienen su prestigio gracias al boca a boca- y parecen vivir ajenas a la dichosa «visibilidad». Son esos restaurantes que los gastrónomos recomiendan a regañadientes para que no se llenen, lugares a los que van a comer los cocineros, espacios que se resisten al poder de TikTok confiando simplemente en su reputación. Y lo consiguen. Estos son los sitios que te recomendarán los que saben. Algunos confidentes te pasarán el nombre del restaurante escrito en una servilleta; otros te harán firmar un contrato para que no saques fotos en Instagram. De la oreja a la boca. Y guarda el secreto, haz el favor.  

1. Ruido de fondo

Como en casa

Dando los últimos retoques en la cocina de Casa Mari y Rufo.

En la cocina de Casa Mari y Rufo. / JORDI OTIX

El ruido forma parte de la experiencia. Si buscas una velada romántica para hablar en susurros, prueba en otro sitio; si quieres vivir una de las experiencias culinarias más auténticas del Born, reserva cuanto antes. En el restaurante familiar Casa Mari y Rufo no hace falta ni pedir. Basta con que vayan llegando las bandejas de marisco y pescado: el producto es sublime y lo cocinan sin ego, potenciando siempre sus cualidades, sin errar nunca los puntos de cada pieza, clavando unas frituras impecables. Una sepia a la plancha o unas simples zamburiñas se convierten en una fiesta con alfombra roja. Y eso que el salón interior no entiende de lujos: mesas muy juntas, griterío tabernario, 'reverb' infinito y mucho, mucho cachondeo. Lo que nos gusta. / Freixures, 11. Instagram: @casamariyrufo


2. Nuestro secreto

De lágrima

Can Saia: cocina casera que podría jugar en la NBA. 

Can Saia: cocina casera que podría jugar en la NBA.  / JORDI OTIX

En estos tiempos de hiperconectividad en los que prácticamente nada pasa desapercibido al ojo del Gran Hermano de las redes, Can Saia se revela como una anomalía a tener en cuenta. No sale en ránkings, no lo frecuentan 'influencers'… y poca falta que le hace. Como los buenos restaurantes de la antigüedad pre-digital, esta casa de comidas vive en el boca-oreja, en la mente de gastrónomos celosos de revelar su existencia. Es una de esa recomendaciones que se hacen a lo ventrílocuo, para que ningún desconocido pueda leerte los labios. Y no es para menos. El producto manda en un restaurante familiar que conjuga un servicio impecable con una cocina inspiradísima y respetuosa con la materia prima. Cocina casera que podría jugar en la NBA sin despeinarse. Ahí quedan platos monumentales como las judías con castanyons, los guisantes lágrima con butifarra, la tortilla de alcachofas o una tarta de queso que parece salida de un cuento. Guarda el secreto, por favor. / Bruc, 157. Instagram: @can.saia


3. Oficio y producto

Atún deluxe

La mítica croqueta de pato con pepinillo encurtido de Topik.

Las míticas croquetas de pato con pepinillo encurtido de Topik. / Instagram

Cuando pides recomendaciones a los que saben, Topik es un nombre que surge de forma recurrente. La casa de Adelf Morales, azote de 'influencers' con jeta, es un retiro gastronómico que recomiendo llevar a cabo cada cierto tiempo. El producto es inmejorable y la influencia japonesa se deja notar en algunos de sus platos más icónicos. Las ostras, el atún y el erizo son sus fetiches, pero Adelf también la lía con los arroces –colosales–, carnes y platos de caza –una de las especialidades de la casa–. No lo verás en las páginas más cuquis de Instagram, tampoco en las listas de «lo mejor de», pero basta con una sola visita para percatarte de que en este casa se cocina de verdad. Si te piras sin probar su mítica croqueta de pato con pepinillo encurtido o las ortiguillas, difícilmente podremos ser amigos. / València, 199. topikrestaurant.es


4. Veteranos al poder

Producto de temporada

Esqueixada de invierno de bacalao de La Estrella. 

Esqueixada de invierno de bacalao de La Estrella.  / Instagram

Uno de mis restaurantes favoritos, tanto que incluso me cuesta recomendarlo, pero lo que hacen en La Estrella merece un reconocimiento. Uno de los mejores servicios de sala de la ciudad. Una cocina estratosférica con el mejor producto de temporada (dale a cualquier cosa que lleve alcachofas o guisantes). Cuatro generaciones entregadas a repartir felicidad en forma de platos caseros de alta cilindrada… En este santuario ubicado detrás de la Estación de Francia hacen virguerías con el bacalao y los arroces melosos, tratan las carnes con mimo, tienen una bodega esplendorosa y preparan desde hace años uno de los postres más icónicos de Barcelona: el helado de wasabi. Importante prestar atención a los platos fuera de carta: las gemas de un tesoro gastronómico de los que ya no quedan en Barcelona. / Ocata, 6. rstlaestrella.com


5. Japón de verdad

Nigiris colosales.

¿Cómo definir Wakasa? ¿Una tasca de cocina japonesa casera al más alto nivel? ¿Una burbuja de cocina nipona sin pamplinas ni experimentos rarunos? En una Barcelona inundada de sushi e izakayas 2.0 con una exposición constante en los medios y redes, es un milagro que Wakasa siga siendo un secreto. Y eso que estamos hablando de uno de los mejores restaurantes japoneses, si no el mejor, de la ciudad. Los nigiris son generosas obras de arte –vaya piezas de pescado, madre mía–. Y no se quedan atrás los platos calientes, los fideos udon con la salsa de la casa, esos boles reconfortantes con huevo poché, los entrantes como la soja fermentada (natto)… En Wakasa la pericia a la hora de cocinar el productazo es tan destacable como el trabajo de la jefa de sala, siempre atenta, amable y con explicaciones detalladas para cada plato. Por cierto, solo se puede reservar vía e-mail, incluso en esto van a su bola. / Nàpols, 287.  tascawakasa@gmail.com


6. King of the North

Cocina sanadora

Bocata de tortilla: la estrella de Norte.

Bocata de tortilla: la estrella de Norte. / Instagram

Pequeño, humilde, cerrado por las noches y los fines de semana, pero en boca de todos los que conocen a fondo la oferta de restauración de la derecha del Eixample. Como su propio nombre indica, en Norte circulan platos con mandanga de temporada que van de Galicia al País Vasco y satisfacen sobradamente al personal. 'Comfort food' a la española. Por la mañana, vuelan los pinchos de tortilla de patatas –he perdido la cuenta de cuántos me he zampado– y los bocadillos de calamares o tortilla a la francesa. A la hora de comer, platos como las verduras de temporada a la gallega o la merluza a la romana con mayonesa de limón pueden convertirse en auténticos salvavidas para jornadas de estrés. Norte es honestidad, cocina sanadora, servicio cercano y una cantidad obscena de amor impregnando cada uno de sus platos. Y que quede entre nosotros, ¿vale? / Diputació, 321. norterestaurante.com


7. Vinos y guisos

Calidad asegurada

El 'steak tartar' de Monocrom.

El 'steak tartar' de Monocrom. / Instagram

Los amantes de los vinos naturales te enviarán a Monocrom con un cohete en el culo. También lo harán los amantes de la cocina catalana bien hecha. Esto es lo que ofrece Monocrom: calidez, excelentes vinos, guisos y platos tradicionales que rozan lo sublime y enamoran a una clientela que siempre repite. Dos veces he ido y dos veces he vuelto a casa con una sonrisa de metro y medio. Recuerdo unos macarrones gratinados llegados de otra galaxia. Un cap-i-pota que me selló los labios durante dos semanas. Una carrillera cremosísima. Un steak tartar que no admitía prisioneros. Unas croquetas perfectas… Antes de que llegue el postre, ya estarás reservando para la semana que viene. / Plaza de Cardona, 4. monocrom.wine


8. Sin tonterías

Escudella galáctica

La legendaria escudella de Haddock.

La legendaria escudella de Haddock. / Instagram

Franc Monrabà es alérgico a las moderneces gratuitas. La suya es una apuesta firme por la cocina tradicional catalana y mediterránea. Por eso se ha rodeado de los mejores proveedores, para que el producto de temporada sea el auténtico protagonista de una carta que tienes que haber probado alguna vez si te consideras un amante de la buena mesa. Mis callos favoritos salen de sus fogones. Y qué decir de esos guisantes del Maresme con butifarra que todavía reverberan en mis sesos. Por no mencionar la legendaria escudella, sin duda el plato más icónico de esta taberna canalla que adoran todos los gastrónomos. Por cierto, postureo al mínimo, por favor: cuando vas al Haddock, la tontería se queda siempre en la puerta. / València, 181.Instagram:  @haddock.barcelona


9. Vaya pollo

Corea frita

El pollo frito estilo coreano de Ós Famïlia.  

El pollo frito estilo coreano de Ós Famïlia.   / Instagram

Cuando varios periodistas gastronómicos me recomendaron este 'fast food' surecoreano pensé que se habían vuelto majaretas. Hablamos de un espacio pequeño, incómodo, con dibujos manga chillones por todas partes. La antítesis de la buena mesa. En Ós Família (Alí Bei, 69), de todos modos, tienen un objeto de poder que hará que te olvides de la falta de comodidades y de sus patatas fritas del montón: el pollo frito estilo coreano. Y vaya pollo frito. Piezas con un rebozado crujiente y excesivo que esconde en su interior una carne jugosa, tiernísima y adictiva. Por 23 euros, tienes un menú para dos con diez piezas de tamaño generoso: droga barata, sí, pero buena. Por cierto, justo delante tienes la maravillosa pastelería asiática Youcha (Alí Bei, 44), por si te apetece rematar la faena.

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