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ND Stevenson: ‘Nimona’, la cambiaformas que desbordó a Disney

La adaptación animada de su cómic fue cancelada después de que Disney comprara y cerrara el estudio que la desarrollaba, Blue Sky. Y Netflix acaba de demostrar que fue un error

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ND Stevenson muestra una de las páginas que estaba dibujando ayer, en la terraza del hotel en el que se aloja estos días del Festival Celsius 232, en Avilés.

ND Stevenson muestra una de las páginas que estaba dibujando ayer, en la terraza del hotel en el que se aloja estos días del Festival Celsius 232, en Avilés. / Ángel González

Ernest Alós

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Los EEUU más ultraconservadores han puesto en su diana a Disney por su apertura a la hora de incorporar mensajes de diversidad sexual. Pero también el estudio de 'Frozen' tiene líneas rojas y 'Nimona' fue una de ellas.

Una niña cambiaformas quizá enviaba un mensaje aún lo suficientemente sutil para sus estándares, pero un beso entre caballeros con armadura, no. La adaptación animada de ese 'comic book' que antes fue 'webcomic' fue cancelada después de que Disney comprara y cerrara el estudio que la desarrollaba, Blue Sky. Y Netflix acaba de demostrar que fue un error. 

ND Stevenson (Columbia, EEUU, 1991) está hoy bajo los focos por el estreno en esta plataforma de 'Nimona', finalmente en una versión más punk gracias a todos los tropiezos sufridos. La semana pasada estuvo dos horas firmando sus libros tras una charla en el festival Celsius de Avilés de la que salió aclamado.

Pero sucedió lo mismo el año pasado, esa vez con los cómics de las 'Leñadoras' (Roca), la historia de un grupo de cinco amigas enfrentadas a monstruos diversos en un campamento para Chicas Duras. Entre ellas, claro, una Jo en la que las jóvenes lectoras en busca de referentes ya no deben buscar los sobreentendidos, como tantas generaciones antes que ellas hicieron en la Jo de Mujercitas o la Jorge de Los Cinco.

También es el autor, en formato cómic, de 'El fuego nunca se acaba' (Astiberri), una obra más abiertamente autobiográfica, además de haber sido guionista de Marvel y productora ejecutiva de 'She-Ra y las princesas del poder'. 

ND Stevenson, entonces Noelle Stevenson, creó en 2012 a esa niña que se apunta a ser secuaz de un villano, un caballero caído en desgracia que resulta tener muchas menos ganas de derramar sangre que ella. Y que igual se convierte en un cachalote rosa que en un dragón, un ratón, un gato o un rinoceronte del mismo color (con un cuerno en el que ensartar caballeros). Entonces volcó en esa figura todas las tensiones que vivía en su vida real. "En cierto sentido, es una versión de lo que yo quería ser, pero añadiéndole ese toque oscuro", explicaba estos días en una entrevista con Saúl Fernández, de La Nueva España. Hasta que, reconciliado con sí mismo, ha acabado por experimentar su propia evolución y el éxito de su obra como algo "sanador" y asumir que cuando se siente "más él" en el proceso de cambiar. 

Fue en junio de 2022 cuando explicó que su pronombre pasaba a ser "él", y su nombre, Nate. Nate Diana Stevenson, en concreto. "He elegido un nombre masculino porque así es como quiero interactuar con un mundo que pide elegir entre uno de dos, pero no soy uno entre dos. Mantengo mi segundo nombre, Diana, como forma de reconocer a este otro lado de mí mismo".

En ese mismo mensaje explicaba también su cambio físico y daba gracias al hecho de que "nuestra biología sea maleable". "Me quiero identificar como soy, en algunas cosas distinto, en otras igual, hija e hijo, hermano y hermana, y todo lo que hay en medio, como siempre ha sido así".

No, el mensaje de Nimona no era tan sutil.