Literatura infantil

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Una imagen del libro 'El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza'

Una imagen del libro 'El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza'

Elena Hevia

Elena Hevia

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Pero si no saben leer ¿para qué necesitan libros? Porque el cuéntame un cuento viene antes de abrir un libro y es bueno que sepan que en esas páginas y en esas ilustraciones están las historias emocionantes que quieren escuchar una y otra vez. Esta selección de libros infantiles está extraída del reciente libro de Alejandro Zambra, 'Literatura infantil', una colección de textos sobre la paternidad real del autor.

Los siete libros seleccionados aquí son los que se encuentran en las repisas de la habitación de Silvestre, su hijo, que hoy tiene cinco años. Son clásicos indiscutibles de la literatura preescolar que él y la madre le leen por las noches y que en general huyen de las historias aleccionadoras y ayudan a darse un buen chapuzón de buen humor e imaginación. No se trata de novedades pero sí es un magnífico fondo de armario.


'El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza / La talpeta que volia saber qui li havia fet allò al cap'

Werner Holzwarth y Wolf Erlbruch (Beascoa / Kalandraka)

Obra maestra de la escatología, este es el libro estrella que Alejandro Zambra lee a su hijo una y otra vez sin saber al principio el escritor que se trataba de un clásico indiscutible de la literatura infantil y que no conocerlo equivalía “a no tener idea de quienes fueron Sandro Boticelli o Martina Navratilova”. El pasado año, este álbum que ha vendido 4 millones de copias y ha sido traducido a 35 idiomas, cumplió 30 años y sigue siendo tan divertido como el primer día, aunque a punto estuvo de no ser publicado porque a algunos editores les pareció un tema grosero. “Es un honor para mí estar aquí y hablar de la caca”, suele decir guasón el alemán Werner Holzwart, su autor, en las presentaciones porque “aquello”, el enigma sobre el que flota la historia, es un buen zurullo como dejan bien a las claras las ilustraciones de Wolf Erlbruch. Además se agradece que el final no sea ni edificante ni aleccionador.

Recomendación: ideal para ser leído por los mayores entre dos y tres años (especialmente si están empezando a usar el orinal) y a partir de los seis para lectores autónomos.


'Juego de sombras'

Hervé Tullet (Kókinos)

Hervé Tulllet, francés afincado en Estados Unidos, a quien llaman el “príncipe de los libros de preescolar" inició su andadura en 1994 incitando a los pequeños a ser creativos y la sencillez con la que lo consigue es realmente pasmosa. Antiguo publicista, suele organizar talleres de pintura y escultura para los peques por todo el mundo, siempre bajo la premisa de que el arte es un trayecto jamás un objetivo. Se dio a conocer con ‘Un libro’, en el que diversos puntos de colores crecen, se mueven o desaparecen, pidiendo al niño que presione, agite el libro o sople, tan solo girando la página. En ‘Juego de sombras’, el libro de la biblioteca de Silvestre sirve para crearlas por medio de una linterna que deberán utilizar los adultos.

Recomendación: para niños de P-3, P-4 y P-5 que no le teman a la oscuridad.


'El libro sin dibujos / 'El llibre sense dibuixos''

B. J. Novak (Timun Mas / Grup 62)

Para que este libro tenga gracia, y puede tener mucha, hace falta un adulto que lo lea o más bien interprete y se deje llevar por la premisa de que debe decir en voz alta todo lo que esté escrito ahí, aunque sea lo más loco y delirante y él quede en ridículo, para alegría de los peques. Todo se fía a la palabra como indica el enunciado del libro, aunque las letras impresas tengan una gran categoría gráfica. B. J. Novak es una especie de hombre orquesta: estudió en Harvard, se hizo actor, participó como tal en la versión norteamericana de la serie ‘The Office’ para la que escribió varios guiones, fue uno de los ‘Malditos bastardos’ de Tarantino y hace ocho años se convirtió en el autor infantil de moda para el ‘New York Times’.

Recomendación: para peques no excesivamente peques a quienes no les importe que no haya dibujos, además se necesita un adulto particularmente gracioso.


'El libro apestoso'

Babette Cole (Fondo de Cultura Económica de España)

Con más de 150 libros ingeniosos e imaginativos, la británica Cole, escritora e ilustradora, hacía libros que a los niños les encantaban y a los adultos generalmente no tanto. ‘El libro apestoso,’ un divertido catálogo de malos olores, es de 1987 y una prueba del humor grotesco y desacomplejado de una autora que siempre buscó la originalidad, incluso para abordar temas mucho más complejos como el divorcio de los padres, la educación sexual, la muerte o los estereotipos machistas en los cuentos de princesas.

Recomendación: un libro para conectar con los gustos menos refinados pero más chistosos de los niños de más de 3 años


'El libro de Gianni Rodari'

Gianni Rodari (Blackie Books)

Bueno, en la biblioteca de Silvestre no se menciona específicamente este libro que Blackie Books creó para celebrar el centenario del nacimiento del gran autor italiano en el 2020 pero es un resumen excelente de su obra, con cuentos, poemas y notas biográficas. Rodari, el comunista con el que crecieron varias generaciones de italianos, ha tenido no poca difusión en España. Él supo darle la vuelta a la antigua y caduca pedagogía marcada por el ordeno y mando para ofrecer toda la cancha a la creatividad de los niños porque, como llegó a decir, los niños deben utilizar su fantasía “no para que todo el mundo sea artista sino para que nadie sea esclavo”. Por eso ha sido un buen trampolín para aprender a dar rienda suelta a la imaginación, con mucho humor y sin temer al absurdo.

Recomendación: a partir de los seis años se puede entrar en el mundo patas arriba del autor pero sus historias son tan buenas y disfrutables que no tienen límite para los adultos, no necesariamente nostálgicos.


'Donde viven los monstruos' / 'Allà on viuen els monstres'

Maurice Sendak (Kalandraka)

Si existe una obra cumbre de la literatura infantil, poética, rica, profunda, fascinante, es esta, una de las mejores creaciones de Sendak, de la que se han vendido 19 millones de copias desde su aparición en 1969. Hay algo oscuro y misterioso, levemente amenazante en las historias de Sendak, que cautivan sin que sepamos bien por qué, tanto a los pequeños como a los mayores que se acercan a sus relatos y dibujos. El autor no era un tipo fácil. Salió del armario oficialmente solo cuatro años antes de su muerte a los 84, su pareja durante medio siglo fue un psicoanalista, aseguraba que no le gustaban particularmente los niños y fue un tipo tristón y pesimista que tampoco entendía -Bruno Bettelheim le odiaba- el secreto de su propio éxito. Spize Jonze, gran admirador, lo llevó al cine con resultados aún más tenebrosos que en el original.

Recomendación: se le puede leer a los niños a partir de los 3 años, pero si se llega a él con más edad la cantidad de lecturas y relecturas harán de él un libro inagotable.


'Zoo loco'

María Elena Walsh (Alfaguara)

En el centro del canon de la literatura infantil latinoamericana está la escritora y cantante argentina María Elena Walsh fallecida en el 2011, menos conocida en España aunque en los 70 sonaron bastante dos de sus canciones más famosas, ‘El brujito de Gulubú’ y ‘El mundo del revés’. Walsh tuvo una candidez parecida a la de Gloria Fuertes pero con una intención más claramente feminista y política. Durante la dictadura militar decidió no cantar más en público y los versos “tantas veces me borraron, tantas veces desaparecí” adquirieron en 1976 con el golpe un nuevo y terrible significado. En ‘Zoo Loco’, un librito que todo argentino ha tenido alguna vez en sus manos, y que repasa a 42 animales extravagantes escribía este limerick: “Si cualquier día vemos una foca / que junta margaritas con la boca / que fuma y habla sola / que escribe con la cola / llamemos al doctor: la foca es loca”.  

Recomendación: a partir de los 3 años, para aquellos especialmente cautivados por la magia de las palabras y las rimas.

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