Estrenos de cine

Crítica de 'AIR': cuando Nike 'creó' a Michael Jordan

'AIR': Ben Affleck & Matt Damon, una estrecha amistad

Matt Damon en 'AIR'

Matt Damon en 'AIR'

Nando Salvà

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Como director, Ben Affleck privilegia las historias sobre personas que intentan cumplir tareas imposibles enfrentándose a barreras físicas o metafóricas, y eso mismo es también su nuevo trabajo desde detrás de la cámara. La película rememora el proceso que resultó en la asociación pionera entre Nike y Michael Jordan, cuyo éxito convirtió la marca en un gigante multimillonario y revolucionó tanto el mundo del deporte como la cultura popular, y para ello se muestra reverente tanto frente a la compañía del logo alado -que obtiene aquí una indiscutible promoción- como hacia un incomparable deportista al que, eso sí, su metraje se esfuerza por mantener oculto; después de todo, aquí Jordan es menos una persona que un símbolo, y una mercancía en el centro de disputas contractuales.

'Air', pues, es una ficción deportiva en la que casi toda la acción transcurre fuera del terreno de juego, a menudo en reuniones a puerta cerrada, y algunos de los métodos usados por Affleck para vendernos ese material narrativo no son especialmente certeros: ‘Air’ se empeña en exceso en retrotraernos a los 80 -sobre todo con su banda sonora, una extenuante ‘playlist’-, y expone temas trascendentales -el valor de un legado, la construcción de leyendas, las complejidades éticas del capitalismo- que no llega a explorar como merecen. Y, pese a ello, gracias a su energía contagiosa y al puñado de interpretaciones y diálogos absorbentes que la vehiculan logra algo casi milagroso: que el espectador se intrigue, se divierta y se conmueva con la historia de cómo vieron la luz unas zapatillas deportivas, y cómo una compañía grande y poderosa se hizó aún más grande y poderosa.