La gira del adiós

Serrat y EL PERIÓDICO, cuatro décadas de indestructible complicidad

El cantautor del Poble-sec ha sido para este diario un referente cultural y cívico, pero también un colaborador, un amigo y un lector

Multimedia | Gràcies, Serrat: Rosalía, Estopa, Julia Otero, Valdano... le rinden homenaje

Barcelona 1985  Joan Manuel Serrat leyendo El Periodico en un banco de la Diagonal en enero de 1985    FOTO: PEPE ENCINAS

Barcelona 1985 Joan Manuel Serrat leyendo El Periodico en un banco de la Diagonal en enero de 1985 FOTO: PEPE ENCINAS / PEPE ENCINAS

Rafael Tapounet

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Que Joan Manuel Serrat ha recibido siempre trato preferente en las páginas de EL PERIÓDICO es una realidad que a estas alturas no tiene mucho sentido disimular. Para este diario, el cantautor del Poble-sec ha trascendido de largo la condición de artista relevante a quien convenía seguir los pasos con propósitos informativos. En estos 44 años de carrera en paralelo (EL PERIÓDICO nació en 1978, el mismo año en que Serrat se reincorporó plenamente a la vida pública como ciudadano español tras la promulgación de la ley de amnistía), el autor de ‘Mediterráneo’ ha sido para esta cabecera un referente cultural y cívico, sí, pero también un cómplice imprescindible en numerosas aventuras, un amigo, un lector y hasta un empleado (de lujo, por supuesto).

No podía ser de otra manera. En el año 2003, cuando Joan Manuel Serrat tuvo un papel destacado en los actos de celebración del 25 aniversario de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA (volveremos a ello más adelante), Antonio Franco, director fundador del diario, subrayó que, en el afán por hacer un periódico que resultara accesible sin perder el rigor ni la calidad, siempre había tenido presente el ejemplo del cantautor, un artista capaz de conciliar la vocación popular con la altura poética y la exigencia máxima. Antonio Franco sentía devoción por Serrat (“ha sido uno de los amores de mi vida”, confesó en una entrevista concedida poco antes de morir en septiembre de 2021) y se esforzó en construir un diario serratiano en su ambición de llegar a todo el mundo sin buscar atajos.

Corresponsal en el Tour

No es, pues, extraño que en fecha tan temprana como julio de 1984 Serrat aceptara trabajar para EL PERIÓDICO. Lo hizo durante tres semanas, como comentarista del Tour de Francia. Sí, han leído bien. Lo convenció su amigo Antonio Vallugera, periodista catalán de origen zaragozano que en aquel tiempo cubría la ronda francesa para este diario y que lo invitó a unirse a la caravana y escribir una columna diaria que se publicaba bajo el epígrafe ‘Chupando rueda’. “Los patrones del Tour han preparado una edición 1984 muy dura. Y la montaña va a dictar su sentencia. Hoy empieza el Tour de Francia. Y yo, aquí, en medio del mogollón, acordándome de Turró y del Trenzano… y de mí mismo, hace 25 años, cuando jugábamos con ciclistas de plástico encima de una mesa de ping pong en el patio de la señora Antonia”. Así empezaba la primera crónica ciclista que Joan Manuel Serrat publicó en EL PERIÓDICO. Le seguirían una veintena más, pero la aventura no tuvo continuidad. Vallugera se quitó la vida en 1987 y Serrat no volvió nunca más al Tour

Siguió, eso sí, apareciendo con regularidad en las páginas del diario, del que se confesaba lector. La relación simbiótica (que no parasitaria) entre ambos quedó definitivamente sellada en 2003. En ese curso, EL PERIÓDICO DE CATALUNYA cumplía 25 años y quiso que Serrat, aquel referente de primerísima hora, tuviera un protagonismo destacado en la celebración. El 20 de noviembre, una breve actuación del cantautor puso el broche de poesía al acto de concesión del Premio de Periodismo Antonio Asensio, realizado en el Auditori barcelonés bajo la presidencia del rey Juan Carlos. Fue un pequeño aperitivo de lo que estaba por venir.

"La Catalunya real"

Un par de semanas después, los días 3 y 4 de diciembre de 2003, Serrat inauguró una gira sinfónica con dos conciertos en el Palau Sant Jordi que se enmarcaron en el programa de festejos del 25 aniversario de esta cabecera. “En EL PERIÓDICO se retrata cada día la Catalunya real”, manifestó el artista en aquella ocasión para explicar su adhesión a un proyecto periodístico que celebraba sus bodas de plata. La gira se prolongó durante prácticamente todo el año siguiente, pero a finales de octubre de 2004 el músico anunció que cancelaba los conciertos que tenía programados en América para someterse a una intervención quirúrgica por un carcinoma en la vejiga.

Aún bajo el impacto emocional de la noticia, los lectores de EL PERIÓDICO eligieron en votación a Joan Manuel Serrat como Català de l’Any 2004, un premio que el cantautor recogió el 25 de enero de 2005 de manos del entonces presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, en una gala que tuvo lugar en el Palau de la Música. Felizmente, para entonces Serrat ya había vuelto a cantar y el acto tuvo mucho de jubiloso reencuentro y celebración de la vida (en octubre de 2018, él mismo puso la música en la ceremonia que distinguió al actor Josep Maria Pou como Català de l’Any 2017).

Pasqual Maragall entrega el premio Català de l'Any 2014 a Joan Manuel Serrat.

Pasqual Maragall entrega el premio Català de l'Any 2014 a Joan Manuel Serrat. / Julio Carbó

Habría todavía más ocasiones de dejar testimonio a través de las canciones de ese hilo invisible que ha cosido las trayectorias de EL PERIÓDICO y el músico poeta. El 5 de octubre de 2016, Serrat se avino a participar en el concierto Som Música Directa que este diario organizó en la sala Luz de Gas para celebrar los cinco años de las actuaciones acústicas que se grababan en el estudio que EL PERIÓDICO tenía en su sede de la calle Consell de Cent, una iniciativa nacida del empeño entusiasta de la periodista Núria Martorell. Fue una velada memorable rematada con una interpretación colectiva de ‘Mediterráneo’, canción himno convertida aquella noche en grito de apoyo a la oenegé Proactiva Open Arms de ayuda a los refugiados. El penúltimo testimonio de una complicidad tejida en torno a valores compartidos.