Festival pucciniano

Del infierno al cielo en el Liceu con 'Il trittico'

Lise Davidsen debuta en Puccini con 'Il tabarro' y Ermonela Jaho protagoniza 'Suor Angelica'

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Marta Cervera

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El infierno, el purgatorio y el cielo de la 'Divina Comedia' de Dante inspiran tres óperas breves de Puccini estrenadas en 1918 en el Metropolitan de Nueva York. Celos, muerte, avaricia, emoción, tragedia y humor atraviesan las tres óperas en un acto de este tríptico: 'Il tabarro', 'Suor Angelica' y 'Gianni Schicchi'. El Liceu lo recupera por primera vez en 35 años a partir del próximo día 27 con un destacado reparto donde destaca Lise Davidsen, que levantó pasiones en el concierto dedicado a Wagner y Strauss el pasado domingo.

En su primera ópera escenificada en el Gran Teatre, Davidsen debuta con Puccini interpretando a Giorgietta en 'Il tabarro', melodrama sentimental con Luigi Maestri (Michele) y Brandon Janovich (Luigi). La camaleónica Ermonela Jaho protagoniza el conmovedor drama de 'Suor Angelica' con Daniella Barcellona (Princesa) y el sólido barítono Ambrogio Maestri, la cómica 'Gianni Schicchi' con la zaragozana Ruth Iniesta (Lauretta), que debuta en el Liceu. 

Sensacionales voces

"Es un honor cantar en una producción de ópera en el Liceu con un reparto tan extraordinario y con un gran equipo", ha destacado la soprano noruega de 35 años Lise Davidsen. "He hecho mucho Wagner, Strauss y Verdi, pero nunca había participado en una ópera de Puccini y estoy disfrutando con 'Il tabarro'".

CULTURA OPERA GRAN TEATRE DEL LICEU Il Trittico. (Il tabarro i Suor Angelica) FOTOGRAFIA DE DAVID RUANO

Ensayo en el Liceu de 'Suor Angelica' en la producción de 'Il trittico' firmada por Lotte de Beer. / DAVID RUANO

"Es un honor cantar en una producción de ópera en el Liceu con un reparto tan extraordinario"

— Lise Davidsen

Tanto ella, una soprano de altura en todos los sentidos y Jaho fueron aclamadas el verano pasado en el Festival de Peralada. A ambas les encanta la propuesta de Lotte de Beer, estrenada en Múnich en 2018, y la directora musical Susanna Mälkki, que debuta en el Liceu. "La producción no es completamente tradicional pero tiene algo de eso. Es capaz de crear un universo de otra época que a la vez es actual. Al fin y al cabo, lo que le ocurre a Giorgietta, también lo es: el dolor de perder un hijo, estar atrapada en el matrimonio, tener un 'affaire'", dice Davidsen. "La dimensión que la música adquiere en esta obra es brutal. Pero has de saber cómo meterte en el personaje de Giorgietta porque hay diferentes formas de enfocarla: herida, débil, fuerte... En esta producción hay un poco de todo".

La albanesa Jaho, una de las sopranos más aclamadas, lleva ya un carrerón con Puccini. En el Liceu el público ya ha podido apreciar su don en 'Madama Butterfly' y 'Otello', entre otros. "Como dice Lise, este compositor te da muchas opciones. Cada vez que te pones el vestuario hallas nuevos colores y maneras de plasmar tu personaje. Puccini es directo al hablar del amor, de la vida, de la muerte, de los celos", destaca la soprano, que juega con ventaja, pues ya interpretó a Suor Angelica en el estreno de esta producción en Múnich.

"Somos gladiadores y el público necesita sentir el olor de la sangre, del riesgo"

— Ermonela Jaho

"Hablamos con el lenguaje del alma. Sea Giorgietta o Angelica, cuando interpretamos un rol aparecen también nuestros sentimientos. Hay una parte de nosotras en los personajes. Angelica me conecta con un momento difícil de mi vida. La primera vez que lo canté fue en el Covent Garden y acababa de perder a mis padres", confiesa Jaho. "Estaba en 'shock', ni siquiera podía llorar y eso que no soy para nada una persona fría. Pero cuando me propusieron cantar este personaje lo aprendí en una semana y cuando estuve por primera vez frente al público y la Princesa me dijo: "tu hijo ha muerto", lo interpreté de una forma distinta. Me vi yo como esa hija que se había quedado sin padres. Esa noche canté sin barreras, con toda esa vulnerabilidad que tenía dentro. ¡Es impresionante cómo llegó al público y todavía me produce piel de gallina! El arte es eso: esa catarsis, esa conexión con sentimientos a flor de piel". Y recuerda: "Escuchar o ver ópera fuera del teatro nunca será igual. Somos gladiadores y el público necesita sentir el olor de la sangre, del riesgo".

Il Trittico de Puccini

Un momento de 'Gianni Schicchi' en la producción de 'Il trittico' firmada por Lotte de Beer estrenada en Múnich. / W. Hoesl

Ambas aspiran a dar lo mejor en escena conscientes de que cada función es distinta, única. "Somos humanas y no somos perfectas. Uno no puede obsesionarse con la perfección", destaca la soprano albanesa, encantada con el desafío de seguir descubriendo matices en su personaje. Lo fundamental es "cantar con alma y técnica", añade Davidsen.

Festín lírico

Aunque 'Il trittico' no es tan famoso como otras obras top de Puccini como 'Madama Butterfly', 'Turandot' o 'La bohème', es un auténtico festín operístico que incluye arias como la célebre 'O mio babbino caro' y la conmovedora 'Senza mamma'. La producción de la Ópera de Munich de Lotte De Beer ofrece un escenario simple y prácticamente único para las tres óperas, unidas por una especie de túnel del tiempo por el que que aparecen y desaparecen los personajes. La escenografía de Bernhard Hammer y el vestuario de Jorine Van Beek transportan al espectador a diferentes épocas y lugares, desde la barcaza en el Sena donde transcurre 'Il tabarro' al convento florentino donde está encerrada Angelica y la casa medieval florentina donde transcurre 'Gianni Schicchi', la pieza más popular de las tres, con muchos elementos de la Comedia del Arte.

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