Cultura

Ovaciones para las divas en el Liceu

Waltraud Meier, Iréne Theorin y Lise Davidsen causan el delirio con una gala Wagner-Strauss celebrando los 175 años del Gran Teatre

Liceu Davidsen, Meier i Theorin 030

Liceu Davidsen, Meier i Theorin 030 / DAVID RUANO

Pablo Meléndez-Haddad

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El Gran Teatre del Liceu continúa con las celebraciones de su 175º aniversario, efeméride que se cumplió el 4 abril de este año y que el coliseo barcelonés está conmemorando con diversas veladas extraordinarias tanto en la temporada pasada, la 2021/22, como en el curso actual. Una de ellas ha sido el concierto ofrecido este domingo a cargo de representantes de tres generaciones de intérpretes especializadas en Richard Strauss y en Wagner, este último, uno de los compositores más admirados por los liceístas desde que el compositor alemán irrumpiera con su legado en la historia del teatro musical.

En el patio de butacas de una sala llena casi al completo se mezclaban representantes del tejido social y empresarial con miembros del cuerpo diplomático como el cónsul de Alemania. Wagner y Strauss, y las tres divas, convertían esta cita en una de las más esperadas del año ya que contaba con dos intérpretes que han dejado huella en el repertorio como son Iréne Theorin y Waltraud Meier, esta última a algo más de un mes de su retirada definitiva de los escenarios. Víctor García de Gomar, director artístico del Liceu, subió al escenario micrófono en mano para anunciarlo, indicando que se trataba de su última actuación en España.

En el polo opuesto estaba la gran Lise Davidsen, una extraordinaria cantante noruega que, con solo 35 años, ya ha conquistado los más importantes escenarios del mundo y sentando cátedra nada menos que en el wagneriano Festival de Bayreuth. Su debut liceísta ha sido uno de los más esperados y también de los más promisorios de los últimos tiempos. Obviamente sus intervenciones fueron lo más destacado de la noche, ya desde su “Dich, teure Halle”, de ‘Tannhäuser’, que abrió el programa imponiendo una voz que es como un rayo láser que ilumina hasta el último rincón de la sala y no solo con su canto en 'forte', ya que también lo hizo con su modélico fraseo, matizado hasta el último detalle. Un prodigio que también iluminó su impecable Chrysothemis en las selecciones de la ‘Elektra’ straussiana que se incluyeron en la segunda parte. Ella se queda en el Liceu porque cantará en 'Il tabarro' de 'Il trittico' pucciniano que se estrena a finales de mes.

Había temor entre los aficionados ante el regreso de la admiradísima soprano sueca Iréne Theorin tras las duras críticas recibidas el pasado verano en Bayreuth; antes, había cancelado por problemas de salud su último compromiso barcelonés. Pero su actuación convenció tanto en su “Mild und leise”, la Muerte de Isolda, donde demostró un fraseo sentido y expresivo, y tan solo con un 'vibrato' algo exagerado, pero todo ello se diluyó con su poderosa Elektra en una entrega cargada de dramatismo y ornamentada de sutilezas.

Waltraud Meier exhibió la clase y la aristocracia que siempre la caracterizaron, tanto en la escena de Waltraute de ‘Götterdämmerung’ de la primera parte –con poderío en la zona aguda y el grave ya muy sordo– como en su caracterización, en su línea y sin desmelenarse nuca, de la reina Klytaemnestra straussiana.

La Simfònica del Gran Teatre, bajo la batuta de su director musical, Josep Pons, se movió con total comodidad por un repertorio que le es afín, guiada por un maestro que conoce las obras desde dentro. Una velada de esas que quedan para el recuerdo coronada con casi 10 minutos de ovaciones.

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