Hacia un estado de ilusión

La cultura aspira a ampliar los aforos

El sector trabaja con Cultura, Salud e Interior para relajar las medidas y acabar con el toque de queda o retrasarlo de cara a verano

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lesbian / Ferran Sendra

Marta Cervera

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En el sector cultural nadie lanza por ahora las campanas al vuelo ante el fin del estado de alarma decretado el 8 de mayo. Los índices de contagio, los de vacunación y la situación en las UCI serán claves a la hora de abrir más salas de conciertos o de ampliar el aforo de cualquier espectáculo. Pero la incertidumbre no acabará el día 9 de mayo. Cada autonomía decidirá cómo actuar y en Catalunya el Procicat manda. "Estamos trabajando internamente con los departamentos de Cultura, Salut e Interior para que mejoren las medidas ", explica Isabel Vidal, presidenta de Adetca (Asociación de Empresas de Teatro de Catalunya). Prefiere no adelantar mucho. Basta recordar el rechazo final que obtuvo la petición de utilizar las entradas de teatro como salvoconducto para evitar el confinamiento comarcal, algo que había defendido Àngels Ponsa, consellera de Cultura.

Mayor flexibilidad

Desde el sector de la música también están negociado. "Hay una voluntad de flexibilizar las medidas actuales. Estamos trabajando con Cultura y Salud. Cuantas menos limitaciones, menos ayudas necesitará el sector", comenta Carmen Zapata, gerente de ASACC (Asociación de Salas de Concierto de Catalunya). Entre sus objetivos: ampliar el aforo de las salas y la desaparición del toque de queda en Catalunya o un retraso sustancial. Actualmente es a las 10 de la noche aunque las entradas de los conciertos y espectáculos sirven de salvoconducto hasta una hora más tarde. "Muchas veces el concierto tiene dos sesiones, a las 5 de la tarde y a las 8. De cara a verano necesitamos poder ofrecer otros horarios".

Actualmente cualquier sala de espectáculos solo puede abrir a la mitad de su capacidad y con un máximo de 1000 personas. Zapata comenta que la ASACC ha mantenido la actividad con microconciertos subvencionados. "Hay una falsa sensación de abundancia pero se han cancelado más de 8.000 conciertos. Los locales abren y vuelven a cerrar tras las actuaciones y muchas se hacen con aforos de 80 personas", recuerda sin entrar en detalles ante la delicada situación de los músicos, técnicos y demás agentes del sector. De seguir así las empresas no podrán sobrevivir, advierte. El nivel de vacunación y el desarrollo de conciertos "con test de covid previos", como ya se probó en el Palau Sant Jordi con Love of Lesbian, podrían facilitar el regreso a una cierta normalidad. "Habrá que ir con mascarilla pero queremos volver a tener conciertos con el público de pie y poder consumir bebida y comida en el local". La inyección de 500.000 euros en ayudas a promotores del el Ayuntamiento de Barcelona para programar en espacios de la Anella Olímpica y el Fórum también servirá para reactivar la música y recuperar cierta normalidad, sobre todo si se amplían los aforos.