BAJO LA BOLA DE ESPEJOS

Fundación Tony Manero, bailar para ser inmunes

El grupo barcelonés reivindica el "activismo lúdico" en 'Disco para adultos', un álbum en el que rescata el sonido discotequero boogie de los primeros años 80

Fundación Tony Manero

Fundación Tony Manero / periodico

Jordi Bianciotto

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En una de sus nuevas canciones, ‘Nos une el boogie’, la Fundación Tony Manero funde de un modo premonitorio la discoteca y el test sanitario: “Baila para comprender aquello que nos une y nos hace inmunes”, dice la letra de esta canción creada y grabada cuando el coronavirus ni estaba ni se le esperaba. Aunque la ‘disco music’ celebre el espíritu de comunidad, y las actuales circunstancias redoblan su sentido. “Necesitamos su activismo lúdico, reivindicable en momentos de dificultad”, razona Lalo López, guitarrista del grupo barcelonés, que apela a los “momentos de desconexión” y al “sentimiento de fortaleza” que suministra la música de baile.

El auge de la música ‘disco’, en los años 70, tuvo que ver, en parte, con la respuesta escapista a una crisis que sufrió en su piel la ciudad de Nueva York, situada entonces “al borde de la bancarrota y con sus barrios muy degradados”. Las fiestas en clubs y ‘lofts’ enaltecían el sentimiento colectivo y “animaban a cerrar filas en torno a comunidades como la gay”. Y aunque ahora, de momento, esas comuniones no sean practicables, López cree que un álbum como ‘Disco para adultos’, el nuevo de la Fundación, que salió este viernes, puede aportar “aire fresco y un punto de superficialidad que es muy necesario”.

Las fuentes del ‘electro’

En este trabajo, la banda mueve el acento hacia una modalidad de música de baile muy precisa: el sonido boogie que floreció entre los últimos compases de los 70 y los primeros años 80. Pero, ¿a qué llamamos boogie? ¿Al woogie-boogie a todo piano de la era pre-rock and roll, al boogie-rock de Status Quo, al despendole evocado en hitos como ‘Blame it on the boogie (The Jacksons) o ‘Yes Sir, I can boogie’ (Baccara)? “La etiqueta se ha utilizado para estilos diversos”, ilustra Lalo López, ese catedrático del funk. “El nuestro apunta a la época en que la música ‘disco’ evolucionó mezclándose con la electrónica, a partir de Afrika Bambaataa”. ¿Ejemplos? “Sharon Redd, Change o D Train, que se adelantaron a la onda de sintetizadores de los 80, al italo-disco y al euro-disco”.

Desde ahí construye la Fundación una música exuberante, con la sección de metales en su sitio y el toque juguetón del teclado ‘vintage’, proveedor de garabatos melódicos y tramas “un poco ‘kraftwerkianas’”. Como en ‘Femme fatale’, canción elegida como primer sencillo (y vídeo), o ‘Break romántico’, otro tema con fondo aplicable a la era covid-19. “Habla de las dificultades de una pareja con niño para tener un espacio para ellos. ¡Imagínate ahora, con el niño en casa las 24 horas! ¡Lo que cuesta ese ‘break romántico’!”, explica Lalo (con conocimiento de causa). Por temas como ese se justifica al título del álbum, pensado para “jugar con la ironía de los dos rombos” y sospechando que quizá esta no sea “una música apta para ‘millennials’”. Al fin y al cabo, ellos son cuarentones padres de familia que viven “entre la fiesta y el ‘chiquipark’”.

Un toque cubano

En ‘Disco para adultos’ han contado con el cantante australiano Joel Sarakula (con quien López y el batería Marc Benaiges tocan cuando gira por España) y, más chocante, el cubano Cimafunk, de cuyo ‘punch’ latino-funk quedaron prendados el pasado octubre en Barts. “Es el Cameo cubano, y la canción, ‘Musicofilia’, es una oda de amor a la música, ideal para él”.

Su presentación del 23 de abril en Apolo saltó por los aires, cómo no, y el mismo ciclo Curtcircuit les ha reprogramado para el 26 de diciembre el Salamandra. Crucemos los dedos. Mientras, tenemos ese ‘Disco para adultos’, que no solo se puede escuchar por ‘streaming’ sino, mejor todavía, encargar a la tienda de su sello, Buenritmo, que hará los envíos tras el estado de alarma. A Lalo no se le caen los anillos al lanzar un SOS a los simpatizantes del grupo. “La inversión en el álbum ya está hecha, y si no tenemos conciertos, nuestro principal sustento, vender discos nos ayudará”, cuenta. Recompensa anímica garantizada: “la música ‘disco’ es una celebración de la vida”.