CONMEMORACIÓN

La huella de Maria Aurèlia Capmany

Agustí Pons rescata, revisa y actualiza la biografía de la novelista, ensayista y luchadora antifranquista, en el centenario de su nacimiento

Maria Aurèlia Capmany

Maria Aurèlia Capmany / periodico

Anna Abella

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En este 2018 repleto de conmemoraciones (Manuel de PedroloPompeu FabraJaume Fuster, Montserrat Abelló) resta una figura por reivindicar. De restaurar la obra y la huella que dejó Maria Aurèlia Capmany (Barcelona, 1918-1991), de quien se cumplirá en agosto el centenario de su nacimiento, y de recordar sus múltiples facetas como novelista, ensayista, articulista, dramaturga, actriz de teatro, feminista, luchadora antifranquista, profesora y política se encarga el periodista Agustí Pons, que rescata, revisa y actualiza la biografía de la autora que publicó en el 2000 en Columna pero que hace años que está inencontrable y desaparecida.

‘Maria Aurèlia Capmany. L'època d'una dona' vuelve pues a las librerías, ahora en coedición de la editorial Meteora y el Ayuntamiento de Barcelona, en un título conmemorativo en el que su autor ha revisado el estilo, realizado correcciones y añadido un capítulo con novedades, considera Pons, sobre “la relación de Capmany y los intelectuales catalanes de la posguerra con las grandes corrientes ideológicas del momento, a pesar de estar en el cerrado mundo del franquismo”. En estas nuevas páginas, añade, estudia su relación con el pensamiento de “Sartre, Camus y Vázquez Montalbán”. 

Legado literario

El centenario debe servir, señala Pons, para conocer mejor “su legado en cuanto a obra literaria, tanto de novela (entre las que destaca ‘Un lloc entre els morts’), teatro y ensayo, y sobre todo, sus artículos periodísticos”. Una parte de su producción, esta última, que según Anna Capmany, sobrina y albacea de la herencia de la escritora, podría por fin completar el último volumen de las Obras Completas que faltan por editar si fructifican las negociaciones con la Diputación. 

Catalanismo, feminismo y socialdemocracia

Pero para el biógrafo, existe otra parte de su legado “intangible”, que ratifica que “la historia le ha dado la razón en varias cosas”. Una, “su reivindicación del catalanismo como expresión del sentimiento popular”. Otra, añade, “la reivindicación de su ideología de izquierdas no marxista y su apuesta por la socialdemocracia ya en los 60 y 70, antes de la transición”, en un momento de “ideas comunistas quen nunca la deslumbraron”. Y, en tercer lugar, como autora de ‘La dona a Catalunya’, la “reivindicación de los derechos de la mujer, a contra corriente, porque según ella, debían conseguirse desde plataformas generalistas en lugar de desde asociaciones feministas”. 

Pons, autor de las biografías de Salvador Espriu, Pere Calders y Nèstor Luján, lamenta el abandono de la faceta teatral de Capmany, que cofundó la Escuela de Arte Dramático Adrià Gual. “El Teatre Nacional ha estrenado a todo el mundo menos a ella”. Solo se representó, en noviembre del 2017, 'Parlàvem d'un somni', de Jordi Coca, un diálogo sobre Barcelona entre la escritora y Pasqual Maragall, basado en un texto de Xavier Febrés

La relación con Pasqual Maragall

De Capmany, “una mujer liberada y moderna, excepcional”, recuerda su sobrina que tras su afiliación al PSC mantuvo una estrecha relación con Pasqual Maragall, sobre todo siendo concejala de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona (1984-1988) y desde que se le detectó el tumor de pecho hasta su muerte. El exalcalde y ‘president’ de la Generalitat “venía a menudo a verla al hospital –recuerda Anna Capmany-. La ayudó y la animó mucho”.  

Reediciones

Además de la ya publicada ‘Feliçment, jo soc una dona’, su sobrina augura para este año la reedición de títulos como ‘Lo color més blau’, ‘Quim-Quima’, ‘Cartes impertinents de dona a dona’ y ‘Un lloc entre els morts’ (Premi Sant Jordi 1968) y ‘El malefici de la reina d’Hongria’ (Premio Crítica Serra d'Or de Literatura Infantil y Juvenil 1983).