FESTIVAL DE VERANO DE BARCELONA

Neus Català vuelve a escena

Mercè Arànega recupera su aclamado monólogo 'Neus Català, un cel de plom' en la Muntaner hasta el 31 de julio

Un cel de Plom, Grec 2016  Neus Catala

Un cel de Plom, Grec 2016 Neus Catala / periodico

MARTA CERVERA / BARCELONA

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Un año después de su estreno en el Grec'Neus Català, un cel de plom' regresa a la misma Sala MuntanerSalaMuntaner que acogió el estrenó de este aclamado monólogo protagonizado por Mercè Arànega. Es a través de ella que el público penetra en el alma, la vida y la historia de Neus Català, la última superviviente española del campo de exterminio de Ravensbrück. "Neus Català, a sus 101 años, todavía toma pastillas para dormir. Aún tiene pesadillas", ha recordado la actriz. Como dice en la obra, que narra en primera persona con una gran intensidad y emoción contenida: "Yo he salido del campo pero el campo no ha salido nunca de mí". Estará en cartel hasta el 31 de julio.

Con dirección de Rafel Duran y dramaturgia de Josep Maria Miró, el montaje se basa en la novela 'Un cel de plom', escrita por Carme MartíCarme Martí. En ella se narra la increíble vida de una mujer que desde joven se manifestó contra las injusticias. Se ha rebelado y luchado contra ellas siempre. "Este monólogo es un placer, una satisfacción y un reto. Pero, a diferencia de otros, en este tengo una responsabilidad ética. Siento que con esta obra estoy traspasando el legado de una vida, de una ética. Y esta responsabilidad es más grande que mi responsabilidad artística".

DELS GUILLAMETS A LA RESISTENCIA

Català nació en 1915 en el seno de una familia payesa de Els Guiamets (Tarragona). Cuando estalló la guerra civil, se estableció en Barcelona y se implicó en la lucha antifascista. Exiliada en Francia, durante la segunda guerra mundial colaboró con la resistencia francesa hasta que fue detenida por los nazis y deportada a los campos de exterminio de Ravensbruck y Holleischen.

Arànega visita a Català con cierta regularidad en la residencencia donde está alojada en el Priorat. Pese a los achaques de la edad, la anciana mantiene su espíritu de lucha. Cuando tenía 14 años montó una huelga porque consideraba indecente que las mujeres cobraran menos que los hombres por trabajar en el campo y ahora sigue hablando de que hay que cambiar las cosas. "Cuando estás con ella sientes vergüenza de ti misma y de la sociedad en que vivimos por la falta de implicación en lo que ocurre a nuestro alrededor. En el mundo hacen falta muchas Neus Català", ha dicho la actriz.

UNA FOTO, SU ÚNICO RECUERDO

La acción arranca con una imagen, el único recuerdo de su paso por el campo de exterminio. La tomó un mes y medio después de ser liberada, cuando acudió a un estudio de fotografía vistiendo el mismo uniforme a rayas que llevó durante su cautiverio. 

El montaje, muy sobrio y directo, deja constancia de las atrocidades del siglo XX a través de la historia de esta mujer, que es "como una matrioska rusa", en opinión de Rafel Duran. "Cuando se habla de ella se habla de la deportada, de la víctima, de la comunista, de la republicana, de la exiliada". Para él, Català simboliza la valentía. "Es una mujer con mucho coraje que ha luchado para conseguir un mundo más justo e igualitario".